Trece años de supervivencia y sumando
- La ictericia conduce a un diagnóstico de cáncer de páncreas
- Mi oncólogo local consulta a especialistas en grandes centros de investigación
- Whipple seguido de quimioterapia
- Llevar esperanza para que otros sobrevivan
He sobrevivido al cáncer de páncreas durante más de 13 años.
En el verano de 2006, cuando tenía 66 años, fui al médico porque noté que tenía ictericia: tenía los ojos y la piel amarillos. Además tenía mucha picazón. Cuando vuelvo la vista atrás, me doy cuenta de que también había comenzado a perder peso. Mi médico me envió a hacer análisis de sangre, una tomografía computarizada y una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, o ERCP. Me detectaron un tumor en el páncreas.
Vivo en San José, California, y me reuní con un internista local especializado en oncología (ahora jubilado). Ese médico hizo una consulta con la Dra. Margaret Tempero de University of California, San Francisco (UCSF). Me recomendaron el procedimiento de Whipple, seguido de quimioterapia y posiblemente radiación.
Cirugía de Whipple
Me derivaron al Dr. Jeffrey Norton, un cirujano con mucha experiencia que había hecho cientos de procedimientos de Whipple, en Stanford University. Mi cirugía de Whipple se realizó en Stanford Hospital el 8 de agosto de 2006. El diagnóstico fue que mi tumor estaba en estadio IIB.
Me mantuvieron en el hospital durante nueve días y no tuve complicaciones. También me atendió la junta que evalúa los tumores en Standford y el Dr. George A. Fisher, Jr. Atribuyo mi recuperación y regreso a la salud a mi acceso a una atención excelente en un centro oncológico que trata gran cantidad de pacientes.
En menos de 10 días de recibir el alta hospitalaria, comencé seis meses de quimioterapia con Gemzar y cisplatino, el protocolo de UCSF. Tuve los efectos secundarios típicos de la quimio, pero en general toleré bien el tratamiento. Me dieron medicamentos para aliviar los efectos secundarios que tuve. Opté por no someterme a radiación.
La vida después del cáncer de páncreas
No consideré seriamente participar en ensayos clínicos. Solo me mencionaron uno, una vacuna, pero no me lo recomendaron. Si me diagnosticaran hoy, consideraría seriamente participar en un ensayo clínico desde el principio. Hace trece años, se sabía poco sobre el tratamiento del cáncer de páncreas y había pocos ensayos clínicos disponibles.
Dado que ahora se recomienda hacer pruebas genéticas a todos los pacientes con cáncer de páncreas, me realicé las pruebas en Stanford en 2019. Por suerte, no se detectaron mutaciones.
¡Ya no me hacen seguimiento por el cáncer de páncreas! Me atiendo con mi médico de cabecera local cuando lo necesito. En el año 2019, me hice una tomografía computarizada porque mi médico quería un control: la exploración fue normal.
Apoyo con pasión a PanCAN y he sido voluntaria allí durante 12 años. Cada primavera viajo a Washington, D.C., para unirme a otros voluntarios y exigir una mayor financiación para la investigación del cáncer de páncreas. Fui integrante del Survivor Council nacional de PanCAN, y como tal, sé de la existencia de la World Pancreatic Cancer Coalition. Hace ocho años que mi equipo recauda fondos para PurpleStride Silicon Valley, que tendrá lugar el 2 de noviembre de 2019.
Escuche la historia de Diane en sus propias palabras en “Una persona puede marcar la diferencia”.