No hubo advertencia antes de mi diagnóstico de cáncer de páncreas
- Diagnóstico sorprendente conduce a quimioterapia y radiación
- Complicaciones demoran el procedimiento de Whipple por dos meses
- Otro ejemplo destacado
- Finalmente, este es un último ejemplo destacado
El 6 de abril de 2018, una semana después de mi 65 cumpleaños, jugué tres sets de tenis, trabajé en el jardín por una hora e hice ejercicio por una hora en el gimnasio.
Al día siguiente, comencé a sentirme mal de una forma muy debilitante. Mi orina era del color de la Coca-Cola y tenía mucho malestar abdominal.
El domingo, 8 de abril, fui a un centro de atención de urgencia. Me hicieron análisis de sangre y orina y me enviaron al servicio hospitalario de urgencias en la localidad cercana de Braselton, Georgia. Me realizaron una tomografía computarizada que mostró un tumor en la cabeza del páncreas. Luego me hicieron una biopsia que mostró que era maligno. Me diagnosticaron adenocarcinoma de páncreas. No había tenido mucha advertencia previa.
Quimioterapia difícil antes de la cirugía
Los médicos en el hospital de Braselton me derivaron a un cirujano en Emory, Atlanta. Comencé el tratamiento en Emory y allí recibí tres ciclos de FOLFIRINOX. Se suponía que me iban a operar a finales de agosto, pero tenía una obstrucción en el conducto biliar que requería un stent. Cuando el stent provisional se reemplazó por uno de metal a comienzos de junio, la vesícula biliar duplicó su tamaño normal. Esto requirió que me colocaran una sonda de colecistectomía en la vesícula a través del hígado. El líquido drenaba a una bolsa enganchada a la pierna hasta el día de la cirugía. Estuve muy enfermo por un par de semanas y nadie tenía la respuesta. Consultamos con médicos en Atlanta, Braselton y Gainesville, Georgia.
Mi hija es enfermera y tenía un contacto en MD Anderson en Houston, por lo que mi esposa y yo nos mudamos del área de Atlanta a Houston a comienzos de junio de 2018 para que yo pudiera recibir tratamiento y operarme en MD Anderson. Después de conocer al Dr. David Fogelman, recibí otro ciclo más de FOLFIRINOX y luego 10 días de radiación para prepararme para la operación de Whipple. No me fue bien con el FOLFIRINOX y cada ciclo subsiguiente fue peor que el anterior. Persistí en medio de náuseas constantes y un malestar general.
Debido a las complicaciones con la vesícula, la cirugía se pospuso hasta el otoño. Finalmente, me sometí a la operación de Whipple el 4 de octubre. La cirugía salió bien, pero mi cirujano, el Dr. Matthew Katz, no pudo extirpar algunas zonas de células cancerosas microscópicas.
Recuperación difícil después de la cirugía
Después de la cirugía, tuve algunas complicaciones graves. Pasé nueve días en el hospital antes de regresar a nuestro departamento temporal en Houston. Durante la primera semana en el departamento soporté mucho dolor, náuseas y fiebre y prácticamente no dormía. No recuerdo haber hecho esto, pero tomé varias pastillas para dormir y me desperté dos días después en el hospital. Unos pocos días más tarde tuve fiebre alta, causada por varios abscesos en el hígado. Pasé dos semanas más en el hospital con varias sondas para drenar los abscesos. Soy entrenador retirado de lucha, y durante mi recuperación, uno de los enfermeros me dijo que me hablara a mí mismo como les hablaba a mis estudiantes de lucha. Seguí su consejo y me fue muy útil.
Después de la cirugía, tuve que esperar varias semanas más para volver a comenzar la quimioterapia. Luego recibí cinco ciclos de gemcitabina y capecitabina, y en la actualidad no recibo quimioterapia. Nos mudamos de vuelta a Suwanee justo antes de la Navidad del 2018. Viajo a Houston cada tres meses para hacerme pruebas, pero ahora estoy de vuelta en Atlanta, donde me atiendo con el Dr. Bassel El-Rayes en Winship Cancer Institute (el médico ahora trabaja en University of Alabama Birmingham). Desde que regresé a casa a finales de diciembre, me hospitalizaron dos veces en Emory a causa de una obstrucción de colon. He tenido problemas digestivos continuos desde la operación de Whipple.
En la actualidad me siento bastante bien, pero todavía tengo problemas de estreñimiento y diarrea. Tengo un coágulo de sangre en la vena yugular causado por la quimioterapia. Los anticoagulantes que he tomado me provocaron erupciones cutáneas incesantes. También tengo una gran hernia quirúrgica que me está comenzando a causar algunos problemas.
Continuar con mi vida
A pesar de todas las complicaciones, aún creo que me va bien. Han pasado casi 15 meses desde el diagnóstico, y en la actualidad, mis últimos índices de marcadores tumorales estaban bastante bien y mis tomografías computarizadas arrojaron imágenes limpias.
Durante mi tratamiento, me inspiró The Last Lecture (La última lección) de Randy Pausch. Así que escribí un libro sobre mi filosofía de cómo entrenar luchadores, y cómo he enfrentado el cáncer de páncreas. One More Practice (Una práctica más) fue publicado en abril de 2019 y ahora está disponible en Amazon, y todas las ganancias van a la Red de Acción contra el Cáncer de Páncreas (PanCAN).
En junio de 2019, muchos de mis antiguos estudiantes se juntaron para una práctica más. Entrené a luchadores de todas las edades y recaudamos más dinero para PanCAN.
Cliff perdió su batalla contra el cáncer de páncreas dos años y medio después de su diagnóstico. Compartió su espíritu y amor por el entrenamiento con sus alumnos, sus amigos y su familia. Nuestro más sincero pésame a su familia.