Investigación
27 de enero, de 2022 • 6 Min

Informe de la ASCO GI 2022

ASCO GI and LW 2022

El simposio anual ASCO GI 2022 reunió a algunos de los principales oncólogos y gastroenterólogos del mundo para analizar las innovaciones recientes, los enfoques multidisciplinarios y los posibles cambios en los regímenes convencionales de atención para el tratamiento del cáncer del tubo digestivo.

El cáncer de páncreas volvió a estar bien representado en la conferencia virtual de este año. Como siempre, Let's Win destaca varias presentaciones para mantenerlos informados sobre el importante trabajo que se está realizando para mejorar la vida de los enfermos con cáncer de páncreas. En las próximas semanas, en una serie de artículos detallados, cubriremos algunos de estos y otros temas del simposio sobre enfermedades gastrointestinales. Pero por ahora, estos son algunos aspectos destacados.

Monoterapia con adagrasib: ensayo KRYSTAL-1

Hubo buenas noticias para el ensayo KRYSTAL-1, que muestra el potencial de adagrasib (MRTX849) para tumores gastrointestinales con mutación de KRAS G12C en pacientes con tratamiento previo. Los pacientes con cáncer de páncreas previamente tratados, así como con otros tumores gastrointestinales no colorrectales con mutaciones de KRAS G12C, tuvieron una actividad clínica alentadora con adagrasib como monoterapia, según los resultados de la cohorte de fase II del ensayo KRYSTAL-1.

Los resultados actualizados del estudio mostraron una tasa de control de la enfermedad del 100 % en pacientes con cáncer de páncreas con mutación de KRAS G12C y otros tipos de cáncer gastrointestinal con tratamiento previo. La tasa de respuesta fue del 50 % en pacientes con cáncer de páncreas y del 50 % en pacientes con cáncer de las vías biliares. La mediana de supervivencia sin progresión fue de 6.6 meses en pacientes con cáncer de páncreas y de 7.85 meses para pacientes con otros tipos de cáncer gastrointestinal. En general, el adagrasib fue bien tolerado.

Estudio QUILT-88

Los datos del estudio de fase II QUILT-88 mostraron que la combinación de aldoxorrubicina, el superagonista de IL-15 N-803 y la terapia de linfocitos citolíticos naturales (NK) PD-L1 después de quimiorradiación es eficaz como tratamiento de tercera línea o más en pacientes con cáncer de páncreas metastásico o localmente avanzado.

El estudio QUILT-88 ha tratado a 55 participantes con quimiorradiación en dosis bajas, nab-paclitaxel, ciclofosfamida y SBRT en dosis bajas seguido de la combinación de aldoxorrubicina y PD-L1 t-haNK. Los investigadores descubrieron que la supervivencia general fue del 81.8 % en los 44 pacientes evaluables a los tres meses de seguimiento, que es más del doble de la mediana histórica de supervivencia general en pacientes que habían presentado progresión después de dos líneas de terapia previas. La tasa de control de la enfermedad fue del 36.2 % en 47 pacientes evaluables. Aún no se puede evaluar la mediana de supervivencia general. La mediana de supervivencia sin progresión es de 2.4 meses, y el 36 % de los participantes no han presentado progresión hasta la fecha.

Pacientes con cáncer de páncreas y la pandemia de COVID-19

Según una presentación de póster, la pandemia de COVID-19 no hizo que los enfermos con cáncer de páncreas retrasaran la búsqueda de atención. Tampoco prolongó el tiempo hasta el comienzo del tratamiento. Los investigadores analizaron datos de 488 pacientes en California diagnosticados con cáncer de páncreas desde marzo de 2019 hasta septiembre de 2020. La cohorte incluyó a 333 pacientes diagnosticados antes de la pandemia de COVID (marzo de 2019 a marzo de 2020); el resto fueron diagnosticados durante la pandemia (marzo de 2020 a septiembre de 2020).

Al comparar las cohortes, no hubo diferencias significativas en el estadio clínico al momento del diagnóstico. Por ejemplo, el 19.5 % de los pacientes fueron diagnosticados con enfermedad resecable antes de la COVID y el 17.4 % durante la COVID. La enfermedad resecable limítrofe fue de alrededor del 11 % para ambas cohortes, la enfermedad localmente avanzada fue del 20.1 % y el 23.9 %, y la enfermedad metastásica del 31.8 % y el 32.9 %. No hubo diferencia significativa entre las cohortes en el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la atención clínica. La mediana fue de 21 días tanto antes como durante la pandemia de COVID. El tiempo hasta el diagnóstico también fue similar, al igual que el inicio del tratamiento, que tampoco cambió significativamente antes de la COVID-19 ni durante la pandemia.

Los autores dicen que los programas de telesalud y otras medidas de seguridad permitieron que los pacientes con cáncer de páncreas recibieran atención adecuada.

Cancer Commons ayuda a enfermos con cáncer de páncreas

Una presentación del grupo sin fines de lucro Cancer Commons mostró el éxito de su enfoque para una cohorte de pacientes con cáncer de páncreas. Cancer Commons está diseñado para proporcionar planes de tratamiento personalizados a personas con enfermedad metastásica. Entre septiembre de 2020 y diciembre de 2021 se recopilaron datos del estudio denominado Programa del comité virtual de tumores de Cancer Commons: Panel asesor centrado en el paciente y registro de datos del mundo real.

En este período, el comité virtual de tumores (VTB) del grupo revisó 103 casos únicos de cáncer de páncreas. El VTB está formado por expertos en oncología y sirve de panel asesor para brindar información sobre opciones de tratamiento con base en la revisión integral de los antecedentes oncológicos de los pacientes.

Ofrecen opciones de tratamiento personalizadas y sus fundamentos, y los resultados se rastrean en un registro prospectivo llamado XCELSIOR.

El detalle de los datos es el siguiente: en conjunto, el VTB proporcionó 523 opciones de tratamiento y diagnóstico, con una mediana de cinco opciones por paciente. Hasta el 30 de diciembre de 2021 proporcionó 112 informes. De 46 casos en los que no hubo decisión de tratamiento, el 41 % fallecieron, el 24 % están estables y el 12 % tenían otras razones. El VTB identificó el 59 % de los tratamientos iniciados por 37 personas. Los tratamientos incluyeron 12 tratamientos aprobados por la FDA, cuatro para una indicación no autorizada y seis tratamientos experimentales. De los 15 tratamientos recibidos no identificados por el VTB, siete fueron aprobados por la FDA, dos fueron para indicación no autorizada, tres estaban en estudio y tres eran tratamientos locales. Según los investigadores, estos datos sugieren una buena identificación de oportunidades de tratamiento y ensayos clínicos para esta cohorte. Los pasos futuros incluirán la simplificación de la comunicación con los oncólogos primarios y la mejora del acceso a los tratamientos.

Otros estudios

Hubo muchos otros estudios notables, por ejemplo:

  • Un estudio en fase Ib demuestra la viabilidad y seguridad de agregar canakinumab y spartalizumab a la quimioterapia convencional para tratamiento de primera línea de cáncer de páncreas metastásico. El estudio también estableció la dosis recomendada para la fase II/III. Esta nueva combinación de cuatro medicamentos se probará en un estudio aleatorizado de fase II/III a través de la red de ensayos clínicos de Precision Promise.
  • Se demostró una actividad antitumoral clínicamente significativa y un perfil de seguridad manejable después de radioterapia corporal estereotáctica (SBRT)/nivolumab/ipilimumab en pacientes con cáncer de páncreas metastásico resistente al tratamiento.
  • Un análisis retrospectivo tuvo como objetivo evaluar la relevancia clínica de quimioterapia adyuvante en pacientes operados después de recibir mFOLFIRINOX neoadyuvante. El análisis mostró que en los pacientes con cáncer de páncreas operados después de recibir mFOLFIRINOX neoadyuvante, la quimioterapia adyuvante puede conducir a una mayor supervivencia.
  • La metástasis de cáncer de páncreas resecable y avanzado únicamente a pulmón confiere una ventaja de supervivencia significativa en comparación con la metástasis únicamente al hígado. Los investigadores señalan que se justifica más investigación sobre los impulsores moleculares de metástasis a sitios específicos.
  • La adición del inhibidor de PD-1 sintilimab a la quimioterapia mejoró la tasa de respuesta objetiva, pero no la supervivencia de pacientes con adenocarcinoma de páncreas avanzado o recurrente, según datos del ensayo de fase III CISPD3.
  • Agregar eriaspasa a la quimioterapia no mejora la supervivencia de los enfermos con cáncer de páncreas avanzado, según los resultados de un ensayo de fase III con más de 500 pacientes con cáncer de páncreas en estadio III-IV que presentaron progresión con tratamiento sistémico previo.
  • Una presentación sobre las disparidades de acceso a cirugía y atención para cáncer de páncreas describió varios problemas de índole racial y socioeconómico. Por ejemplo, aunque se describió por primera vez en 2010, los pacientes de raza negra de hoy en día tienen menos probabilidad de operarse. Esto puede deberse al sesgo de los médicos respecto a tratamiento potencialmente curativo, la desconfianza en los médicos y la falta de acceso a grandes centros debido a dificultad para viajar o tomar tiempo del trabajo. La administración de la terapia neoadyuvante se ve comprometida por mayores distancias y el tiempo necesario para recibir tratamiento. Se analizaron otros factores que perpetúan las disparidades raciales y socioeconómicas y la atención del cáncer de páncreas, como la medicina de precisión, que podrían exacerbar las desigualdades en salud si el tratamiento solo se brinda en centros médicos universitarios. Es necesario desarrollar nuevas formas de garantizar la equidad duradera en la salud.