Tratamientos
16 de septiembre, de 2022 • 4 Min

Diagnóstico del cáncer de páncreas: qué pruebas esperar

Dr. Gobind Anand

El cáncer de páncreas es astuto.

A diferencia de la mayoría de los cánceres, que hacen sonar las alarmas durante los exámenes de detección convencionales, muchas veces el cáncer de páncreas aparece sin previo aviso.

“La mayoría de los casos de cáncer pasan por una progresión que incluye cambios precancerosos”, dice el Dr. Gobind Anand, gastroenterólogo de UC San Diego Health. “En el caso del cáncer de colon, los pólipos precancerosos se pueden detectar y extirpar durante una colonoscopia de rutina. El cáncer de páncreas también tiene lesiones precancerosas, pero no tenemos una manera óptima de identificarlas”. El resultado final es que las personas que padecen cáncer de páncreas a menudo no se dan cuenta de que lo tienen hasta que está en un estadio tardío y es más difícil de tratar. 

Pruebas para detectar el cáncer de páncreas

Dado que los médicos no tienen una manera óptima de detectar lesiones precancerosas en el páncreas, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que tienen cáncer de páncreas hasta que se ha diseminado a otros órganos. En estos estadios posteriores, el paciente comienza a notar síntomas como ictericia, dolor en las costillas y pérdida de peso inexplicable. Además, Anand señala que “otro síntoma que a veces vemos es la diabetes de aparición repentina, en particular entre las personas que no tienen factores de riesgo para la diabetes y que, por lo demás, están en forma y son saludables”. 

Para obtener un diagnóstico oficial, los médicos registrarán los antecedentes médicos completos y lo examinarán a fin de detectar signos de cáncer de páncreas (a veces, el cáncer de páncreas puede hacer que el hígado y la vesícula se inflamen y que la parte blanca de los ojos se ponga amarilla). Luego, según su examen físico, su médico puede realizar una o más de las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre: en las pruebas analíticas, los médicos pueden buscar enzimas hepáticas elevadas o un marcador tumoral llamado CA 19-9, asociado al cáncer de páncreas.
  • Tomografía computarizada (TC): una tomografía computarizada toma imágenes transversales detalladas del cuerpo. Cuando se usa con un medio de contraste, los médicos pueden visualizar fácilmente el páncreas, así como otros órganos y los ganglios linfáticos.
  • Ecografía endoscópica (EUS): en el caso de la EUS, los médicos introducen un endoscopio (un tubo delgado y flexible con una pequeña cámara de video en el extremo) en la boca y lo hacen pasar por el esófago, el estómago y el duodeno. Una pequeña sonda de ultrasonido en la punta del tubo emite ondas sonoras de alta frecuencia para capturar imágenes detalladas del tórax, el tubo digestivo, el páncreas, los conductos biliares y el hígado.

Si bien estas no son las únicas pruebas disponibles para la detección del cáncer de páncreas, tienden a ser las mejores opciones de los médicos. Otras opciones menos sensibles incluyen la resonancia magnética (RM) y la ecografía abdominal. Las opciones más sensibles, son, entre otras:

  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (ERCP): para esta prueba, los médicos introducen un endoscopio por la garganta y lo hacen pasar por el esófago y el estómago, hasta hacerlo llegar a la primera parte del intestino delgado. Las radiografías tomadas mediante el endoscopio pueden mostrar estrechamiento u obstrucción en los conductos biliares que podría deberse al cáncer de páncreas. A diferencia de los exámenes por imágenes convencionales, la ERCP permite a los médicos extirpar células para una biopsia o colocar un stent para mantener un conducto abierto.
  • Colangiopancreatografía por resonancia magnética (MRCP): esta resonancia magnética no invasiva del páncreas utiliza un campo magnético de gran potencia, ondas de radio y una computadora para evaluar el páncreas y el conducto pancreático a fin de detectar el cáncer, además del hígado, la vesícula biliar y los conductos biliares.
  • Colangiografía transhepática percutánea (PTC): en este procedimiento, el médico introduce una aguja hueca a través de la piel del abdomen y la hace llegar al conducto biliar dentro del hígado. El médico inyecta un medio de contraste a través de la aguja y toma radiografías a medida que pasa a través de los conductos biliar y pancreático. Al igual que con la ERCP, este método permite que los médicos tomen muestras de líquido o tejido para realizar una biopsia o colocar un stent a fin de mantener un conducto abierto.

¿Debería hacerse una prueba de detección?

Las autoridades de salud, incluida la Sociedad Americana contra el Cáncer, no recomiendan que la población general se someta a pruebas de detección del cáncer de páncreas. Sin embargo, las personas que tienen ciertas mutaciones genéticas (BRCA1, BRCA2, STK11, CDK2NA, PRSS1 y el síndrome de Lynch, entre otras) y aquellas que tienen dos o más familiares consanguíneos con la enfermedad pueden beneficiarse de someterse a pruebas anuales de detección del cáncer de páncreas.

Los quistes en el páncreas son otro factor de riesgo. A menudo se detectan durante una exploración realizada por otro motivo. Las personas que tienen quistes en el páncreas también pueden beneficiarse de una prueba de detección anual.

Si usted se encuentra en una categoría de alto riesgo, el médico puede sugerirle que tome medidas para reducir su riesgo, como:

  • Evitar el tabaco
  • Mantener un peso saludable
  • Reducir el estrés

También podría sugerirle exámenes de detección anuales. Según el Dr. Anand, los pacientes de alto riesgo suelen alternar entre la EUS y la MRCP anualmente. Entonces, un año el paciente se sometería a una MRCP y al año siguiente, a una EUS. Lamentablemente, ambas pruebas pueden ofrecer resultados positivos falsos.

Si bien es alarmante enterarse de que tiene un quiste o alguna otra anomalía que requiere vigilancia, estos exámenes de detección ofrecen las mejores probabilidades de detectar el cáncer de páncreas en forma temprana, cuando es más tratable.