Investigación
31 de marzo, de 2017 • 4 Min

Ensayo clínico de inmunoterapia más vitamina del sol puede ayudar en la lucha contra el cáncer de páncreas

Dr. Erkut Borazanci

La vitamina D, la llamada “vitamina del sol”, favorece los huesos fuertes, una presión arterial saludable y puede incluso reforzar el sistema inmunitario.

Ahora, algunos investigadores están estudiando una versión modificada químicamente de la vitamina D como un medicamento en la lucha contra el cáncer de páncreas mestastásico.

¿Por qué la vitamina D?

En 2013, los investigadores de Salk Institute descubrieron que un derivado sintético de la vitamina D podía normalizar una barrera de células llamadas células estrelladas que parecen proteger los tumores pancreáticos de los medicamentos quimioterapéuticos. En teoría, normalizar este escudo podría hacer que el cáncer de páncreas sea mucho más sensible a la terapia. Desde ese momento, se han realizado varios ensayos que estudian la vitamina D y su potencial en la lucha contra el cáncer de páncreas.

Uno de esos estudios se está llevando a cabo en HonorHealth Research Institute en Scottsdale, Arizona. El ensayo NAPPCG: Combination Therapy for Patients With Untreated Metastatic Pancreatic Ductal Adenocarcinoma (terapia combinada para pacientes con adenocarcinoma ductal de páncreas metastásico y no tratado) se basa en dos medicamentos convencionales para el cáncer de páncreas metastásico: la gemcitabina y una formulación de paclitaxel ligado a nanopartículas de albúmina (nab-paclitaxel). Un tercer medicamento, un derivado del platino llamado cisplatino, también es parte del régimen de tratamiento. Pero el ensayo también agrega dos elementos nuevos: nivolumab, un medicamento de inmunoterapia diseñado para inhibir las proteínas que evitan que el sistema inmunitario ataque las células cancerosas, y paricalcitol, que es un derivado de la vitamina D y que los investigadores esperan que ayude a extender la supervivencia de los pacientes.

El ensayo NAPPCG, que inscribirá a alrededor de 25 participantes, ampliará los descubrimientos de un ensayo previo que combinó los tres medicamentos gemcitabina, nab-paclitaxel y cisplatino. Los resultados demostraron que los tumores pancreáticos desaparecieron por completo en dos de los participantes del estudio, mientras que los tumores se redujeron al menos un 30 por ciento en un 71 por ciento de los pacientes del estudio.

Los médicos son optimistas, aunque queda por ver si este nuevo ensayo es aun más eficaz.

Los datos iniciales correspondientes a los 10 primeros pacientes del régimen del estudio son “muy prometedores”, dice el investigador principal de NAPPCG, el Dr. Erkut Borazanci, oncólogo en HonorHealth System. Borazanci también se desempeñó como uno de los investigadores principales en el ensayo que estudió la triple combinación de medicamentos.

NAPPCG aprovecha el trabajo colaborativo que fue apoyado por Stand Up To Cancer y Lustgarten Foundation. “Sin datos confiables sobre el uso de la triple combinación de gemcitabina, nab-paclitaxel y cisplatino nunca hubiéramos podido pasar a este estudio de fase II”, dice Borazanci. “Esperamos que la vitamina D afecte el microambiente del tumor, lo que potencialmente lo convertirá en un entorno más amigable para que los otros medicamentos, como el inhibidor de puntos de control, hagan su labor”.

Comprensión del microambiente

El trabajo de las células estrelladas pancreáticas es reparar pequeñas lesiones en el páncreas al cambiar brevemente a un estado activado cuando ocurre el crecimiento celular activo. Pero cuando se trata del cáncer de páncreas, las células estrelladas que están ubicadas cerca de un tumor permanecen activas. Es este estado de activación crónica que potencia los factores de crecimiento de las células del cáncer de páncreas. Esto resulta en la diseminación del tumor además del establecimiento de una barrera similar a una pared de células alrededor del tumor. Según el Salk Institute, esa barrera es la que protege al tumor de los medicamentos contra el cáncer.

Investigaciones anteriores demostraron que una forma modificada de la vitamina D podría desactivar este proceso en el hígado, que se sabe que tiene receptores de la vitamina D. No se pensaba que el páncreas tuviera estos receptores, pero la investigación adicional ha demostrado que, de hecho, las células estrelladas cercanas al tumor pancreático sí tienen receptores de vitamina D y una versión modificada de la vitamina D puede “apagar” la activación y así detener el desarrollo y la inflamación.

“Fue un hallazgo enorme porque uno de nuestros grandes obstáculos es hacer llegar la quimioterapia al tumor”, dice Borazanci. “A partir de la comprensión de lo que la vitamina D puede hacer, queremos expandir los límites y ver qué se puede hacer para mejorar los resultados de nuestros pacientes de cáncer de páncreas”.

De hecho, expandir los límites es clave para la investigación del cáncer de páncreas y para aquellos científicos y médicos que realizan los estudios.

“En general, el cáncer de páncreas es un cáncer difícil de tratar, por lo que cuando veo personas que antes tenían mucho dolor y sufrían terriblemente y que han mejorado y tienen una mejor calidad de vida, eso hace que todo valga la pena”, dice Borazanci, quien decidió especializarse en oncología después de ser testigo de la experiencia de un paciente con cáncer de páncreas durante su residencia médica. “Deseo llevar la investigación a las personas que realmente necesitan la ayuda. Esa es la manera en la que podemos cambiar vidas para bien”.

El ensayo clínico NAPPCG está patrocinado por HonorHealth Research Institute e incluye colaboradores como Translational Genomics Research Institute y Bristol-Myers Squibb, y mediante el apoyo de Seena Magowitz Foundation y Mattress Firm.