Investigación
22 de agosto, de 2017 • 4 Min

Un perfil de biomarcadores recién identificado resulta prometedor para la detección precoz del cáncer de páncreas

Researcher Ken Zaret

Aunque ha habido avances en el tratamiento del cáncer de páncreas, la mayoría de los pacientes reciben su diagnóstico en las fases tardías de la enfermedad cuando el tratamiento es menos eficaz.

Este es el motivo por el que los investigadores de todo el mundo han estado buscando maneras de detectar el cáncer de páncreas antes. Ha sido un desafío científico constante.

Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Science Translational Medicine demuestra que un par de biomarcadores en la sangre identificaron el cáncer de páncreas en las células cancerosas humanas en diferentes fases del desarrollo del tumor. Este nuevo hallazgo les ha dado nuevas esperanzas a los científicos, y a los pacientes, de que se pueda detectar la enfermedad antes de que se propague, y quizás incluso antes de que el cáncer de páncreas evolucione a su fase inicial.

“Aunque todavía estamos dando los primeros pasos en el proceso, debemos perfeccionar la prueba y realizar más ensayos. Estoy emocionado por este descubrimiento, tanto desde una perspectiva científica y académica como también, lo cual es incluso de mayor importancia, por los pacientes a los que tal vez podremos ayudar con el tiempo”, dice el coautor del estudio, el Dr. Ken Zaret, director del Penn Institute for Regenerative Medicine y Joseph Leidy Professor of Cell and Developmental Biology (profesor de la cátedra Joseph Leidy de biología celular y del desarrollo).

El perfil doble de biomarcadores incluye trombospondina-2 plasmática (THBS2), que se combinó con un conocido biomarcador de fases posteriores llamado CA19-9. Juntos, estos biomarcadores alcanzaron un 87 por ciento de sensibilidad analítica, es decir, que esa es la frecuencia con la que identifican correctamente a una persona con cáncer de páncreas en estadio I o II. Además, tuvieron un 98 por ciento de especificidad, lo que significa que la prueba combinada podría descartar con precisión el cáncer en una persona que no lo tiene.

“Este perfil de biomarcadores es económico y convencional, por lo que podría usarse en los centros de diagnóstico con bastante facilidad”, dice Zaret.

Un proceso meticuloso

El estudio incluyó un proceso meticuloso de varios pasos entre los que se incluyen la identificación de potenciales biomarcadores seguida de un trabajo para confirmar si estos biomarcadores potenciales podrían identificar el cáncer con precisión.

La identificación de estos biomarcadores no es tarea fácil. Pero con su experiencia en genética y biología de células madre, Zaret tomó células del cáncer de páncreas en fases tardías y las reprogramó a un estado similar al de las células madre embrionarias. Estas células luego pudieron diferenciarse, o cambiar, y progresar desde un estadio temprano a uno posterior del cáncer de páncreas.

“La idea era que si podíamos tomar una célula cancerosa en fase tardía y convertirla en una célula madre incipiente, había una posibilidad de que volviera a desarrollar el cáncer, que evolucionara y que básicamente no llegara al estadio posterior de inmediato”, dice Zaret, y agrega que mucha de la investigación sobre biomarcadores se ha concentrado en tejidos del cáncer de páncreas en fase tardía que se obtienen después de la cirugía. “Trabajamos con lo que obtenemos, pero no creía que este fuera un buen enfoque para encontrar marcadores en fases tempranas”, dijo él.

El próximo paso consistió en buscar proteínas que se encuentran en bajos niveles en la sangre. Una de esas proteínas es la THBS2, que estaba elevada en las muestras de sangre de 81 pacientes con cáncer de páncreas en comparación a un grupo de control de 80 personas que no padecían la enfermedad.

Pero los resultados de esta fase requerían un mayor perfeccionamiento en cuanto a la sensibilidad y especificidad. Por este motivo, los investigadores combinaron THBS2 con CA19-9, que es un marcador sensible para tumores malignos pancreáticos, gástricos y hepatobiliares, tales como el cáncer de hígado, conductos biliares y vías biliares. Durante esta fase, los investigadores analizaron muestras de 197 pacientes de cáncer, un grupo de control de 140 personas sin cáncer de páncreas y 200 personas con problemas pancreáticos sin relación con el cáncer.

Esta fue la combinación que incrementó la precisión de la prueba.

El próximo paso

Los investigadores ahora planean estudiar y validar las muestras de sangre obtenidas de los pacientes con cáncer de páncreas antes de su diagnóstico. Se espera que, con el tiempo, esta prueba pueda utilizarse en pacientes con cáncer de páncreas y en personas con alto riesgo de padecer la enfermedad, como parientes de primer grado, aquellas personas con una predisposición genética, o personas con aparición repentina de diabetes después de los 50 años.

Lo que Zaret espera es que, con el tiempo, la prueba se perfeccione lo suficiente para detectar el cáncer de páncreas incluso antes de que alcance el estadio I, el cual tiene una tasa de supervivencia a cinco años del 12 al 14 por ciento.

“Recuerdo que un cirujano me dijo una vez que es deseable detectar el cáncer de páncreas incluso antes de que un paciente necesite cirugía, por lo que nuestro objetivo es detectarlo antes del estadio I”, dice Zaret, y agrega que ya se está planeando realizar estudios y ensayos clínicos adicionales para analizar el enfoque en personas con alto riesgo.

“Si los médicos pueden detectar el cáncer de páncreas antes, hay esperanza de aumentar las tasas de supervivencia”, dice él. “Y si podemos detectarlo incluso antes de que llegue al estadio I, cuando las personas están en camino de padecer el cáncer de páncreas, quién sabe qué nuevas terapias pueden aparecer y salvarles la vida”.