Historias de sobrevivientes
16 de abril, de 2019 • 4 Min

Escalar la montaña del cáncer de páncreas

Kenneth Brown

Dr. Malcolm Bilimoria and pancreatic cancer patient Kenneth Brown
  • Buscar una segunda y tercera opinión después del diagnóstico
  • Elección de quimioterapia neoadyuvante, cirugía y quimioterapia
  • Escalar una montaña mundialmente famosa después de la recuperación

El 8 de enero de 2019 marcó mi quinto aniversario de vivir sin cáncer después de la cirugía de páncreas.

Tenía 64 años cuando me diagnosticaron cáncer de páncreas. Tenía síntomas de picazón, fatiga y orina oscura. Atribuí los síntomas al estrés y la deshidratación. Cuando vi a mi médico, los análisis de sangre mostraron un nivel elevado de bilirrubina. El diagnóstico probable era un cálculo biliar que obstruía el conducto biliar. Me hicieron un estudio endoscópico. Cuando terminó, me dieron buenas y malas noticias. La mala noticia era que tenía cáncer de páncreas. La buena noticia era que, debido a que el tumor se había detectado temprano y por su ubicación, yo sería uno del 20 por ciento de pacientes con cáncer de páncreas que reúne los requisitos para el procedimiento de Whipple. Aunque mi primer impulso fue encontrar un cirujano oncólogo para extirparme el tumor de inmediato, respiré profundamente y programé citas con varios oncólogos y cirujanos especialistas en cáncer. Me sorprendió la variedad de opiniones y planes de tratamiento. Un cirujano opinaba que el tumor que yo tenía podría ser solo parcialmente resecable por su ubicación que comprometía una arteria. Otro médico me alentó a considerar la participación en un ensayo clínico que incluía quimioterapia neoadyuvante (tratamiento antes de la cirugía) y radiación. También recibí diferentes opiniones sobre el tipo de quimioterapia. Algunos oncólogos sugirieron FOLFIRINOX. Otros oncólogos me advirtieron que FOLFIRINOX era demasiado tóxico y me sugirieron gemcitabina.

Elección de médicos y quimioterapia neoadyuvante y cirugía

Después de evaluar mis opciones, decidí que me tratara el Dr. Al Benson, oncólogo de Northwestern Memorial Hospital en Chicago y el Dr. Malcolm Bilimoria de Northwest Community Healthcare en Arlington Heights, Illinois. Gracias al consejo del Dr. Benson, decidí someterme a quimioterapia neoadyuvante durante dos meses usando FOLFIRINOX. Creo que esta fue la decisión más importante que tomé: recibir quimioterapia antes de la cirugía. La preocupación de recibir quimioterapia antes de la cirugía es que los efectos secundarios pudieran retrasar la cirugía o permitir que los tumores se diseminen. Pero más de un médico me recomendó quimioterapia antes de la cirugía. Después del tratamiento, me sometí a la cirugía de Whipple con el Dr. Bilimoria como habíamos planeado. Una vez que me recuperé de la cirugía, terminé los cuatro meses restantes de quimioterapia y he vivido sin cáncer desde entonces.

La vida después del cáncer de páncreas

Esto es lo que aprendí de mi experiencia:

  1. Escuche a su cuerpo y no ignore los síntomas. La mayoría de las personas son reacias a ir al médico. Estoy vivo hoy porque busqué ayuda médica cuando mi cuerpo literalmente me mostraba “luces rojas intermitentes de advertencia” de muchas maneras diferentes.
  2. Solicite una segunda opinión (e incluso una tercera). Es importante encontrar médicos con experiencia. Cada cirujano que entrevisté tenía una reputación excelente con diferente experiencia en realizar el procedimiento de Whipple. Pero el Dr. Bilimoria realiza cientos de cirugías de Whipple todos los años, mientras que la mayoría de los médicos solo hacen 20 o 30 cirugías. Creo que todavía sigo vivo hoy gracias a mi diligencia en encontrar al Dr. Bilimoria y al Dr. Benson.
  3. Participe en ensayos clínicos. Puede parecer irónico que estoy alentando a las personas a participar en ensayos clínicos, cuando yo decidí no participar. No participé en un ensayo por la confianza del Dr. Bilimoria de que el tumor era completamente resecable y que podría extraerse sin quimioterapia ni radiación antes de la cirugía (aunque sí decidí recibir quimioterapia antes de la cirugía). No obstante, los ensayos clínicos son esenciales en la lucha contra el cáncer. Los protocolos que se desarrollan a través de los ensayos clínicos finalmente se convierten en el tratamiento de referencia. Creo que la quimioterapia neoadyuvante y el uso de FOLFIRINOX se han transformado en un protocolo de tratamiento común con resultados muy alentadores.
  4. Cree conciencia. Las tasas de supervivencia del cáncer de páncreas solo cambiarán gracias a la investigación y a nuevas opciones de diagnóstico y tratamiento. Tanto si es un paciente, familiar o alguien que quiere honrar la memoria de un familiar o amigo, le aliento a que se involucre en crear conciencia o en los esfuerzos de recaudación de fondos. Puede ser algo tan sencillo como hacer una donación a la organización de cáncer de páncreas que elija, participar en las muchas caminatas para combatir el cáncer que se realizan en todo el país, o compartir su propia historia con Let’s Win. Yo camino todos los años en diferentes eventos. Es gratificante ver todos los participantes que están intentando marcar una diferencia y que personifican la consigna inspiradora “Ningún paciente con cáncer camina solo”.

Un diagnóstico de cáncer de páncreas no tiene que ser una sentencia de muerte. Mi vida ha mejorado desde mi diagnóstico. Ahora me concentro en lo que es importante y reconozco que cada día es una bendición. Si bien sufro efectos secundarios, me niego a dejar que mis síntomas interfieran en las actividades que me alegran la vida. De hecho, tener cáncer de páncreas me permitió cumplir una meta: escalar el monte Kilimanjaro en Tanzania, África. Logré ese objetivo en 2017 cuando me invitaron a escalar el monte Kili con el Dr. Bilimoria. Con la ayuda de organizaciones como Let’s Win, espero que más personas tengan historias inspiradoras para compartir mientras escalan sus propias montañas personales.