¿Qué hace exactamente un farmacéutico oncológico?
En lo que respecta al tratamiento del cáncer, probablemente haya imaginado trabajar en colaboración con médicos y personal de enfermería.
La verdad es que la atención oncológica requiere un esfuerzo de equipo que incluye una variedad de profesionales de la atención médica. Y los farmacéuticos son parte de ese equipo.
Claro, el farmacéutico de su farmacia dispensa medicamentos a pacientes con cáncer, pero usted también puede encontrar farmacéuticos que atienden a pacientes con cáncer en otros lugares, como hospitales, clínicas, centros de infusión y centros de investigación. En el mundo del cáncer, los farmacéuticos que trabajan en estas áreas forman equipo con su médico para ayudar a resolver y prevenir problemas relacionados con el tratamiento del cáncer que usted recibe.
“El cáncer es una enfermedad compleja, y contar con un farmacéutico ayuda a garantizar que el proceso general se desarrolle sin problemas al ser un enlace flexible entre todas las modalidades de atención médica y el paciente”, dice la Dra. Tammy McClellan, doctora en Farmacia, farmacéutica oncológica clínica en Riverside Healthcare en Kankakee, Illinois. “Un farmacéutico oncológico es responsable de ayudar en el proceso de toma de decisiones para asegurarse de que cada paciente reciba el mejor tratamiento para su tipo de cáncer y estructura genética particular”.
Asegurarse de que los pacientes con cáncer reciban los medicamentos correctos
Los farmacéuticos que se especializan en el tratamiento del cáncer realizan una variedad de tareas importantes, que incluyen la verificación de la selección de tratamientos, las dosis de quimioterapia, la frecuencia de estas, las interacciones farmacológicas y la preparación de los productos finales. Pero sus tareas no terminan ahí.
Quizás una tarea menos obvia, pero de igual importancia, es garantizar la seguridad durante la preparación y la manipulación de la quimioterapia, según la Hematology/Oncology Pharmacy Association. Por ejemplo, algunos medicamentos de quimioterapia que se usan para tratar el cáncer deben combinarse o prepararse desde cero.
En tales casos, estos medicamentos a menudo vienen del fabricante en forma de polvo sin diluir o como concentrado líquido, aunque algunos también pueden estar congelados. Sin embargo, estos medicamentos suelen ser demasiado potentes en su forma pura y no pueden ingresar así al organismo. Por lo tanto, los medicamentos deben prepararse para su uso en una dosis diseñada específicamente para satisfacer las necesidades del organismo de un paciente determinado antes de poder inyectarlos en sitios como las venas o el pequeño espacio entre el cerebro y la médula espinal. Para hacer esto, el personal de la farmacia puede mezclar los medicamentos con una solución a base de agua que contiene sustancias como la sal.
Otra cosa importante que debe saber es que los medicamentos de quimioterapia pueden causar daño a las personas que no tienen cáncer. Quienes preparan y administran estos medicamentos deben manipularlos con cuidado. Mientras los farmacéuticos y su equipo de apoyo preparan estos medicamentos, el farmacéutico también se esfuerza por limitar su propia exposición y la de su equipo a estos medicamentos.
En general, la atención que recibiría para el cáncer de páncreas no es diferente de la atención que recibiría para otros tipos de cáncer, según McClellan. Sin embargo, debido a que el cáncer de páncreas se suele diagnosticar en estadios avanzados, se requiere “un enfoque agresivo” lo antes posible.
Un tratamiento más “agresivo” significa que probablemente recibirá más de un tipo de medicamento para tratar su cáncer. “Los pacientes con cáncer de páncreas tienen más probabilidades de recibir una terapia combinada o de infusión en lugar de terapia oral por sí sola”, explica McClellan.
El papel del farmacéutico en el tratamiento del cáncer
Los farmacéuticos que se especializan en el tratamiento de pacientes con cáncer también tienen lo que McClellan describe como “[roles] roles proactivos en el manejo de los síntomas y la atención de apoyo”. En el proceso, asesoran a los pacientes y abordan cualquier inquietud del paciente o del cuidador que pueda surgir.
Para tener una mejor idea de cómo funciona esto, ella describe la interacción del farmacéutico oncológico con usted, su oncólogo y su cuidador de la siguiente manera:
- Los farmacéuticos oncológicos examinarán los resultados médicos y sus características mientras consideran todos los posibles tratamientos.
- Luego, revisarán la información con su oncólogo para determinar el plan de tratamiento más eficaz para usted.
- Su farmacéutico oncológico se asegurará de que el equipo médico tenga todos los resultados de los análisis, los medicamentos y los documentos necesarios, como las aprobaciones y derivaciones del seguro.
- El farmacéutico programará una cita con usted para darle información detallada sobre su tratamiento y para responder preguntas.
- Su farmacéutico oncológico monitoreará frecuentemente la reacción del organismo al tratamiento durante todo el tiempo que reciba tratamiento para el cáncer. También seguirá siendo un recurso para usted y su oncólogo.
A pesar del papel fundamental que desempeñan en el cuidado de los pacientes con cáncer, no todos los pacientes con cáncer tienen acceso a un farmacéutico oncológico. Según McClellan, “no hay obligación por ley de que este tipo de farmacéuticos formen parte de todas las áreas de la atención médica”.
Además, algunos lugares, como las comunidades rurales y las áreas pobres, suelen tener menos recursos y es menos probable que contraten a profesionales médicos que brinden servicios especiales como los que brinda McClellan.
McClellan alienta a todos los pacientes a participar activamente en su propia atención, independientemente de si cuentan o no con un farmacéutico oncológico. “Cada persona tiene la responsabilidad de ser su propio defensor en cuestiones de salud”, aconseja. “Conozca su cuerpo, confíe en su instinto y sepa cuáles son los factores de riesgo y los síntomas del cáncer de páncreas”.
En otras palabras, usted, el paciente, desempeña un papel en su atención médica tan importante como el de su equipo médico. “Aproveche todas las oportunidades para controlar las áreas de su vida que pueda y mantenga el equilibrio”, agrega McClellan.
Ahora que sabe más sobre cómo un farmacéutico oncológico puede ayudarle en su lucha contra el cáncer, debería ser más fácil convertirse en su propio defensor en cuestiones de salud.
¿Por qué a algunos farmacéuticos se les llama “doctor”?
Como puede haber aprendido en este artículo, los farmacéuticos no solo trabajan detrás del mostrador. Trabajan en muchos lugares diferentes. Además, la formación que se necesita para convertirse en farmacéutico se ha ampliado con los años. Originalmente, todos los farmacéuticos tenían que tener una licenciatura en farmacia para trabajar en su campo. Pero ahora deben tener educación adicional: un doctorado. De hecho, cualquier persona que se gradúe de la facultad de farmacia hoy en día debe tener un doctorado en farmacia para trabajar como farmacéutico. Estos profesionales son conocidos como doctores en farmacia o PharmD. Debido a que se trata de un doctorado, las personas que tienen un PharmD han obtenido el título de “Doctor”, después de un mínimo de seis años de educación especializada.
Además, los farmacéuticos que ejercen (atienden a los pacientes) deben registrarse o tener una licencia en el estado donde ejercen. Así que, del mismo modo que un médico se presenta ante un panel examinador y un abogado rinde un examen ante el Colegio de Abogados, un farmacéutico también debe presentarse a un examen similar. Una vez que los farmacéuticos obtienen la licencia, reciben la distinción de “farmacéutico registrado”, en general abreviado como “RPh”.