Olvídese de los estadios… ¡póngase objetivos!
- El dolor de estómago crónico conduce al diagnóstico de cáncer de páncreas
- Tumor en la arteria mesentérica superior
- Ensayo clínico “CASE2218”
- Procedimiento de Whipple complicado
Tengo 58 años, soy madre de cinco hijos y abuela de una niña.
Hace poco, me mudé de Florida a Berea, Ohio, para ayudar a cuidar a mis padres ancianos que sufren de pérdida de memoria. Regularmente, corro 5K y hago CrossFit. Con todo esto entre manos, no iba a dejar que nada me detuviera, y mucho menos el cáncer.
Un dolor de estómago crónico a principios de 2021 me hizo ir a la sala de emergencias. Una tomografía computarizada, seguida de una biopsia, reveló que tenía cáncer de páncreas. Así empezó todo.
Establecer objetivos de tratamiento
Terminé en el University Hospitals Seidman Cancer Cente (UH) en Cleveland, Ohio. Mi oncólogo, el Dr. David Bajor, adoptó un enfoque diferente con mi tratamiento. En lugar de referirse a mi diagnóstico por estadios, estableció objetivos para hacer que los tratamientos fueran posibles. Como soy una persona activa que prospera con el ejercicio y la actividad, fijar objetivos fue algo natural para mí y eso hizo que tuviera el estado de ánimo adecuado.
Aunque no lo sabía en ese momento, estaba en estadio III y mi tumor estaba al borde de ser inoperable. Mi primer objetivo era completar el tratamiento adecuado para que se pudiera hacer la cirugía. El oncólogo quirúrgico Dr. Lee Ocuin de UH se unió a mi equipo para que pudiéramos trabajar juntos hacia ese objetivo.
Un ensayo clínico para destruir el cáncer
Como parte de mi tratamiento, me inscribí en CASE2218, un ensayo clínico para el nuevo medicamento CPI-613. Como parte de este estudio, el tratamiento consistía en una combinación de quimioterapias con CPI-613 y FOLFIRINOX para determinar si el medicamento del ensayo era seguro y eficaz para los participantes con cáncer de páncreas localizado y no resecable, es decir, cáncer que no se puede extirpar por completo mediante cirugía.
Durante la quimioterapia y la radiación, continué con mi rutina de CrossFit cinco días a la semana. A fines de noviembre, cuando terminaron mis seis meses de quimioterapia y comenzaron mis cuatro semanas de radiación, logré mi objetivo de poder someterme a cirugía. La fecha de mi cirugía se fijó para el 9 de febrero de 2022.
Una cirugía compleja
La cirugía fue complicada. El tumor era grande y estaba ubicado en un lugar difícil: en la intersección de la arteria mesentérica superior y la vena mesentérica. Me convertí en una experta en anatomía. Esta arteria transporta sangre desde la aorta hasta el páncreas y los intestinos. Las venas drenan la sangre de los intestinos y la llevan al hígado. Extirpar el tumor requeriría un procedimiento de Whipple de once horas durante el cual el cirujano también quitaría el tumor de la pared de la arteria y reconstruiría la vena. Requeriría semanas de recuperación, pero estaba dispuesta a hacerlo.
Superé la cirugía y encaré mi recuperación con la misma determinación y mentalidad orientada a objetivos que con la quimioterapia inicial. Enfrenté algunos desafíos: casi me desangré dos veces y recibí 35 unidades de sangre. Pero el 24 de marzo pude volver a casa.
Vuelta al gimnasio
Mi próximo objetivo después de la cirugía era volver a practicar CrossFit. En junio me puse las zapatillas para hacer gimnasia y volví al ruedo. Cuando comencé, apenas podía levantar una barra de 15 libras (unos 7 kilos). A fecha de diciembre de 2022, puedo hacer press de banca con 90 libras (casi 41 kilos), sentadillas traseras con 105 libras (casi 48 kilos), peso muerto con 165 libras (casi 75 kilos) y puedo escalar una cuerda de 15 pies (4.5 metros) varias veces.
¿Mi último objetivo? Seguir sembrando esperanza, alentar a más personas y seguir llevando un estilo de vida activo.
Mi fe en Dios, mi estilo de vida activo, el ensayo clínico y mis excelentes médicos son los responsables de haberme llevado hasta donde estoy. Estoy agradecida con todo y con todos los que se unieron para lograr este resultado.