Qué es la oncología integral
Si le han diagnosticado cáncer, es probable que haya recibido una gran variedad de tratamientos para garantizar los mejores resultados.
En el caso del cáncer de páncreas, por ejemplo, su oncólogo puede recomendar quimioterapia, radiación, cirugía o una combinación de las tres. Pero, ¿cómo hacen los médicos para ir más allá de los métodos básicos para apoyar a los pacientes durante su tratamiento, desde soportar los daños de las quimioterapias tóxicas hasta afrontar el miedo durante la supervivencia? Ahí es donde entra en juego la oncología integral.
“En un nivel muy básico, el cáncer es una enfermedad en la que los pacientes han perdido el control sobre una parte de su cuerpo”, dice el Dr. Santosh Rao, director médico de oncología integral de University Hospitals Connor Whole Health en Cleveland, Ohio. “Con la oncología integral, nuestro objetivo es apoyar a los pacientes durante el tratamiento y ayudarlos a sentirse menos indefensos”.
¿Qué es la oncología integral?
Comencemos con lo que NO es la oncología integral. La oncología integral NO es medicina alternativa. No se trata de incursionar en terapias no probadas ni de experimentar con tratamientos que carecen de pruebas científicas de seguridad y eficacia. En cambio, la oncología integral se enfoca en incluir técnicas complementarias fundamentadas además de la atención médica convencional para mejorar los desenlaces clínicos y la calidad de vida de los pacientes.
“La oncología integral tiene que ver con el empoderamiento del paciente”, explica Rao. “La idea es crear programas de bienestar, para ayudar a los pacientes a descubrir estrategias de alimentación, ejercicio y manejo del estrés que los respalden a lo largo de su experiencia con el cáncer y más allá”. El objetivo: optimizar la salud y la vitalidad durante toda su atención oncológica, desde la prevención hasta la supervivencia.
Algunos tratamientos destacados en oncología integral
La oncología integral es un enfoque de atención oncológica centrado en el paciente. Brinda una orientación fundamentada para tratamientos no farmacológicos que van desde consejos sobre alimentación y acupuntura hasta prácticas de cuerpo y mente como yoga, masajes, respiración profunda y otras técnicas de respiración, y taichí.
Estos tratamientos de apoyo tienen muy pocos efectos secundarios y la mayoría de ellos no son muy costosos. “La oncología integral ofrece un enfoque personalizado que ayuda a los pacientes a manejar la toxicidad del tratamiento”, dice Rao. “Y el enfoque ‘correcto’ será diferente para cada paciente”.
Los pacientes que sufren dolor, por ejemplo, pueden probar masajes o acupuntura para ver si eso puede reducir su necesidad de tomar opioides. Y aquellos que sufren de náuseas, pueden probar el té de jengibre o la acupresión en lugar de, o además de, tomar remedios farmacéuticos.
“Estamos aprendiendo cada vez más sobre dónde encajan estas terapias dentro del contexto de la atención oncológica”, agrega Rao. “Y algunas se están convirtiendo en parte del tratamiento convencional”.
Información sobre la oncología integral
Según la oncología integral, siempre hay algo que los profesionales de la atención médica pueden hacer para ayudar a los pacientes. “Tal vez no podamos cambiar el curso de la enfermedad de un paciente”, dice Rao. “Pero hay una variedad de terapias de apoyo que pueden ayudarles a tolerar el tratamiento y mejorar su calidad de vida”.
La oncología integral gira en torno a esas terapias basadas en la evidencia. Pero si los beneficios de una técnica en particular no se han probado en un ensayo clínico aleatorizado, no todos los médicos se sienten cómodos a la hora de recomendar esas terapias a los pacientes. Y en la mayoría de los casos, se reduce a un análisis de los riesgos y los beneficios.
“En general, me pregunto lo siguiente: ¿cuál es la probabilidad de que ayude? ¿Y qué tan nocivo puede ser?”, explica Rao. “Si la modalidad es absolutamente segura y cree que puede serle útil, soy más permisivo. La realidad es que algunas de estas terapias producirán una reacción medible debido al efecto placebo, y no hay nada de malo en introducir algo que puede ser útil y es muy poco probable que sea dañino”.
Consideración de la persona en su totalidad
La oncología integral tiene como objetivo “curar” a la persona en su totalidad, no solo su enfermedad o sus síntomas. La disciplina también tiene en cuenta la cultura y el sistema de creencias de una persona. Los sistemas de curación tradicionales han sido parte de diferentes prácticas culturales y religiosas durante siglos, y pueden desempeñar un papel en el plan de prevención, tratamiento y recuperación de una persona.
“El concepto de curación significa diferentes cosas para diferentes personas y puede incluir espiritualidad, bienestar emocional o recuperación física”, dice Rao.
En la oncología integral, los pacientes tienen acceso a terapias de apoyo que pueden mejorar tanto su calidad como su cantidad de vida, al mismo tiempo que prestan atención a los factores del estilo de vida, como la alimentación, el ejercicio, la calidad del sueño y la espiritualidad.
En un mundo ideal, los pacientes trabajarán en colaboración con su oncólogo y el equipo de atención de apoyo para crear un plan que sirva a los mejores intereses del paciente, y el paciente siempre estará en el centro de ese plan. “Es realmente importante tener estas conversaciones dentro del sistema médico con personas que trabajan juntas”, enfatiza Rao.