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27 de junio, de 2019 • 5 Min

Preguntas para hacer antes de comenzar la quimioterapia

Purple question marks

Purple Slog; Flickr

El tratamiento del cáncer de páncreas es complejo, y atravesar la quimioterapia incluye muchos contratiempos, cambios, obstáculos y desvíos.

Pero hacer las preguntas correctas antes de comenzar la quimioterapia puede ayudarle a asegurarse de que está en el mejor camino para luchar contra la enfermedad de manera eficaz. “Cuando se recibe un diagnóstico difícil como el de cáncer de páncreas, es importante reunir información y conectarse con recursos que pueden ayudarle a controlar la enfermedad y sobrellevar los tratamientos”, dice el Dr. Andrew Hendifar, M.P.H., codirector de oncología pancreática y oncología gastrointestinal y neuroendocrina en Samuel Oschin Comprehensive Cancer Center en Cedars-Sinai Medical Center, Los Ángeles.

Nueve preguntas importantes sobre la quimioterapia

Sin importar el esquema terapéutico que su médico elija primero, hágale a su médico estas nueve preguntas antes de comenzar cualquier tratamiento de quimioterapia.

1. ¿Cuál es el objetivo del tratamiento?

La mayoría de los médicos tienen un objetivo específico en mente cuando eligen un tratamiento particular para el cáncer de páncreas. Quizás estén usando la quimioterapia para reducir el tumor de modo que usted pueda someterse a la cirugía. O es posible que estén intentando darle más tiempo con el uso de la quimioterapia. Sin importar el objetivo de este tratamiento específico, es importante entender cuáles son los objetivos antes de comenzar.

2. ¿Por qué eligió este tratamiento en particular?

Dos de los esquemas de quimioterapia más frecuentemente usados son la combinación de gemcitabina y nab-paclitaxel (Abraxane) o FOLFIRINOX, una combinación de cuatro medicamentos antineoplásicos: FOL (leucovorina o ácido folínico), F (fluorouracilo o 5-FU), IRIN (irinotecán), OX (oxaliplatino). Mientras que cada uno de estos tratamientos ofrece beneficios únicos, los médicos con frecuencia eligen el esquema terapéutico según la preferencia del paciente.

“Con gemcitabina, usted recibe tratamiento una vez por semana durante cuatro horas por vez”, explica Hendifar. “Con FOLFIRINOX, usted recibe infusiones con 5-FU a través de una vía de acceso”. Se va a su casa con una bomba portátil que continúa administrando la quimioterapia por un máximo de dos días. De acuerdo con Hendifar, la elección del esquema terapéutico no es fundamental porque se puede cambiar si el tratamiento no es eficaz. El objetivo es diseñar un tratamiento que se ajuste a su estilo de vida lo más posible.

3. ¿Qué efectos secundarios puedo esperar?

Antes de comenzar el tratamiento de quimioterapia, es importante hablar con su médico sobre los posibles efectos secundarios: tanto los que se presentan de inmediato después de su primer tratamiento, como aquellos que pueden aparecer meses y hasta años en el futuro.

4. ¿Reúno los requisitos para participar en ensayos clínicos?

Los ensayos clínicos son importantes. No solo son una excelente manera de tener acceso a terapias basadas en investigaciones innovadoras a una fracción del costo, sino que también ofrecen la oportunidad de mejorar el panorama para los pacientes con cáncer de páncreas del futuro. “Los pacientes que participan en ensayos clínicos también tienden a obtener mejores resultados porque hay más personas que los controlan, entre ellas, el equipo clínico y el equipo de investigación”, dice Hendifar.

5. ¿Debería consultar con un asesor genético?

“Las pautas actuales recomiendan asesoría genética para todos los pacientes con cáncer de páncreas”, explica Hendifar. “Los riesgos hereditarios para el cáncer de páncreas se han subestimado y no se han registrado de manera adecuada. Sin embargo, entre el 5 y el 8 por ciento de los pacientes podrían tener una predisposición genética al cáncer de páncreas”.

Los resultados de las pruebas genéticas también pueden contener indicaciones de tratamiento. Por ejemplo, si los médicos descubren que usted tiene cierta mutación genética, es posible que sea candidato para recibir un tratamiento específico, como medicamentos de quimioterapia con platino o inhibidores de PARP, que funcionan mejor en los tipos de cáncer relacionados con BRCA. Las mutaciones en el gen BRCA no solo desempeñan un papel en el cáncer de mama y ovario, sino también en el cáncer de páncreas. Por estas razones y otras, las pruebas genéticas son parte del tratamiento convencional para los pacientes con cáncer de páncreas.

El objetivo de las pruebas genéticas es, en lo posible, encontrar un tratamiento que se ajuste mejor a su perfil genético.

6. ¿Debería reunirme con un dietista registrado?

Hasta el 90 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas bajan de peso después del diagnóstico y durante el tratamiento. Reunirse con un dietista registrado puede ayudarle a aprender a potenciar su ingesta de nutrientes, así como a controlar los efectos secundarios, como las náuseas y la falta de apetito.

7. ¿Las enzimas pancreáticas son adecuadas para mí?

El cáncer de páncreas puede provocar cambios en el aparato digestivo que interfieren en su capacidad de digerir alimentos. Si no tiene suficientes enzimas pancreáticas para descomponer las grasas, las proteínas y los carbohidratos, es posible que baje de peso y que tenga calambres e indigestión. En este caso, las enzimas pancreáticas adicionales pueden ser de utilidad. Reemplazan las enzimas pancreáticas que usted pierde y ayudan a prevenir la pérdida de peso y las molestias digestivas.

8. ¿Debo empezar a hacer ejercicio?

Una creciente cantidad de estudios sugiere que hacer ejercicio regularmente antes, durante y después del tratamiento puede mejorar los resultados para los pacientes con cáncer de páncreas. Hable con su médico acerca de trabajar con un fisioterapeuta para que le ayude a iniciar un programa que tenga sentido para sus circunstancias específicas. Podrían derivarle a un “programa de prehabilitación” antes de comenzar la terapia.

Si bien puede parecer ilógico hacer ejercicio durante el diagnóstico y tratamiento del cáncer de páncreas, los estudios sugieren que la actividad física regular puede ayudar a contrarrestar el cansancio, mejorar el sueño y reducir la ansiedad.

9. ¿Cómo sé si la quimioterapia está dando resultado?

En algunos casos, es posible que tenga indicadores tempranos de que la terapia está funcionando. Algunas pistas:

  • Los síntomas físicos mejoran. A pesar de los efectos secundarios de la quimioterapia, podría notar una mejoría en su salud y bienestar generales.
  • Análisis de sangre. Las pruebas analíticas pueden revelar marcadores que indican cambios en la actividad de la enfermedad. Pregúntele a su oncólogo cuáles son los marcadores clave para que pueda entender qué significan los cambios. Por ejemplo, para el cáncer de páncreas se controlan los niveles de CA 19-9. Los valores más altos indican una enfermedad activa, por lo que querrá ver una disminución del número de CA 19-9. Si el valor disminuye, es razonable pensar que el tratamiento está funcionando.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes. Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como las tomografías computarizadas, son la mejor forma de determinar si la quimioterapia está funcionando. Si la tomografía revela que el cáncer ha crecido, es probable que su médico decida cambiar su protocolo de tratamiento.

Un asunto familiar

Esta es solo una pequeña muestra de las preguntas que debería hacerle a su equipo médico antes de comenzar la quimioterapia. Otras preguntas que encabezan la lista incluyen: “¿A quién debo llamar si tengo preguntas?”, “¿Qué servicios de apoyo están disponibles para mí y mi familia?” y “¿Cómo afectará el tratamiento mi vida diaria?

La mejor forma de asegurarse de tener la información que necesita para tomar decisiones informadas es tener conversaciones periódicas con su equipo médico y llevar a sus familiares o seres queridos con usted, no solo para que le apoyen, sino también para que tomen notas o graben las conversaciones y así tenga claro su protocolo de tratamiento y las recomendaciones de su médico.

“Es realmente como dos familias diferentes que se juntan: el equipo médico y la familia del paciente”, dice Hendifar. “Construir esa relación lleva tiempo”, pero puede ayudar a los pacientes a soportar el temporal de pruebas, tratamientos y protocolos.