Selección del mejor medicamento para la diabetes en pacientes con cáncer de páncreas
Si bien la diabetes es un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de páncreas, el cáncer y sus tratamientos también pueden causar hiperglucemia (niveles elevados de azúcar en la sangre), lo que da lugar a otra serie de problemas para los pacientes.
La quimioterapia, el tratamiento de base para el cáncer avanzado, viene acompañada de una serie de efectos secundarios bien conocidos, incluido un posible aumento del azúcar en la sangre. El cáncer de páncreas en sí mismo puede causar hiperglucemia mediante procesos que aún no se comprenden por completo. Por lo general, los médicos eligen entre dos clases diferentes de medicamentos para ayudar a controlar el azúcar en la sangre en estos pacientes. Sin embargo, hay pocos datos probatorios para apoyar la elección de una clase de medicamentos en lugar de otra.
La necesidad de un tratamiento con base científica
El endocrinólogo James Flory, M.D., del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (Nueva York) quiere cambiar eso.
Flory, experto en el tratamiento de pacientes con cáncer que tienen hiperglucemia, propone un nuevo estudio para comparar la eficacia de los medicamentos para la diabetes en la atención de apoyo para pacientes con cáncer de páncreas. “Desafortunadamente, no hay mucha investigación en esta área y necesitamos pruebas para elegir los mejores medicamentos para esta población de pacientes, especialmente con el objetivo de mejorar su calidad de vida”, dice él. “Por ejemplo, algunos medicamentos para la diabetes facilitan la pérdida de peso y eso es excelente para un paciente diabético que no padece cáncer de páncreas. Pero ciertamente no es tan bueno para un paciente que sí tiene cáncer de páncreas”.
Se ha demostrado una conexión causal entre cáncer de páncreas y diabetes. Aunque alrededor del 50 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas tienen diabetes en el momento del diagnóstico, alrededor del 80 por ciento presentará hiperglucemia durante el tratamiento. Más del 30 por ciento recibirá tratamiento con medicamentos antidiabéticos, en general metformina o una clase de medicamentos más antiguos llamados sulfonilureas.
La metformina pertenece a una clase de medicamento llamada biguanida. Con la metformina, los niveles de glucosa en sangre se reducen principalmente porque disminuye la cantidad de glucosa producida por el hígado y hace que el tejido muscular sea más sensible a la insulina para que la glucosa pueda ser absorbida. La mayoría de los expertos consideran que la metformina es el medicamento más seguro para la diabetes de tipo 2 porque se ha utilizado durante muchas décadas y es eficaz, asequible y causa pocos efectos secundarios. La American Diabetes Association recomienda el uso de metformina como tratamiento de primera línea para la diabetes de tipo 2. Las sulfonilureas, que cobraron importancia por primera vez en la década de 1950, actúan de manera diferente. Estos medicamentos estimulan las células beta del páncreas para que liberen más insulina.
Los efectos secundarios de la metformina son, entre otros, náuseas, vómitos, diarrea, malestar estomacal, sabor metálico en la boca y pérdida del apetito. Tal vez debido a estos efectos secundarios, la metformina parece provocar una pequeña pérdida de peso. Por otro lado, las sulfonilureas pueden hacer que el nivel de azúcar en la sangre baje demasiado, pero también pueden causar hambre y aumento de peso.
Flory está especialmente preocupado por el componente de pérdida de peso de la metformina. Esto se debe a que alrededor del 85 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas tienen caquexia, que se asocia con pérdida de peso, pérdida de masa muscular, falta de apetito, fatiga y disminución de la fuerza. Alrededor del 30 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas mueren por problemas asociados con la caquexia, no con el grado de carga tumoral.
“Debo ser claro, la metformina es un medicamento excelente, un medicamento muy seguro”, señala Flory. “Y la elección entre usar metformina en esta población en lugar de una sulfonilurea, muchas veces, solo se debe a la preferencia clínica. Necesitamos más evidencia sobre lo que puede ser mejor para los pacientes, no solo en términos de control del azúcar en la sangre, sino también de su calidad de vida, que es un aspecto importante de la atención”.
El estudio propuesto
El estudio es un ensayo de investigación “pragmático”, explica Flory. Un ensayo clínico doble ciego es un tipo de ensayo que con mayor frecuencia pertenece al ámbito de un ensayo “explicativo”, agrega. Los ensayos explicativos evalúan el efecto de los tratamientos en condiciones ideales, mientras que los ensayos pragmáticos evalúan el efecto de los tratamientos en la práctica diaria de rutina.
Los investigadores esperan inscribir a 132 pacientes con hiperglucemia y cáncer de páncreas en un ensayo pragmático aleatorizado que compara la metformina con la sulfonilurea. El cambio de peso será el criterio de valoración primario. También se incluirá como criterio de valoración secundario la calidad de vida, medida por un cuestionario específico de calidad de vida en enfermos con cáncer de páncreas. La hipoglucemia grave será un resultado de seguridad clave.
“Realmente esperamos que esto se pueda llevar a cabo”, dice Flory. “Todos los días veo pacientes con cáncer. En Sloan Kettering tenemos un increíble equipo de especialistas en cáncer de páncreas y me satisface colaborar con ellos en este estudio propuesto. El cáncer de páncreas es uno de los tipos de cáncer más difíciles de tratar y la enfermedad puede ser muy dura para las personas.
“La caquexia es difícil para los pacientes y también puede ser dura para sus cuidadores, las personas que los aman. Entonces, si en la atención de apoyo nos enfocamos en una opción común entre dos medicamentos eficaces como la metformina y la sulfonilurea, obtendremos respuestas que pueden mejorar la práctica clínica y realmente mejorar la calidad de vida de estos pacientes. No se puede ignorar la calidad de vida. Es un aspecto importante de la atención. Y subir un poco de peso podría cambiar mucho las cosas para algunos pacientes en términos de calidad de vida”.