Perfil molecular conduce a tratamientos no convencionales para el cáncer de páncreas
- Investigación lleva a realizar un perfil molecular antes del tratamiento
- Primer tratamiento en un ensayo clínico
- Una serie de tratamientos no convencionales, incluida terapia dirigida
- SBRT, cirugía de Whipple y más medicamentos experimentales Primer ejemplo destacado
Quiero compartir nuestra historia de esperanza, perseverancia, ingenio y resistencia.
El 16 de febrero de 2016, nuestra vida cambió para siempre. A los 52 años, mi esposo Rick recibió el diagnóstico de adenocarcinoma de páncreas en estadio IV, con un tumor de 5 cm en la cabeza del páncreas y considerables metástasis en el hígado. Rick era una persona sana y activa sin importantes factores de riesgo para el cáncer de páncreas. Había tenido problemas digestivos por muchos años pero nunca le habían diagnosticado lo que ahora creemos que era pancreatitis crónica. Perdió peso, tuvo dolor de estómago y dolor de espalda durante años, pero nunca nos imaginamos este diagnóstico devastador.
Investigación, perfil molecular, y luego tratamientos experimentales
Cuando recibimos el diagnóstico de Rick, comenzamos a investigar. Muy pronto nuestra investigación nos llevó a hacer un perfil molecular que reveló varias mutaciones genéticas en su cáncer. Digno de mención es que tenía un reordenamiento del gen de fusión ROS1, mutación de BRCA2 somática y ausencia de KRAS.
Rick comenzó su tratamiento de primera línea en nuestra ciudad (London, Ontario, Canadá) con el Dr. Stephen Welch en London Health Sciences Centre. Se inscribió en un ensayo clínico que combinaba un medicamento en investigación llamado demcizumab con gemcitabina y Abraxane. Este fue el comienzo de una larga lista de tratamientos a los que Rick se sometió. Gracias a mucha investigación, ingenio, viajes y una visión de futuro, Rick ha llevado el “tratamiento convencional” al siguiente nivel. Completó 15 ciclos en este ensayo antes de que el cáncer progresara.
Nuestra investigación nos orientó hacia la terapia dirigida al hígado. Esta opción no estaba disponible a nivel local. Rick decidió comenzar una serie de tratamientos de quimioembolización transarterial (QETA, o TACE por sus siglas en inglés) dirigida al hígado en la Universidad de Frankfurt, Alemania, durante los siguientes cinco meses. Lo combinó con FOLFIRINOX sistémico en nuestro hospital local. Después de completar seis tratamientos de QETA y cinco tratamientos con FOLFIRINOX, la enfermedad de Rick se estabilizó un poco y el hígado respondió. Durante este período Perthera hizo un análisis proteómico, que se combinó con el análisis molecular previo. Nos brindaron una lista ponderada de posibles opciones de tratamiento en el futuro.
Con el cáncer un poco bajo control, Rick decidió participar en un ensayo clínico de una terapia dirigida al infrecuente reordenamiento de ROS1 con un solo medicamento inhibidor de la tirosina cinasa, entrectinib. Había tenido resultados prometedores en pacientes con varios tipos de cáncer, y era menos tóxico que la quimioterapia. Bajo el cuidado del Dr. Michael Pishvaian (entonces en Georgetown Lombardi Comprehensive Cancer Center, en Washington, D.C., ahora en Johns Hopkins Sibley Memorial Hospital en Washington), Rick pasó siete meses en este ensayo. Se comenzó a sentir bien, por lo que volvió a trabajar, a viajar y a hacer deportes. Rick pudo controlar bien los efectos secundarios, aunque al comienzo fueron muy intensos.
Operación de Whipple y más tratamientos experimentales
Con esta buena reacción y con la enfermedad estable y, por supuesto, la investigación continua, en el verano de 2017, Rick pudo someterse a una cirugía de Whipple en Johns Hopkins Hospital (Baltimore, Maryland) con el Dr. Christopher Wolfgang (que ahora trabaja en NYU Langone en Nueva York). Antes de la cirugía, el cirujano le recomendó a Rick que se hiciera radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) con CyberKnife en el tumor primario del páncreas, y radioembolización con Y90 para los tumores en el hígado. Estos tratamientos de radiación y la recuperación de la operación de Whipple significaron un verano difícil, pero Rick perseveró y no tuvo complicaciones.
Después de la cirugía, Rick continuó con otra terapia dirigida a ROS1. Permaneció estable algunos meses, pero la enfermedad progresó con metástasis pulmonar. Nuestra investigación continua de los tipos de cáncer con reordenamiento de ROS1 nos llevó a una oncóloga torácica, la Dra. Alice Shaw de Massachusetts General Hospital (Boston, Massachusetts). Ella se especializa en cáncer de pulmón con reordenamiento de ROS1 y en abril de 2018 aceptó a Rick como paciente. Le recomendó que probara un inhibidor de ROS1 experimental y de próxima generación llamado lorlatinib. Lo usaban en ensayos clínicos para pacientes con cáncer de pulmón; ella obtuvo permiso especial de Pfizer (el fabricante del medicamento) para poner a Rick en un ensayo de uso compasivo de una sola persona.
Rick respondió de inmediato, con una caída importante del nivel de CA 19-9 y regresión tumoral. Después de casi un año en esta terapia dirigida, sus tomografías se ven estables y tenemos esperanza de una respuesta duradera y continua. Esta terapia dirigida le ha permitido a Rick permanecer extremadamente activo y disfrutar de viajar, de los deportes y del ciclismo. El noviembre pasado, hasta celebramos nuestro 30 aniversario de bodas, algo que honestamente tres años atrás no pensamos que podríamos alcanzar.
Estamos sumamente agradecidos a la Dra. Shaw y su equipo por obtener el acceso especial y colaborar con nuestros oncólogos locales, primero con el Dr. Welch y ahora con el Dr. Mark Vincent, con quien Rick comenzó a atenderse en 2018. Prevemos que lorlatinib dejará de funcionar para Rick en algún momento, por lo que seguimos investigando otros ensayos clínicos como inmunoterapias y otras terapias dirigidas con base en el análisis molecular actualizado.
Nuestro mensaje para otros pacientes
Mi mensaje para quienes acaban de recibir el diagnóstico y para pacientes que ya fueron tratados es que deben aprender tanto como puedan sobre su tipo de cáncer: háganse las pruebas moleculares y exploren tratamientos según la biología de ese tipo de tumor. Intentamos adelantarnos a la enfermedad mediante la investigación, la lectura y la conexión con otros pacientes y médicos para encontrar y combinar tratamientos no convencionales o ensayos prometedores.
¿Desapareció el cáncer? No, pero al vivir con cáncer avanzado, celebramos cada día que sobrevivimos o ganamos. Rick es un luchador increíble y es realmente inspirador. Celebramos tres años desde el diagnóstico; damos gracias a Dios por sus milagros, y vivimos con gratitud cada día de nuestra vida.
Rick falleció de cáncer de páncreas después de la publicación de su historia. Estamos muy agradecidos de que él y Shelley hayan compartido su historia sobre su búsqueda de los últimos tratamientos, para que otros enfermos de cáncer de páncreas y sus familias puedan conocer sus opciones.