Cáncer de páncreas durante la pandemia
- Picazón y orina oscura conducen a un diagnóstico de cáncer de páncreas
- Cirugía de Whipple
- Quimioterapia con FOLFIRINOX
Me diagnosticaron cáncer de páncreas en estadio I en mayo de 2020, a los 64 años.
Fui al médico porque tenía picazón en el cuerpo y orina oscura. Al principio, culpé a las vitaminas que había comenzado a tomar para mantenerme saludable durante la pandemia de COVID-19. Dejé de tomar las vitaminas, pero aún tenía picazón y orina oscura. Llamé a mi gastroenterólogo, el Dr. Neil Brodsky, y como mis síntomas no mejoraban, me indicó que me hiciera análisis de sangre y una ecografía. Las pruebas mostraron que tenía un problema en el conducto biliar. Una resonancia magnética mostró que tenía una masa en el páncreas.
Durante todo ese tiempo, mi estado siguió empeorando: tenía náuseas, no podía comer y tenía ictericia. Consulté al Dr. Matthew Weiss, un oncólogo quirúrgico en Northwell Health Cancer Institute (New Hyde Park, Nueva York). Después de hacerme más análisis de sangre y una tomografía computarizada, me dijeron que probablemente tenía cáncer de páncreas.
Tratamiento durante la COVID
El Dr. Weiss recomendó que me sometiera a una cirugía de Whipple seguida de quimioterapia. Me operaron el 20 de mayo de 2020. Estuve en el hospital siete días después de la cirugía. A causa de la COVID, mi esposo no podía visitarme, pero me enviaba cartas que el personal me entregaba. Podía ver a mi familia a través de FaceTime.
Cuando me recuperé de la cirugía, me reuní con mi oncólogo, el Dr. Wasif Saif (que ahora trabaja en Orlando, Florida). Comencé el tratamiento con FOLFIRINOX cada dos semanas. Tuve algunos efectos secundarios debido al tratamiento, entre ellos cansancio, debilidad, náuseas, falta de apetito y neuropatía. Pero, en general, toleré el tratamiento bastante bien.
Me sometí a pruebas genéticas, pero no se encontraron mutaciones.
La información más reciente sobre el tratamiento es que me realizarán tomografías computarizadas de rutina y tendré consultas con el oncólogo y su asociado médico. Si todo va bien, podrán quitarme la vía de quimioterapia en algún momento este año.
Esperanza
Finalicé mi tratamiento y la última tomografía computarizada salió muy bien; no hay metástasis en ninguno de los órganos ni las zonas circundantes. Me siento cada día más fuerte. Recientemente volví a trabajar en forma remota, a tiempo parcial y, poco a poco, estoy recuperando la vida que tenía antes del diagnóstico de cáncer.
Artículos recientes
Las pruebas genéticas cambiaron mi protocolo de quimioterapia
En buenas manos: Selección del cirujano adecuado para la cirugía de Whipple
