Investigación
15 de diciembre, de 2021 • 3 Min

La claudina puede ser el próximo gran objetivo en el tratamiento del cáncer de páncreas

Wungki Park, M.D.

El adenocarcinoma de páncreas es uno de los campeones del “juego de las escondidas” del mundo del cáncer. Evade los intentos del sistema inmunitario para encontrarlo y sigilosamente envía sus células malignas a invadir otras partes del organismo, a menudo incluso antes de que se detecte el tumor principal.

Si bien la inmunoterapia y otros tratamientos dirigidos que involucran anticuerpos monoclonales han tenido éxito en otros tipos de cáncer, el cáncer de páncreas ha sido notoriamente difícil de atacar debido a la falta de objetivos adecuados en la superficie celular a los que se puedan unir los anticuerpos.

Pero se ha identificado un nuevo objetivo, y los investigadores tienen la esperanza de que un medicamento en investigación que se concentre en ese objetivo pueda ser un tratamiento eficaz para el cáncer de páncreas metastásico.

Aprovechar un nuevo objetivo

Las proteínas claudinas regulan las barreras paracelulares para controlar el flujo de moléculas entre las células y actúan como un pegamento que mantiene unidas las células. Se encuentran en aparatos digestivos sanos, pero cierta isoforma, CLDN18.2, se expresa mucho en el cáncer del tubo digestivo, especialmente en el cáncer esofagogástrico y en el cáncer de páncreas.

En esta forma, el pegamento es más débil, lo que puede contribuir a la metástasis, ya que se hace más fácil que las células cancerosas se desprendan del tumor primario y se dispersen. Pero también podría ayudar a exponer los anticuerpos para que se unan los anticuerpos monoclonales.

El anticuerpo monoclonal zolbetuximab (IMAB362) se ha desarrollado para buscar CLDN18.2 en la superficie de las células tumorales y unirse a ella, y así identificar células para destruir.

Adición de esta nueva inmunoterapia al tratamiento convencional

Los primeros ensayos en cáncer de estómago y de la unión gastroesofágica avanzados/recurrentes han sido prometedores; los investigadores ahora están probando el medicamento en pacientes con cáncer de páncreas metastásico en un gran ensayo internacional.

Con la esperanza de que el zolbetuximab pueda funcionar sinérgicamente con otros medicamentos de quimioterapia para fortalecer aún más la respuesta inmunitaria al mejorar la infiltración de los linfocitos T e inducir citocinas proinflamatorias, los participantes en el grupo experimental del estudio aleatorizado, abierto y de fase II recibirán el medicamento en combinación con nab-paclitaxel y gemcitabina. Primero deben someterse a una prueba de detección, lo que requiere alrededor de dos semanas. Aquellas personas que tengan una expresión de CLDN18.2 en más del 75 por ciento de las células cancerosas pueden ser distribuidas al azar en el ensayo en una proporción de 2 a 1. Alrededor del 28 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas entran en esta categoría.

Los participantes recibirán los medicamentos mediante infusión intravenosa cada dos semanas. Los investigadores harán un seguimiento de la capacidad para tolerar el régimen de medicamentos, así como de su eficacia. Los pacientes pueden recibir tratamiento en ciclos continuos hasta que ya no obtengan un beneficio clínico, tengan una reacción adversa inaceptable o cumplan con uno de los otros criterios de interrupción.

Los pacientes en el grupo de control recibirán el tratamiento convencional con nab-paclitaxel y gemcitabina.

En el ensayo

Para participar en el ensayo los pacientes deben tener cáncer de páncreas metastásico que no haya sido tratado con gemcitabina y nab-paclitaxel; pueden haber recibido quimioterapia previa para el cáncer de páncreas, pero no quimioterapia después de la diseminación del cáncer. Los participantes deben tener un estado de salud relativamente bueno, es decir, deben tener plena función de deambulación, ser capaces de cuidarse a sí mismos y poder realizar todas las actividades excepto aquellas que requieren un esfuerzo físico.

Se recomienda la preselección a pacientes operados que han tenido recurrencia dentro de los seis meses de terminar la quimioterapia adyuvante.

El oncólogo médico Wungki Park, M.D., de Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York, investigador principal del ensayo junto con Eileen M. O’Reilly, M.D., está entusiasmado por las posibilidades que presenta esta estrategia.

“Creo que las estrategias basadas en biomarcadores y los tratamientos basados en la biología son el futuro de la atención del cáncer”, dice él.