Quimioterapia para sobrevivir; buen estado físico para tener vitalidad
- Diagnóstico de estadio II y cirugía de Whipple
- La quimioterapia es ineficaz; estadio III
- Un cambio de oncólogos conduce a un tratamiento más exitoso, a pesar de haber alcanzado el estadio IV
- Entrenamiento para el triatlón Ironman
Tengo 68 años, tengo adenocarcinoma de páncreas en estadio IV y me hago quimioterapia de por vida.
Había notado que el color de la orina era oscuro, aunque no estaba deshidratado, y mis heces también tenían un aspecto diferente. Fui a un gastroenterólogo, pero tuve que hacerme pruebas por tres meses antes de que me diagnosticaran cáncer en estadio II el 1 de julio de 2015. El 21 de julio de 2015, el Dr. Timothy Donahue me hizo la cirugía de Whipple en UCLA. Me dieron los resultados de la biopsia dos semanas después. La biopsia mostraba células cancerosas en 13 de los 25 ganglios linfáticos que me extirparon. Estos resultados me colocaron en estadio III.
Tratamiento fallido
Ocho semanas después comencé a recibir quimioterapia semana de por medio durante los siguientes seis meses. Hice este tratamiento desde el 9 de septiembre de 2015 hasta al 11 de febrero de 2016. La quimio consistía en una combinación de 5-FU, irinotecán, oxaliplatino y leucovorina. No toleré muy bien esta fórmula. No afectaba al cáncer y me producía efectos secundarios como náuseas, vómitos, neuropatía, fatiga y pérdida de peso. No estaba conforme con mi oncólogo, y la combinación de mi dificultad con esta primera ronda de quimio me provocó depresión y una sensación de fatalidad.
Para marzo de 2016, el cáncer se había diseminado a los pulmones; ahora estaba oficialmente en estadio IV. No podía respirar, tosía todo el tiempo, y ninguno de los medicamentos funcionaba. Cambié de oncólogo. Comencé a atenderme y a colaborar con el Dr. Paul (¡Fantástico!) Fanta en UCSD Moores Cancer Center. El Dr. Fanta me salvó la vida. Comencé un nuevo esquema de quimio (gemcitabina y Abraxane), y en ocho semanas mis pulmones estaban limpios, las tomografías computarizadas dieron resultados normales, los marcadores tumorales eran normales y no tenía signos de la enfermedad.
Perfil molecular y entrenamiento para el triatlón
Me hicieron un perfil molecular. UCSD pagó los costos dado que era un material valioso para su investigación. Mostró que la quimio que me habían dado durante los primeros seis meses tuvo una respuesta negativa para tratar el cáncer, mientras que la nueva fórmula dio una respuesta muy positiva.
Todo estaba calmo y estable, así que volví a hacer algo que no había hecho desde 1996: competir en triatlones. Unos amigos me presentaron a Kathleen McCartney, que me invitó a hacer un recorrido en bicicleta en enero de 2017. Comencé a entrenarme con ella tratando de coordinar con la quimioterapia y sus efectos secundarios. Kathleen y yo competimos en el triatlón Ironman en Hawái en octubre de 2017. Sigo haciendo ejercicio y entrenándome para triatlones (nado, ando en bicicleta y corro). Estoy inspirado para volver a estar en forma para sobrevivir y prosperar.
Mike falleció después de una batalla de cuatro años y medio contra el cáncer de páncreas. Su compromiso con el buen estado físico y los triatlones lo definieron más allá de la enfermedad. Nuestro más sincero pésame a su familia.