Investigación
23 de febrero, de 2023 • 6 Min

Nuevo ensayo de posible detección temprana para diabéticos de tipo 2

Dr. Anna Bergamaschi

Si bien en términos generales el cáncer de páncreas es poco frecuente, es una enfermedad mortal que constituye la tercera causa de muerte por cáncer en los Estados Unidos.

Por desgracia, la mayoría de los casos de cáncer de páncreas no se descubren a tiempo para operar, la única posible cura de la enfermedad.

En general no se recomienda hacer pruebas de detección de cáncer de páncreas en adultos asintomáticos debido a la relativa baja frecuencia de la enfermedad, la ausencia de una prueba de detección eficaz y la posibilidad de que pruebas y estudios innecesarios causen más daños que beneficios. Los investigadores están estudiando y recomendando programas de vigilancia para las personas con mayor riesgo de la enfermedad. Este grupo incluye a personas con cáncer de mama, ovario o colon en la familia o un síndrome genético hereditario asociado con el cáncer de páncreas; quistes en el páncreas; o pancreatitis crónica o hereditaria.

Pero el cáncer de páncreas es una fiera difícil de domar. El tabaquismo, la edad, la obesidad y las dietas abundantes en carnes rojas y procesadas también se relacionan con el riesgo. En la comunidad afroamericana se observan mayores tasas de diagnóstico de cáncer que en otros estadounidenses. También se está estudiando la diabetes de tipo 2 por su rol en el riesgo del cáncer de páncreas.

En un estudio poblacional de 2005 publicado en la revista Gastroenterology se investigó a más de 2000 pacientes mayores de 50 años con diabetes de tipo 2 recién diagnosticada para determinar el desarrollo de cáncer de páncreas dentro de los tres años del diagnóstico inicial.

De los 2,122 pacientes con diabetes, a 18 les diagnosticaron cáncer de páncreas dentro de los tres años. Esto es una incidencia a tres años de casi ocho veces la de la población general. El estudio determinó que el 1 % de los diabéticos mayores de 50 años recibirán el diagnóstico de cáncer de páncreas en el término de tres años desde la confirmación de la diabetes.

Casi dos décadas después de que el estudio se publicara por primera vez, la investigación en curso está comenzando a esclarecer ese riesgo y la relación que podría existir entre la diabetes y el cáncer de páncreas. Actualmente se está llevando a cabo un ensayo clínico llamado Control de la diabetes de reciente aparición para la detección más temprana del cáncer de páncreas, NODMED. Este estudio es sobre pacientes con diabetes de tipo 2 de reciente aparición. Su propósito es evaluar la efectividad de un nuevo análisis de sangre para la detección temprana de cáncer de páncreas en el entorno clínico. La prueba fue desarrollada por Bluestar Genomics, ahora llamado ClearNote Health, de San Diego, California.

Detección temprana del cáncer

Estos análisis de sangre que se realizan para detectar cáncer, a menudo se denominan biopsias líquidas. Por ejemplo, un estudio de un análisis de sangre para identificar más de 50 tipos de cáncer diferentes analiza un tipo de firma o patrón molecular dentro del ADN del cáncer que identifica el tejido del que provino. Estas firmas son un resultado de la metilación del ADN, una modificación natural en la superficie del ADN. Las células cancerosas tienen patrones de metilación del ADN anormales, y estos patrones corresponden al tipo de cáncer que invade el cuerpo. Mediante el uso de métodos de alta tecnología, los científicos pueden crear una especie de índice de estos patrones de metilación del ADN. Las pruebas de detección de múltiples tipos de cáncer podrían ser capaces de concentrarse en las secciones de ADN que diferencian el tejido normal del canceroso, e identificar el lugar de origen.

Otras, como la prueba para cáncer de páncreas Avantect de ClearNote, busca un solo tipo de cáncer. “Realmente estamos apuntando a un enfoque preciso e individualizado, explica la oncóloga molecular y vicepresidenta de desarrollo de productos Dra. Anna Bergamaschi. Ese abordaje, afirma, difiere de las pruebas “comodines más generales”, por lo que tiene mejor sensibilidad y especificidad para el cáncer de páncreas.

El diseño de la prueba Avantect se basa en una combinación de información genómica y epigenómica. La epigenética se refiere al modo en que las conductas y el ambiente causan cambios que afectan cómo actúan los genes. Los cambios epigenéticos no modifican la secuencia del ADN, sino que cambian el modo en que el cuerpo lee esa secuencia. Los cambios epigenéticos incluyen la metilación del ADN y un proceso llamado desmetilación. Normalmente, la metilación “activa” los genes y la desmetilación los “desactiva”.

Avantect mide un biomarcador llamado 5-hidroximetilcitosina, también conocido como 5hmC. Este biomarcador es, en realidad, un producto de la desmetilación activa de la 5-metilcitosina, o 5mC, una forma metilada de la base citosina del ADN.

Esencialmente, esta prueba da seguimiento a la actividad genética y los cambios celulares. “La tecnología marca los fragmentos de ADN que contienen 5hmC para que se puedan secuenciar”, explica Bergamaschi. Una vez que se determinan los perfiles de 5hmC en la sangre de un paciente, se desarrolla un conjunto de biomarcadores mediante algoritmos de aprendizaje automático. “Estamos en presencia de biología activa”, agrega Bergamaschi. “De este modo, la información obtenida de 5hmC, junto con la secuenciación del genoma completo a través del aprendizaje automático, nos da una firma del cáncer. Todo esto con un simple análisis de sangre”.

Un estudio extenso de control de casos incluyó a 2,150 pacientes, 2,048 sin cáncer y 102 con cáncer de páncreas. En ese grupo de pacientes, todos mayores de 50 años, había personas con antecedentes familiares o predisposición genética al cáncer de páncreas, así como también personas con diabetes de tipo 2 recién diagnosticada y diabetes de tipo 2 de larga data, fumadores crónicos y personas con riesgo promedio. Se determinó que la prueba tiene una sensibilidad del 68 % para detectar cáncer de páncreas en fase inicial, y una especificidad del 97 %.

En una ampliación del mismo estudio de control de casos, se comparó la eficacia de la prueba para medir el biomarcador CA 19-9, que habitualmente se usa para conocer la respuesta del cáncer de páncreas al tratamiento. Pero esta prueba no siempre es fiable, ya que algunas personas con cáncer de páncreas no tienen niveles elevados de CA 19-9. Los resultados revelaron que la sensibilidad de la prueba de ClearNote es del 75.8 %, en comparación con la de CA 19-9 que es del 57.6 % para cáncer en fase inicial.

Más información sobre NODMED

Este es un estudio multicéntrico sobre la prueba de ClearNote; se dará seguimiento a los participantes por un período prolongado para recopilar información y observar desenlaces y el efecto directo de la prueba. Los investigadores esperan inscribir a 6,550 hombres y mujeres mayores de 50 años con diabetes de tipo 2 diagnosticada dentro de los 90 días previos a la inscripción.

El estudio tendrá dos cohortes: personas de 50 a 64 años y personas de 65 años en adelante. Se harán imágenes por resonancia magnética (u otro tipo de imágenes si el sujeto no puede hacerse una RM) en los sujetos cuyo resultado de la prueba sea “detectado”.

Si los resultados de imagenología son anormales, se derivará al sujeto a su médico de inscripción para hacer pruebas de diagnóstico adicionales como parte de la atención médica de rutina. Si se diagnostica cáncer de páncreas o cualquier otra lesión en el páncreas, se recopilarán los informes de diagnóstico como parte de los datos clínicos del estudio.

“El cáncer de páncreas es una enfermedad terrible, y demasiadas personas reciben el diagnóstico en los estadios más avanzados de la enfermedad. Por eso es importante darles más tiempo, más momentos valiosos, gracias a la detección temprana”, expresa Bergamaschi.

“Llegar al punto de desarrollar una prueba, automatizarla por completo, hacer un estudio de validación y estudiarla en un ensayo clínico es gratificante. Enfrentamos muchos desafíos, no me malinterpreten. He tenido días difíciles, pero nunca días malos.

“Estoy muy entusiasmada con esto, tanto que les envié un mensaje de texto a mis colegas a las 4 a.m. cuando me enteré de que se había inscrito otro paciente[in the trial]. Me dijeron que debería dormir. Pero como científica, para mí esto es una pasión”.