Investigación
15 de febrero, de 2019 • 4 Min

El microbioma del páncreas puede ser la clave para un mejor tratamiento

Pancreatic microbiome

Nada ha interesado a las personas atentas a su salud tanto como los intestinos

—específicamente el microbioma del intestino, esa población rica de decenas de miles de millones de microorganismos que esperamos mantener sanos con prebióticos y probióticos que se encuentran en alimentos y suplementos.

Después de todo, ¿por qué no? El microbioma tiene que ver con muchas cosas que nos mantienen en funcionamiento, como la digestión y un sistema inmunitario sano. Pero el microbioma humano es más que solo nuestro tubo digestivo. Mucho más. El microbioma humano es en realidad el material genético de todos los microbios (bacterias, hongos, protozoos y virus) que viven dentro del cuerpo humano y en su superficie. La piel tiene un microbioma. Los pulmones también. La boca es un caldo de cultivo de microorganismos, al igual que el páncreas.

“En general, las personas piensan que el páncreas es un órgano muy estéril, pero sabemos que esto no es verdad”, explica la oncóloga médica Dra. Deirdre Cohen, profesora asociada del Departamento de Medicina, y Directora de la Oficina de ensayos clínicos de Perlmutter Cancer Center de NYU Langone Medical Center en Nueva York. De hecho, una investigación realizada en NYU Langone descubrió que las bacterias intestinales pueden migrar al páncreas e influenciar directamente el microambiente del cáncer de páncreas. La esperanza es que a medida que los investigadores averigüen más sobre los microorganismos del páncreas, puedan encontrar y perfeccionar tratamientos eficaces para el cáncer de páncreas y quizás diseñar un sistema de alerta temprana de la enfermedad.

Singulares hallazgos sobre el microbioma conducen a un estudio piloto

El equipo de NYU Langone ahora está listo para comenzar un estudio piloto multicéntrico, de un solo grupo, abierto y de oportunidad sobre antibióticos preoperatorios y pembrolizumab (nombre comercial Keytruda). El pembrolizumab es un tipo de inmunoterapia —específicamente un inhibidor de puntos de control— aprobado para tratar diversos tipos de cáncer, como cáncer de pulmón de células no pequeñas avanzado, linfoma de Hodgkin clásico, cáncer gástrico avanzado, melanoma avanzado, cáncer inestabilidad microsatelital de alta (que incluye algunos tipos de cáncer de páncreas) y otros tipos de cáncer. Funciona mediante el bloqueo de una vía específica llamada PD-1, que hace que las células cancerosas sean más detectables por el sistema inmunitario.

Un trabajo recientemente publicado en la revista Cancer Discovery, que reveló algunos hallazgos singulares sobre el microbioma del páncreas, les da a los investigadores razones para esperar que este estudio muestre signos de eficacia.

El equipo demostró que la población de bacterias en el páncreas aumenta más de mil veces en enfermos con cáncer de páncreas, y que es dominada por especies que impiden que el sistema inmunitario ataque las células tumorales. Pero la eliminación con antibióticos de las bacterias del intestino y el páncreas de ratones retrasó el crecimiento del cáncer y reprogramó las células inmunitarias de forma que pudieran identificar mejor las células cancerosas.

De hecho, los antibióticos orales triplicaron la eficacia de los inhibidores de puntos de control. “Los inhibidores de puntos de control han funcionado muy bien para tratar otros tipos de cáncer, y han ayudado a algunos pacientes con cáncer de páncreas, aunque lamentablemente no muchos”, dice Cohen. Explica que los inhibidores de puntos de control sueltan un freno natural del sistema inmunitario de forma que las células inmunitarias llamadas linfocitos T pueden reconocer y atacar a los tumores. “Esperamos aumentar la eficacia de estos inhibidores de puntos de control; por eso tiene sentido enfocarnos en el microbioma del páncreas”, agrega.

Para demostrar aún más claramente que las bacterias del intestino pueden poblar el páncreas, se compararon muestras de heces de 32 pacientes con cáncer de páncreas con muestras de heces de 31 personas sanas. La microbiota intestinal en las personas sanas y en las personas con cáncer de páncreas presentaba grandes poblaciones de dos tipos similares de bacterias llamadas Firmicutes y Bacteroidetes. Pero otros tipos, específicamente las proteobacterias, synergistetes y euriarqueotas, eran mucho más abundantes en los enfermos con cáncer de páncreas. Los investigadores esperan que este hallazgo se pueda usar eventualmente como biomarcador de posible cáncer de páncreas.

Pacientes en etapas iniciales reúnen los requisitos

Los pacientes con cáncer de páncreas resecable en estadios I y II (según las pautas de la Red Nacional Integral contra el Cáncer [National Comprehensive Cancer Network Guidelines 1.2018]) son elegibles para el estudio piloto. Se obtendrán muestras de referencia del tumor, sangre y heces de todos los participantes. Los pacientes recibirán primero ciprofloxacino y metronidazol (dos antibióticos comunes) por siete días para atacar las especies bacterianas gramnegativas y anaeróbicas. A partir del día ocho se administrarán dos dosis de pembrolizumab cada tres semanas. Se continuará con la administración de los antibióticos durante todo el período preoperatorio de cuatro semanas. Como parte del estudio, se extraerá sangre una vez por semana. También se recolectarán heces una vez por semana durante la fase de tratamiento.

“Lo que queremos determinar es si hay realmente un cambio en la activación inmunitaria después del tratamiento con estos antibióticos y el inhibidor de puntos de control”, explica Cohen. Agrega que también tienen como objetivo establecer la seguridad y viabilidad de los antibióticos preoperatorios en combinación con inmunoterapia.

“Estudios pequeños como este, con criterios de valoración traslacionales, son realmente extraordinariamente útiles porque si vemos una señal positiva, podemos rápidamente crear una ‘versión 2.0’, lo que facilita la determinación de los esquemas óptimos de antibióticos, y quizás incluso combinar antibióticos con probióticos”, dice. “Queremos descubrir el cóctel perfecto para la mejor respuesta inmunitaria”.

“Creo que el microbioma puede contestar varias preguntas”.