Escalar la montaña del cáncer de páncreas

- Buscar una segunda y tercera opinión después del diagnóstico
- Elección de quimioterapia neoadyuvante, cirugía y quimioterapia
- Escalar una montaña mundialmente famosa después de la recuperación
El 8 de enero de 2019 marcó mi quinto aniversario de vivir sin cáncer después de la cirugía de páncreas.
Tenía 64 años cuando me diagnosticaron cáncer de páncreas. Tenía síntomas de picazón, fatiga y orina oscura. Atribuí los síntomas al estrés y la deshidratación. Cuando vi a mi médico, los análisis de sangre mostraron un nivel elevado de bilirrubina. El diagnóstico probable era un cálculo biliar que obstruía el conducto biliar. Me hicieron un estudio endoscópico. Cuando terminó, me dieron buenas y malas noticias. La mala noticia era que tenía cáncer de páncreas. La buena noticia era que, debido a que el tumor se había detectado temprano y por su ubicación, yo sería uno del 20 por ciento de pacientes con cáncer de páncreas que reúne los requisitos para el procedimiento de Whipple. Aunque mi primer impulso fue encontrar un cirujano oncólogo para extirparme el tumor de inmediato, respiré profundamente y programé citas con varios oncólogos y cirujanos especialistas en cáncer. Me sorprendió la variedad de opiniones y planes de tratamiento. Un cirujano opinaba que el tumor que yo tenía podría ser solo parcialmente resecable por su ubicación que comprometía una arteria. Otro médico me alentó a considerar la participación en un ensayo clínico que incluía quimioterapia neoadyuvante (tratamiento antes de la cirugía) y radiación. También recibí diferentes opiniones sobre el tipo de quimioterapia. Algunos oncólogos sugirieron FOLFIRINOX. Otros oncólogos me advirtieron que FOLFIRINOX era demasiado tóxico y me sugirieron gemcitabina.
Elección de médicos y quimioterapia neoadyuvante y cirugía
Después de evaluar mis opciones, decidí que me tratara el Dr. Al Benson, oncólogo de Northwestern Memorial Hospital en Chicago y el Dr. Malcolm Bilimoria de Northwest Community Healthcare en Arlington Heights, Illinois. Gracias al consejo del Dr. Benson, decidí someterme a quimioterapia neoadyuvante durante dos meses usando FOLFIRINOX. Creo que esta fue la decisión más importante que tomé: recibir quimioterapia antes de la cirugía. La preocupación de recibir quimioterapia antes de la cirugía es que los efectos secundarios pudieran retrasar la cirugía o permitir que los tumores se diseminen. Pero más de un médico me recomendó quimioterapia antes de la cirugía. Después del tratamiento, el Dr. Bilimoria me hizo la cirugía de Whipple como habíamos planeado. Una vez que me recuperé de la cirugía, terminé los cuatro meses restantes de quimioterapia y he vivido sin cáncer desde entonces.
La vida después del cáncer de páncreas
Esto es lo que aprendí de mi experiencia:
- Escuche a su cuerpo y no ignore los síntomas. La mayoría de las personas son reacias a ir al médico. Estoy vivo hoy porque busqué ayuda médica cuando mi cuerpo me mostraba “luces rojas de advertencia” de muchas maneras diferentes.
- Solicite una segunda opinión (e incluso una tercera). Es importante encontrar médicos con experiencia. Cada cirujano que entrevisté tenía una reputación excelente y diferente experiencia con el procedimiento de Whipple. Pero el Dr. Bilimoria realiza cientos de cirugías de Whipple todos los años, mientras que la mayoría de los médicos solo hacen 20 o 30. Creo que hoy sigo vivo gracias a mi diligencia en encontrar al Dr. Bilimoria y al Dr. Benson.
- Participe en ensayos clínicos. Puede parecer irónico que aliente a las personas a participar en ensayos clínicos, cuando yo decidí no hacerlo. No participé en un ensayo porque el Dr. Bilimoria pensaba que el tumor era completamente resecable y confiaba en que podría extirparse sin quimioterapia ni radiación antes de la cirugía (aunque yo sí decidí recibir quimioterapia antes de operación). Pero los ensayos clínicos son esenciales en la lucha contra el cáncer. Los protocolos que se desarrollan a través de los ensayos clínicos finalmente se convierten en el tratamiento de referencia. Creo que la quimioterapia neoadyuvante y el uso de FOLFIRINOX se han convertido en un protocolo de tratamiento común con resultados muy alentadores.
- Cree conciencia. La tasa de supervivencia del cáncer de páncreas solo cambiará gracias a la investigación y a nuevas opciones de diagnóstico y tratamiento. Tanto si es un paciente, familiar o alguien que quiere honrar la memoria de un familiar o amigo, lo aliento a que ayude a crear conciencia o recaudar fondos. Puede ser algo tan sencillo como hacer una donación a la organización de cáncer de páncreas que elija, participar en las muchas caminatas para combatir el cáncer que se realizan en todo el país, o compartir su propia historia con Let’s Win. Yo camino todos los años en diferentes eventos. Es gratificante ver todos los participantes que están intentando marcar una diferencia y que personifican la consigna inspiradora “Ningún enfermo de cáncer camina solo”.
El diagnóstico de cáncer de páncreas no tiene que ser necesariamente una sentencia de muerte. Mi vida ha mejorado desde el diagnóstico. Ahora me concentro en lo que es importante y reconozco que cada día es una bendición. Sufro de efectos secundarios, pero me niego a dejar que los síntomas interfieran con las actividades que me alegran la vida. De hecho, tener cáncer de páncreas me permitió cumplir una meta: escalar el monte Kilimanjaro en Tanzania, África. Logré ese objetivo en 2017 cuando me invitaron a escalar el monte Kili con el Dr. Bilimoria. Con la ayuda de organizaciones como Let’s Win, espero que más personas tengan historias inspiradoras para compartir mientras escalan sus propias montañas personales.
Mire a Ken contar su historia en “Actitud y esfuerzo“.