Tratamiento de la enfermedad
29 de octubre, de 2018 • 4 Min

Hacer ejercicio antes, durante y después del tratamiento para el cáncer de páncreas podría salvarle la vida

Older couple in navy blue walking for exercise

Daniel Sone, National Cancer Institute

Cuando recibe un diagnóstico de cáncer de páncreas, el ejercicio es probablemente lo último en lo que piensa.

Sin embargo, hay buenos indicios de que hacer ejercicio debería ser parte de su primera línea de defensa. De hecho, las investigaciones sugieren que la “prehabilitación” (preparar el cuerpo antes de someterse a cirugía o tratamiento para el cáncer) podría mejorar las probabilidades de supervivencia.

“Si tiene cáncer de páncreas, hacer ejercicio es un desafío, incluso más que para los pacientes con otros tipos de cáncer”, dice el Dr. Matthew Katz, profesor asociado de oncología quirúrgica y director de cirugía pancreática en el University of Texas MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas.

A diferencia del cáncer de mama o próstata, la carga del cáncer de páncreas puede implicar complicaciones, tales como obstrucciones biliares, que pueden influir en su capacidad para alimentarse, subir de peso y, claro, hacer ejercicio. Aún así, los pacientes de la clínica del Dr. Katz hacen ejercicio y los resultados de su esfuerzo son inspiradores.

Las ventajas de hacer ejercicio

Katz y su equipo han demostrado que incluso los pacientes con cáncer en un estadio avanzado pueden cumplir con un programa de ejercicio preoperatorio y la mayor actividad mejora la calidad y la duración de la vida de los pacientes. En un estudio de 20 pacientes con cáncer de páncreas, 15 completaron el programa de ejercicio y el estado de salud de todos ellos continuó en el mismo nivel.

Otras ventajas de un buen estado físico:

  • Mejor administración de medicamentos. Los estudios preclínicos sugieren que el ejercicio remodela los vasos sanguíneos, lo que permite un mayor flujo sanguíneo (y una mejor administración de la quimioterapia) a los tumores cancerosos. La investigación también demuestra que los pacientes que participan en programas de ejercicio tienen menos efectos secundarios de la quimioterapia o estos son más leves.
  • Aumento de peso. El cáncer libera compuestos en la sangre que descomponen los músculos y la grasa, lo que provoca la pérdida de peso y la atrofia muscular de los pacientes. El ejercicio puede ayudar a los pacientes que sufren pérdida muscular a subir de peso al aumentar el apetito y desarrollar la masa corporal magra.
  • Energía. La fatiga afecta a muchos pacientes con cáncer, ya sea que tengan cáncer de páncreas o de otro tipo. Los estudios demuestran de manera coherente que las personas que hacen ejercicio con regularidad sienten entre un 40 y un 50 por ciento menos fatiga durante el tratamiento.
  • Bienestar mental. Quizás una de las ventajas más importantes de hacer ejercicio es la mejoría en el estado de ánimo. Algunos expertos en bienestar mental recomiendan hacer ejercicio para controlar la ansiedad y la depresión. Los pacientes también obtienen una sensación de empoderamiento. Les da la sensación de que participan en su propio cuidado.

Receta para un buen estado físico

Si bien los expertos cada vez están más de acuerdo en que hacer ejercicio tal vez sea una de las cosas más importantes que usted puede hacer antes, durante y después del tratamiento para el cáncer, los pacientes aún escuchan que deben “tomarlo con calma”.

“Históricamente, se les ha dicho a las personas que no deben hacer ejercicio o incluso que deben hacer reposo en cama”, dice Katz. Pero él y su equipo están revirtiendo totalmente esos consejos con datos que sugieren que hacer ejercicio antes, durante y después del tratamiento puede producir beneficios importantes tanto en la calidad como en la esperanza de vida de los pacientes con cáncer de páncreas.

La idea es que los pacientes se ejerciten según las recomendaciones tradicionales: 150 minutos de ejercicio moderado a intenso por semana y ejercicios de fortalecimiento dos veces por semana. El equipo de Katz hace hincapié en estas recomendaciones a cada oportunidad. “Mi clínica es completamente diferente de lo que era hace cuatro años”, indica Katz. De hecho, parece un gimnasio sofisticado. Los pacientes con cáncer de páncreas usan dispositivos captadores de actividad y acelerómetros mientras levantan pesas, trabajan con bandas de resistencia y caminan en la cinta.

No hace falta nada demasiado sofisticado, ni contar con alta tecnología, para obtener los beneficios. Usted puede dedicar un poco de tiempo a caminar, hacer tareas de jardinería o nadar en una piscina. “No es ingeniería aeroespacial. El objetivo es simplemente que los pacientes se muevan”, dice Katz.

Consejos para comenzar

Si no ha realizado actividad durante semanas, o incluso en toda su vida, comenzar un programa de ejercicio regular puede parecer una utopía. Sin embargo, esta información puede ayudarlo a ponerse en movimiento: hacer ejercicio no solo mejora la salud emocional y el bienestar, sino que, según las investigaciones más recientes, también puede reducir los efectos secundarios del tratamiento e incluso evitar la recurrencia.

Para comenzar:

  • Hable con su médico. Algunos medicamentos pueden afectar la frecuencia cardíaca, la respiración y la capacidad para hacer ejercicio. Si bien comenzar con un programa de caminatas o fortalecimiento es generalmente inofensivo, debe tener cuidado.
  • Comience poco a poco. En vez de intentar hacer ejercicio siete días a la semana, comience de a poco. Al principio, es posible que solo pueda caminar alrededor de la manzana, pero con el tiempo, podrá realizar la actividad durante más tiempo y aumentar el ritmo.
  • Adquiera dispositivos de alta tecnología. Los estudios sugieren que los dispositivos portátiles de captación de actividad ayudan a mantener motivadas a las personas que hacen ejercicio. Las aplicaciones para mantenerse en forma lo ayudan a hacer un seguimiento de su progreso y hacen que el ejercicio sea más divertido.

Independientemente del enfoque que adopte, tómese su tiempo, haga hincapié en la comodidad y mantenga a su médico al corriente de su progreso.