Ahora tengo una buena vida
Cuando Malcolm Robertson recibió el diagnóstico de cáncer de páncreas, lo primero que pensó fue que quería ver crecer a sus pequeñas hijas.
Malcolm ya sabía que era BRCA2 positivo y que esta mutación no solo aumentaba la probabilidad de padecer este cáncer, sino que también aumentaba la eficacia de ciertos tratamientos. Decidió viajar para recibir el tratamiento, apoyado por el amor y el aliento de su familia.
Lea más de la historia de Malcolm en “Una mutación genética ayuda a mi tratamiento”.