Investigación
9 de agosto, de 2022 • 4 Min

Una vacuna de ARNm muestra resultados prometedores

Dr. Vinod Balachandran

Las proteínas son moléculas grandes y complejas que hacen la mayor parte del trabajo en las células.

Hemos oído hablar de proteínas y células, pero no mucho sobre el ARNm, más allá de alguna clase de biología en la secundaria. El ARNm (ácido ribonucleico mensajero) indica a las células qué proteínas producir para hacer que funciones como el crecimiento y el mantenimiento de los tejidos, el equilibrio de líquidos, la función inmunitaria, etc. se desarrollen normalmente.

Gracias al increíble éxito de las vacunas de ARNm para frenar las hospitalizaciones y muertes por COVID, el ARNm ahora es el centro de atención. Pero la tecnología de ARNm no es nueva. De hecho, hace más de cuatro décadas los científicos intentaron transportar ARNm a células humanas y de ratón para inducir la expresión de proteínas. La idea de la vacuna de ARNm es que los científicos podrían ordenar a las células que produzcan proteínas para reconocer mejor a un invasor.

Vacuna de ARNm y cáncer de páncreas

Una nueva vacuna desarrollada con la misma tecnología que la vacuna contra el COVID de Pfizer-BioNTech plantea posibilidades interesantes para el tratamiento del cáncer de páncreas. En un ensayo inicial, la mitad de los pacientes con cáncer de páncreas seguían sin cáncer 18 meses después de recibir la vacuna.

El tratamiento fue creado por el cirujano científico Vinod Balachandran, M.D., de Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) de la ciudad de Nueva York, en colaboración con la empresa biofarmacéutica BioNTech y la empresa de biotecnología Genentech. Los resultados del ensayo se presentaron en la conferencia de la American Society of Clinical Oncology de 2022.

“Es magnífico lo que esto representa para el cáncer de páncreas. Nos urge lograr avances para tratar esta enfermedad”, dice Balachandran. “La cirugía sigue siendo la única posibilidad de cura, pero demasiados pacientes tienen recurrencia a pesar de recibir tratamiento quirúrgico y quimioterapia”.

La clave de los sobrevivientes de largo plazo

La hipótesis del estudio se remonta al trabajo inicial en el laboratorio de Balachandran, donde los investigadores intentaban responder una pregunta desconcertante: ¿Qué tienen los sobrevivientes de cáncer de páncreas a largo plazo que los hace diferentes? ¿Y se puede aprovechar esa diferencia para crear medicamentos o terapias que funcionen para otros enfermos con cáncer de páncreas? Lo que los investigadores descubrieron es que una de las diferencias sorprendentes entre los pacientes con respuesta excepcional al tratamiento de cáncer de páncreas y los que no responden tan bien es la presencia en los tumores de moléculas llamadas neoantígenos, que son reconocidos por las células inmunitarias llamadas linfocitos T.

En artículos publicados en noviembre de 2017 y mayo de 2022 en la revista Nature, Balachandran y sus colegas informaron que los sobrevivientes de cáncer de páncreas a largo plazo tienen tumores que son particularmente inmunogénicos, lo que significa que los linfocitos T espontáneamente los reconocen y atacan. En estos pacientes se encontraron linfocitos T específicos para neoantígenos patrullando el cuerpo incluso una década o más después del tratamiento. Los investigadores concluyeron que es posible que los linfocitos T hayan impedido la recurrencia del cáncer.

Significativamente, el equipo también encontró neoantígenos en los tumores de personas que no sobrevivieron a largo plazo. Aunque estos neoantígenos no fueron reconocidos espontáneamente por los linfocitos T, su presencia sugiere que las vacunas que incorporan los neoantígenos correctos podrían estimular la acción de las células inmunitarias, lo que generaría el mismo efecto anticancerígeno.

“Fue un hallazgo sorprendente”, explica Balachandran. “Los datos sugirieron que al menos una de las características distintivas de estos sobrevivientes a largo plazo y sus excepcionales resultados clínicos era la capacidad de sus sistemas inmunitarios de reconocer espontáneamente los neoantígenos en los tumores”.

“Si el reconocimiento espontáneo de neoantígenos que ocurre en sobrevivientes a largo plazo representa el mejor de los casos, nos preguntamos si sería posible estimular con una vacuna el sistema inmunitario de otros enfermos para replicar este fenómeno”.

A partir de este hallazgo, en 2019 Balachandran y sus colegas de MSKCC iniciaron un ensayo clínico para probar una vacuna de ARNm en personas con cáncer de páncreas. En este caso, cada vacuna es personalizada para cada paciente y contiene los neoantígenos de sus tumores con mayor probabilidad de estimular los linfocitos T.

Este ensayo clínico, el primero en usar ARNm para tratar el cáncer de páncreas, se completó en 2021, un año antes de lo previsto, a pesar de haberse realizado en medio de una pandemia.

Sobre el estudio

El ensayo de fase I en un solo centro, iniciado por el investigador, se diseñó para evaluar la inmunoterapia individualizada autogénica cevumeran en combinación con el inhibidor del punto de control inmunitario anti-PD-L1 atezolizumab. Los fármacos anti-PD-L1 son otra forma de inmunoterapia. Este régimen fue un complemento del tratamiento convencional con quimioterapia adyuvante mFOLFIRINOX en pacientes con cáncer de páncreas resecado. El objetivo principal del estudio era evaluar la seguridad de este régimen. Uno de los objetivos secundarios era evaluar la eficacia del tratamiento, medida por la supervivencia sin recaídas en 18 meses. Los investigadores también querían medir la inmunogenicidad y la viabilidad del régimen de tratamiento.

En ocho de los 16 pacientes estudiados, las vacunas activaron los linfocitos T que reconocieron el cáncer de páncreas del propio paciente. Además, la recurrencia en estos pacientes ocurrió más tarde, lo que sugiere que tal vez los linfocitos T activados por las vacunas tengan el efecto deseado de controlar el cáncer de páncreas.

“El cáncer de páncreas es mortal. Resiste todos los tratamientos actuales, incluidas las inmunoterapias”, señala Balachandran. “Solíamos pensar que el cáncer de páncreas no tenía suficientes neoantígenos para este tipo de vacuna. Estos resultados muestran que podemos aprovechar el ARNm para enseñarle al sistema inmunitario de los pacientes con cáncer de páncreas a reconocer los neoantígenos y, por lo tanto, sus propios tumores”.

El próximo paso, afirma, es un ensayo aleatorizado de mayor magnitud. “Esto nos dará más información importante sobre cómo tratar mejor a los pacientes con cáncer de páncreas con estas nuevas terapias fascinantes”, dice Balachandran.