Mi experiencia con el cáncer de páncreas
- Un artículo médico destaca el riesgo de los antecedentes familiares
- Una tomografía revela una lesión en el páncreas
- Cambio en las notas de seguimiento habituales
- Un procedimiento de Whipple detecta el cáncer a tiempo
Mi experiencia con el cáncer de páncreas comenzó con un artículo en una revista médica que descubrió mi esposa, que es enfermera registrada.
El artículo presentaba un pequeño estudio con 40 participantes sin síntomas, pero con marcados antecedentes familiares de cáncer de páncreas. A cada participante se le hizo una resonancia magnética (RM) de abdomen. En 16 de los 40 participantes se encontró una lesión pancreática. Cinco de esos pacientes se sometieron a cirugía, la que reveló carcinoma de páncreas en tres de ellos; en los otros dos se encontró neoplasia mucinosa papilar intraductal, una afección precancerosa.
Acción en función de los antecedentes familiares
Dado que mi padre y mi madre tuvieron cáncer de páncreas, me hice una RM, aunque igual que los pacientes del estudio anterior, no tenía síntomas. La RM reveló una lesión. Mi hice algunos estudios adicionales en el hospital de veteranos cerca de mi hogar en Florida. Como íbamos a cruzar Texas en auto en agosto de 2015, programamos una cita con el Dr. Matthew Katz en MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas. Después de esta evaluación, el médico consideró que solo necesitaría seguimiento periódico de la lesión del páncreas (neoplasia mucinosa papilar intraductal). Por eso, en los dos años siguientes me hice, a nivel local, RM o tomografías computarizadas, análisis de sangre de marcadores tumorales y procedimientos endoscópicos con aspiración con aguja fina de células en los conductos pancreáticos.
Luego, en el otoño de 2017, las imágenes del páncreas mostraron un cambio significativo muy preocupante. Pero aun entonces no tenía síntomas de enfermedad activa. Tres meses más tarde repetimos los estudios y decidimos que el Dr. Katz me hiciera la operación de Whipple. La pancreatectomía parcial fue parte del procedimiento.
Encontraron el páncreas sumamente afectado (displasia) y un carcinoma in situ, un cáncer en estadio inicial que todavía no se había diseminado. No había ganglios afectados y ni indicios de diseminación de células cancerosas. ¡No tenía cáncer y no necesitaba tratamiento adicional!
Agradecido por ese artículo médico
Vi a mi padre morir de cáncer de páncreas avanzado; por eso agradezco los conocimientos y las habilidades quirúrgicas del Dr. Katz. Sigo viéndolo cada 6 a 12 meses.
Y si mi esposa no hubiese visto ese artículo en la revista médica sobre las pruebas de detección en pacientes con antecedentes familiares de cáncer de páncreas, mi historia habría tenido un final muy diferente. De hecho, gracias a mí, mis dos hermanos se hicieron tomografías computarizadas del páncreas y tuvieron resultados normales.
El Dr. Wagar falleció después de dos años y medio de lucha contra un leiomiosarcoma. Al compartir su historia familiar, ayudó a educar a otros. Ofrecemos nuestro más sincero pésame a su familia.