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19 de enero, de 2021 • 4 Min

No hay tiempo para esperar: los pacientes con cáncer de páncreas del Reino Unido luchan contra los retrasos en el tratamiento y el diagnóstico

Pancreatic Cancer UK logo and coronavirus

Una espera de dos meses para ver a un oncólogo significa mucho más que un inconveniente para los pacientes con cáncer de páncreas: puede ser una cuestión de vida o muerte.

Pero esa es la situación a la que se enfrentaron los pacientes con cáncer de páncreas en el Reino Unido en la primavera de 2020, en el punto álgido inicial de la pandemia de la COVID-19.

La reducción de la capacidad en muchos hospitales significó pausas o retrasos en los tratamientos. Muchos pacientes pancreáticos de edad avanzada o con comorbilidades que los ponen en mayor riesgo de sufrir infecciones graves por COVID tuvieron que tomar decisiones difíciles que implicaron la suspensión o una selección de los tratamientos.

Aquellos que recibían atención paliativa o de apoyo también se enfrentaron a una reducción significativa de los servicios, y la carga psicológica de casi todos los pacientes fue alta, como lo demuestra el aumento del 58 por ciento en las llamadas y los correos electrónicos a la Línea de Apoyo de Pancreatic Cancer UK.

También hubo un peligro más impreciso: muchas menos personas que tenían posibles síntomas de cáncer de páncreas estaban dispuestas a “molestar” a un Servicio Nacional de Salud (National Health Service, NHS) sobrecargado o a arriesgarse a contraer una infección por coronavirus al aventurarse al consultorio de su médico, lo que dio lugar a muchos diagnósticos pasados por alto.

Durante la ola inicial de COVID-19, se derivó 75 por ciento menos personas a citas relacionadas con el cáncer en comparación con el año anterior y, entre marzo y junio, hubo 34 por ciento menos derivaciones por casos de cáncer en la región gastrointestinal superior que en 2019. Según un informe de la BBC de diciembre de 2020, entre abril y septiembre de 2020 se realizaron al menos 4.4 millones de tomografías menos en Inglaterra en comparación con el mismo período de 2019, y una de cada siete personas debe esperar ahora más de tres meses para realizarse una tomografía mientras el NHS intenta ponerse al día con el trabajo atrasado.

El impacto completo “todavía está por verse”

Aunque la situación de la COVID-19 mejoró durante la segunda mitad de 2020, es probable que un resurgimiento con cepas mutadas golpee con fuerza, y el impacto total del virus en los pacientes con cáncer de páncreas en el Reino Unido aún está por verse, según Peter De Rosa, director de Política e Inteligencia de Pancreatic Cancer UK.

“Prevemos que pronto empezarán a llegar al sistema estos pacientes con diagnóstico retrasado, y el cáncer estará probablemente en un estadio más avanzado y será más difícil de tratar”, explica De Rosa.

La organización sin fines de lucro comenzó desde el principio a aprovechar las plataformas virtuales para todos los aspectos de sus operaciones: apoyo, educación, defensa y recaudación de fondos. Esto le ha ayudado no solo a sobrevivir durante la crisis sino, en cierto modo, a prosperar. Rápidamente reunió a especialistas en cáncer de páncreas de todo el país, y de todo el mundo, e incorporó a algunos médicos de Italia que habían experimentado una oleada anterior de la COVID, para que ayuden a evaluar la situación y a prepararse para lo que pudiera venir.

Con la intención de mantener la atención sobre el cáncer de páncreas mientras el mundo se concentraba en la COVID, Pancreatic Cancer UK llevó a cabo la campaña en redes sociales #NoTimeToWait (no hay tiempo para esperar). Además, involucró al público con una petición en la que se solicitaba al Gobierno del Reino Unido que mantuviera la atención médica del cáncer y que diera prioridad a los pacientes con cáncer de páncreas en los planes de recuperación de los servicios oncológicos. La petición obtuvo 60,000 firmas.

De Rosa y su equipo también escribieron a todos los organismos locales del NHS, y les preguntaron cuál era el plan para garantizar que los pacientes con cáncer de páncreas recibieran un tratamiento que les podría salvar la vida durante y después de la pandemia. “Aproximadamente el 89 % de los organismos respondió. Eso nos tranquilizó mucho”, señala.

Una crisis del cáncer de páncreas antes de la crisis

Aun si el Reino Unido es capaz de restablecer los servicios oncológicos a los niveles anteriores a la COVID, esto no será suficiente, afirma De Rosa. La atención para el cáncer de páncreas en el Reino Unido estaba en crisis antes de la pandemia, añade, con una de las peores tasas de supervivencia de la Unión Europea y otros países desarrollados. Cada año se diagnostican alrededor de 10,000 personas con cáncer de páncreas en el Reino Unido, y 9000 mueren anualmente por esta causa. La tasa de supervivencia a un año es de alrededor del 25 por ciento, y desciende al 7 por ciento a los cinco años. Las opciones de tratamiento y los resultados también varían dentro de Inglaterra y entre las demás naciones del Reino Unido: Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

“Necesitamos un cambio masivo y un enfoque nacional para estandarizar la atención y los resultados”, explica De Rosa. “Se está haciendo un gran trabajo en materia de cáncer de páncreas en el Reino Unido, pero el desafío será implementar estas innovaciones y mejores prácticas en toda Inglaterra y las naciones descentralizadas”.

El objetivo de Pancreatic Cancer UK ahora es seguir proporcionando apoyo a los pacientes durante la crisis de la COVID y concientizar sobre los síntomas del cáncer de páncreas para que la gente se sienta motivada a buscar un diagnóstico. “La concientización sobre los síntomas es ahora más importante que nunca”, afirma.

Durante el verano, Pancreatic Cancer UK realizó una campaña de concientización con un video de Bryony, una paciente con cáncer de páncreas de 42 años, que afirmaba que “cuando se padece cáncer de páncreas, el tiempo es el mayor asesino”.

“Hemos visto al gobierno hacer cosas increíbles para salvar la vida de la gente durante la COVID y todo lo que pedimos es que hagan lo mismo por las personas a las que se les diagnostica cáncer de páncreas”, añadió.

La pandemia de la COVID-19 ha hecho que una situación complicada sea más urgente.