Las tomografías de las vías urinarias me llevaron al diagnóstico
- Cáncer de páncreas en estadio II
- Mutación del gen BRCA2
- Quimioterapia con FOLFIRINOX y gemcitabina
- Ensayo clínico con trasplante de células madre
La noticia de mi diagnóstico de cáncer de páncreas me sorprendió porque no tenía síntomas.
Era diciembre de 2021 y había ido al médico por una infección de las vías urinarias. Mi médico pidió que me hiciera una tomografía para ver si tenía cálculos renales. A los 74 años, es algo esperable. En lugar de cálculos renales, encontró algo más peligroso en el abdomen: un tumor en el páncreas. Terminé haciéndome más tomografías, una biopsia y análisis de sangre, incluido el análisis de sangre para ver el nivel de CA 19-9. Fue entonces cuando descubrí que tenía cáncer de páncreas en estadio II.
Mutación del gen BRCA2
Comencé el tratamiento en el Massachusetts General Hospital (MGH) en Boston, donde me atendía el oncólogo Dr. Colin Weekes. Inicialmente, me dieron quimioterapia con FOLFIRINOX y gemcitabina. Mi esposo Bob es consultor de comunicaciones y tenía un cliente del sector de la atención médica que le habló de un ensayo clínico en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York. Cuando me reuní por primera vez con el Dr. Weekes, me dijo que el ensayo se estaba abriendo en MGH y que él lo estaba supervisando. El ensayo incluía dos fases de trasplantes de células madre administradas con cuatro semanas de diferencia junto con una combinación de melfalán, BCNU, vitamina B12b, vitamina C y etanol.
Casi al mismo tiempo, el Dr. Weekes se enteró de que tengo la mutación del gen BRCA2 (me hicieron pruebas cuando tuve un segundo diagnóstico de cáncer de mama en 2015). Este descubrimiento influyó significativamente en nuestro plan de tratamiento, porque me permitió participar en el ensayo clínico.
Me inscribí en el ensayo de inmediato. Para reunir los requisitos para este ensayo, tuve que someterme a una serie de pruebas para determinar si estaba lo suficientemente saludable para soportar todos los procesos de células madre y el régimen particular de medicamentos que estaría tomando.
Como parte del ensayo, me sometí a un trasplante autógeno de células madre. Mis células madre fueron extraídas, tratadas y luego reemplazadas mediante dos infusiones. Todo esto tuvo que hacerse en el hospital. Estuve en el hospital durante dos fases por un total combinado de 32 días. Tuve que permanecer en el hospital para que me pudieran controlar de cerca, ya que mi sistema inmunitario estaba gravemente comprometido. Durante los tratamientos, tuve los efectos secundarios típicos de la quimioterapia, incluidos problemas gastrointestinales, náuseas y cansancio. También tuve reacciones a las vitaminas B12 y C.
Las tomografías no muestran diseminación
Han pasado diez meses desde que recibí el diagnóstico. Puede que sea demasiado pronto para decirlo, pero mis tomografías iniciales después de completar el ensayo clínico y el tratamiento no muestran diseminación del cáncer. Me hago tomografías cada tres meses. Además de los buenos resultados, el ensayo clínico me brindó esperanza y nos dio a mi esposo y a mí un estímulo emocional muy necesario.
Estoy disfrutando de mi vida ahora después del tratamiento. Bob y yo tratamos de planear una salida o un viaje de un día casi todos los días de la semana. Intentamos disfrutar cada día y no dar nada por sentado. Ahora que recuperé mis fuerzas, planeamos largas caminatas por senderos en el bosque o a orillas del mar. Me parece que estar en la naturaleza, ya sea cerca del mar o caminando por el bosque, da una sensación de serenidad y nos ayuda a calmarnos. Mis médicos me siguen pidiendo que tenga cuidado, así que solo salimos a cenar siguiendo sus recomendaciones. Dicho esto, nos dieron “luz verde” para hacer viajes en el futuro, primero a nivel nacional y luego internacional.