Usted no está solo
Cuando Jenna Thiel perdió su apetito, supo que algo no estaba bien.
De inmediato, se sometió a una cirugía para tratar su tumor neuroendocrino de páncreas (PNET) y su recuperación fue realmente difícil. Pero les prometió a sus hijos pequeños que irían a la playa y, con el apoyo de su esposo, su madre, su hermana y sus amigos, Jenna logró salir adelante.
Lea más sobre la historia de Jenna en “Casi me rindo”.