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20 de abril, de 2020 • 3 Min

La COVID-19 y los ensayos clínicos para el cáncer de páncreas

Grayscale image of coronaviruses

Como cualquier otro aspecto de la vida en este momento, la pandemia de la COVID-19 ha alterado el tratamiento y la investigación del cáncer de páncreas.

Los mismos científicos que trabajan para desarrollar mejores tratamientos y una detección más temprana se enfrentan a nuevos obstáculos. Este virus muy contagioso está afectando los ensayos clínicos y la investigación de varias maneras.

La COVID-19 pone a prueba los recursos

Sin importar el gran esfuerzo que las personas estén haciendo para encontrar el equilibrio en esta nueva realidad, no es posible escapar de las noticias ni de las imágenes de los trabajadores de atención médica en la primera línea, atendiendo a pacientes muy enfermos en los hospitales y haciendo pruebas para detectar el virus en personas que pueden estar infectadas. Están abrumados y los recursos médicos están escaseando.

Debido a estas realidades sin precedentes en la comunidad médica, los ensayos clínicos están atravesando algunos cambios. Eso se debe a que la filosofía dominante en todo lo relacionado con la medicina es realmente no hacer daño. La seguridad del paciente es, y siempre será, la primera prioridad de los médicos.

“El virus del COVID-19 está causando una crisis en nuestro país y está teniendo efectos devastadores en la forma en que tratamos a los pacientes con cáncer durante esta pandemia”, explica la Dra. Elizabeth Jaffee, profesora de oncología y vicedirectora de The Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center en Johns Hopkins (Baltimore). Jaffee es una líder internacional en el desarrollo de inmunoterapias en el tratamiento del cáncer y está observando los efectos de la COVID-19 en la comunidad oncológica de profesionales médicos y pacientes.

“Sabemos que las personas con sistemas inmunitarios deprimidos o comprometidos, como los pacientes con cáncer, tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19 y tienen síntomas más graves”, afirma. “La pandemia de la COVID-19 también está imponiendo una enorme carga sobre nuestros recursos humanos y médicos, ya que está obligando incluso a los centros oncológicos a desviar suministros y trabajadores de atención médica para atender a los pacientes infectados por el coronavirus. Esta crisis ha llevado a muchos centros oncológicos a modificar los regímenes de tratamiento y a reducir o suspender temporalmente la inscripción en ensayos clínicos, para evitar el riesgo de exposición al virus”.

Varios grupos han publicado recomendaciones para investigadores. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) alientan a los médicos que realizan ensayos patrocinados por NIH a consultar con sus respectivas juntas de revisión e instituciones sobre posibles medidas para proteger a los participantes y a los miembros del personal. Otros grupos como la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, que representa a casi 45,000 profesionales en oncología y SWOG, una organización respaldada por el Instituto Nacional del Cáncer que lleva a cabo ensayos clínicos, también están dando su opinión.

Las medidas para proteger a los pacientes pueden incluir limitar las visitas de estudio a las necesarias para la seguridad de los participantes o la atención clínica, realizar visitas virtuales, y flexibilidad para las pruebas de laboratorio o imágenes requeridas (necesarias para el monitoreo de seguridad), para que puedan llevarse a cabo, por ejemplo, en laboratorios o clínicas locales.

¿Qué significa esto para mí?

Por el momento, y teniendo en cuenta que la COVID-19 es un blanco en movimiento:

  • Los ensayos clínicos que ya han inscrito a pacientes continúan, con algunos cambios, para proteger la seguridad de los pacientes y del personal.
  • Los nuevos ensayos que no han comenzado a inscribir pacientes por lo general están suspendidos. Pero su médico sabrá mejor cómo los ensayos específicos de su organización están manejando la situación.
  • En general, si un ensayo ofrece la mejor esperanza para un paciente que se ha quedado sin opciones, según la institución y reconociendo que varios factores importantes intervienen en el proceso de la toma de decisiones, es posible que ese paciente cumpla los requisitos para la inscripción en un ensayo.

A pesar de la agitación que la COVID-19 continúa causando, la ciencia nunca se detiene. Por ejemplo, la Lustgarten Foundation continúa financiando ensayos clínicos aprobados “y está trabajando en estrecha colaboración con nuestros equipos de investigación clínica para ajustar los estudios para que permanezcan activos”, explica Kerri Kaplan, presidenta y directora general. “Por supuesto, cada ensayo clínico es diferente y puede requerir modificaciones individuales; sin embargo, estamos haciendo todo lo posible para ayudar a esos equipos a inscribir a los participantes y evitar demoras en estudios que pueden salvar vidas”, agrega.

Si tiene preguntas relacionadas con cualquier aspecto de su atención, incluidos los ensayos clínicos, es importante que se comunique con su equipo médico durante esta crisis. Y, como siempre, sepa que la comunidad de Let’s Win está aquí para mantenerle lo más actualizado posible en una situación cambiante.