Historias de sobrevivientes
11 de abril, de 2023 • 4 Min

En búsqueda de un tratamiento de radiación especializado

Don Myrah

pancreatic cancer patient Don Myrah and his wife Geralynn
  • Quimioterapia después del diagnóstico de cáncer de páncreas
  • Búsqueda de otro tratamiento
  • Radioterapia MRIdian SMART

Andaba en bicicleta 20 millas (32 km) por día hasta que me diagnosticaron cáncer de páncreas.

Fui una persona activa toda mi vida y nunca imaginé que esto podría sucederme. Luego, el 1 de abril de 2022, tuve un dolor intenso en el abdomen. Me apresuré a ir a la sala de emergencias del Kaiser Permanente Santa Clara Medical Center, Santa Clara, California, pensando que me diagnosticarían apendicitis. Los médicos lo descartaron rápidamente, pero me mantuvieron allí para observación y pruebas. Aproximadamente dos semanas y un puñado de pruebas más tarde, los médicos sospechaban que tenía cáncer de páncreas. Era necesario hacer una biopsia para confirmarlo.

Lamentablemente, no pudieron realizar la biopsia de inmediato. Había estado hospitalizado durante tanto tiempo que mis músculos se estaban atrofiando. No tenía apetito, no podía comer y había perdido mucho peso. El procedimiento de la biopsia habría sido demasiado para mi cuerpo. Pero al final, me diagnosticaron oficialmente cáncer de páncreas.

El cáncer es para otra persona

Los médicos me dieron entre 90 días y un año de vida. Esta noticia fue devastadora para mi esposa. Mi reacción fue diferente. He vivido una gran vida, incluidos 25 años de jubilación. He viajado por el mundo, tengo una hermosa familia y estaba en paz con el desenlace. Pero finalmente, mi esposa y yo decidimos juntos que necesitaba luchar contra la enfermedad. Me reuní con el Dr. Hoa Le en Kaiser para idear un plan de tratamiento.

No me di cuenta de la gravedad del cáncer hasta que comencé la quimioterapia. Los técnicos usaban batas y equipo de protección para no contaminarse con las sustancias químicas. La quimioterapia fue muy dura para mi cuerpo, pero sabíamos que estaba funcionando porque el tratamiento eliminó las metástasis. Mi cáncer había retrocedido, aunque el tumor principal todavía estaba allí. La forma más directa de extirparlo era mediante cirugía, que mi médico aún se negaba a hacer.

Me sentía atascado porque mis médicos se negaban a operarme o someterme a radioterapia. Mi elección era quimioterapia o nada. Quería volver a mi calidad de vida antes de que todo esto comenzara. Quería subirme a la bicicleta y volver a estar activo.

Un nuevo enfoque para mí

Un día llegó a nuestra casa la revista de exalumnos de San Jose State University (mi esposa es exalumna). Estaba leyendo la revista y me llamó la atención la palabra “cáncer”. Había un artículo sobre una nueva tecnología ablativa de radioterapia SMART de ViewRay. Este fue el momento en que se me “encendió la lamparilla” y estaba decidido a descubrir más. 

Vivo a 10 minutos de la oficina de ViewRay en Sunnyvale, California, así que decidí ir allí en persona. Mi primer intento no fue lo que esperaba: resultó que esa no era la oficina principal. Pero alguien allí se ofreció a ponerme en contacto con una persona que pudiera ayudarme.

En cuestión de días me pusieron en contacto con el equipo de ViewRay y me explicaron más sobre el tratamiento con MRIdian. La resonancia magnética le permite al oncólogo de radioterapia ver el tumor y los órganos sanos cercanos para diseñar un plan de tratamiento personalizado y tratar el cáncer con mayor precisión que los métodos convencionales de radiación. Esto disminuye los efectos secundarios negativos en los órganos circundantes, lo que hace que la radiación sea menos tóxica para el resto del cuerpo. Cuanto más entendía la tecnología y hablaba con Steve, miembro del equipo de ViewRay, más sabía que el tratamiento era adecuado para mí. Decidí buscar un oncólogo que pudiera ofrecerme radioterapia guiada por resonancia magnética.

Acceso al tratamiento

El siguiente paso fue encontrar un oncólogo que me tratara usando esta tecnología. Investigué un poco y encontré al Dr. Kenneth Chao, director de oncología radioterápica en el BASS Cancer Center en Walnut Creek, California. No era el tipo de médico que se sentía presionado por el tiempo. Estaba dispuesto a explicarme la situación y responder todas mis preguntas.

Desde el momento en que me comuniqué con el centro médico para consultar sobre MRIdian hasta el momento en que comencé el tratamiento, transcurrieron aproximadamente cinco días hábiles. Así que teníamos un plan y lo llevamos a cabo.

Después del primer procedimiento, me eché a llorar, ¡lágrimas de felicidad! Sentí que tenía cierto control sobre mi tumor y mi tratamiento. En total, mi terapia MRIdian se completó en menos de tres semanas y cinco visitas.

Optimismo

El tratamiento fue bien y no tuve efectos adversos. Además de librar a mi cuerpo del cáncer, me dio mucha esperanza. Terminé el tratamiento de MRIdian a principios de 2023 y me ha ido bien.

Tengo suerte de haber encontrado el tratamiento MRIdian y de que haya funcionado. Si hay algo que he aprendido sobre el cáncer de páncreas, es lo difícil que es tratarlo.

Ahora me siento absolutamente optimista acerca de mi vida en el futuro. Mi esposa también. ¿Mi próxima meta? Volver a hacer 20 millas en mi bicicleta.