Síntomas
16 de junio, de 2021 • 6 Min

La diabetes de reciente aparición más pérdida de peso involuntaria surgen como una pista importante para la detección temprana

Dr Brian Wolpin

El cáncer de páncreas es difícil de diagnosticar, difícil de tratar, y, en este momento, difícil de detectar en la población general.

Los investigadores saben que los factores de riesgo de esta enfermedad como el hábito de fumar, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol y la pancreatitis crónica pueden hacer que una persona sea más susceptible al más letal de los tumores malignos. Pero actualmente las pruebas de detección de cáncer de páncreas se recomiendan únicamente para personas con mayor riesgo. Esto se debe a que es un cáncer poco común, y hacer pruebas de detección en la población general produciría demasiados falsos positivos. Además, las tecnologías disponibles hoy en día a menudo no detectan los tumores más pequeños, los que tienen más probabilidad de extirparse por cirugía, que es actualmente la única cura posible para la enfermedad.

El cáncer de páncreas está en aumento y se prevé que para 2030 será la segunda causa de muerte por cáncer. Desafortunadamente, algunos síntomas de la enfermedad, como dolor de espalda o trastornos digestivos, suelen ser tan imprecisos que se parecen a muchas afecciones menos letales, por lo que no se hacen más pruebas para detectar cáncer de páncreas. Por eso los investigadores están buscando nuevas pistas que podrían ayudar a diagnosticar el cáncer de páncreas más temprano, cuando hay mayor probabilidad de curarlo.

La conexión con la diabetes

Según un gran estudio de cohortes publicado en JAMA Oncology en octubre de 2020, ha surgido una pista para la detección más temprana: el diagnóstico de diabetes de reciente aparición acompañada de pérdida de peso. Los resultados muestran que la incidencia de cáncer de páncreas es de 6 a 10 veces mayor entre pacientes con diabetes de reciente aparición y pérdida de peso. El riesgo es mayor entre quienes tenían un peso saludable y no intentaban bajar de peso antes de recibir el diagnóstico de diabetes.

“Desde hace tiempo sabemos que hay una conexión entre diabetes de reciente aparición y cáncer de páncreas”, indica el autor principal del estudio, Brian Wolpin, M.D., M.P.H., director del Centro de Cáncer Gastrointestinal de Dana-Farber Cancer Institute, en Boston. “Pero la gran mayoría de los adultos diabéticos no tienen cáncer de páncreas. Entonces, hemos estado buscando otros factores que podrían ayudarnos a determinar quiénes tienen mayor riesgo de cáncer de páncreas después de un diagnóstico reciente de diabetes. Los datos indican que hay un subgrupo de la población (aquellos con diabetes de reciente aparición y pérdida de peso) que corren un mayor riesgo, y que este riesgo es más alto entre personas mayores sin sobrepeso que no están tratando de bajar de peso con dieta o actividad física”.

Además, explica que “los resultados del estudio son convincentes, pero ahora necesitamos determinar si estas características clínicas nos permiten diagnosticar cáncer de páncreas más temprano, pero sin causar daños por hacer demasiadas pruebas a quienes no padecen la enfermedad. Si podemos demostrar esto, entonces reconocer la conexión entre diabetes de reciente aparición con pérdida de peso y cáncer de páncreas puede ser importante para la detección temprana”.

Lo que reveló el estudio

Wolpin y sus colegas analizaron los datos de 112,818 mujeres en Nurses’ Health Study (Estudio de salud de enfermeras) y de 46,207 hombres inscritos en el estudio Health Professionals Follow-Up Study (Estudio de seguimiento de profesionales de la salud).

  • Se identificaron 1,116 casos nuevos de cáncer de páncreas —una incidencia de 25 entre 100,000—.
  • Los casos nuevos de cáncer de páncreas por cada 100,000 personas por año variaron de 16 casos para pacientes sin diabetes de reciente aparición ni pérdida de peso, a 91 entre quienes recibieron el diagnóstico de diabetes de reciente aparición con pérdida de peso de entre 1 y 8 libras (0.5 kg y 3.5 kg), a 164 entre aquellos con diabetes de reciente aparición y pérdida de peso de más de 8 libras.
  • La incidencia aumentó aún más entre los participantes con diabetes de reciente aparición y pérdida de peso y que tenían un índice de masa corporal menor a 25 kg/m2 antes de perder peso. Se considera que un índice de masa corporal de 25 es el límite superior del peso normal. En este grupo hubo 400 casos nuevos por 100,000 personas por año. La incidencia también fue más alta entre personas cuya pérdida de peso no fue intencional, a juzgar por cambios en la actividad física o dietas más saludables: 334 casos nuevos por 100,000 personas por año, según los investigadores.
  • Se sabe que la incidencia de cáncer de páncreas aumenta con la edad. También se encontraron tasas de incidencia más altas en mayores de 70 años con diabetes de reciente aparición y pérdida de peso: 234 casos nuevos por 100,000 personas por año.

“Lo que muestran los datos es que la diabetes es un factor de riesgo independiente para el cáncer de páncreas y que aumenta el riesgo de forma moderada. Lo mismo sucede con la pérdida de peso”, afirma Wolpin. “Pero cuando la pérdida de peso ocurre al mismo tiempo que el diagnóstico reciente de diabetes, el riesgo de cáncer de páncreas se vuelve más significativo, y los casos aumentan por un factor de seis. La incidencia es aún más alta cuando las personas son mayores y tenían un peso saludable antes de perder peso. Estudiamos a personas con un índice de masa corporal normal porque planteamos la hipótesis de que la pérdida de peso en este grupo probablemente no fue intencional, ya que es menos probable que estas personas estén intentando bajar de peso para estar más sanas”.

Para poder analizar la pérdida de peso con más detalle, los investigadores también observaron los patrones alimentarios y de ejercicio entre los participantes. El equipo de investigación creó lo que llamaron un índice compuesto de actividad física y patrones alimentarios. “Si una persona hacía más ejercicio y comía de manera más saludable, planteábamos la hipótesis de que era más probable que perdiera peso debido a esos factores, no a un cáncer subyacente”, indica Wolpin. Explica que la incidencia es más alta cuando el índice de actividad física y dieta de un paciente sugiere que la pérdida de peso no es intencional. Específicamente, estaban perdiendo peso, pero esto no se explicaba por hacer más ejercicio o tener una dieta más saludable”. Por lo tanto, este trabajo adicional fue diseñado para explicar mejor la “intención” de bajar de peso, y si la pérdida de peso involuntaria debería ser considerada una señal de alerta para los médicos. “Creemos que la diabetes de reciente aparición y la pérdida de peso son síntomas de un cáncer de páncreas subyacente que aún no ha sido diagnosticado; podría servir como una señal temprana para que los médicos y los pacientes decidan hacer pruebas detección de cáncer de páncreas. Sin embargo, queda trabajo por hacer para demostrar que el uso de estas señales puede lograr el diagnóstico temprano”, añade Wolpin.

Próximos pasos

Se necesitan grandes estudios prospectivos para determinar si la diabetes de reciente aparición, la pérdida de peso involuntaria y una edad de más de 50 años deberían dar lugar a la observación del paciente, afirma Wolpin. “Uno de los mensajes que deseamos difundir es que el diagnóstico temprano de cáncer de páncreas no es muy común, por lo que queremos que los médicos sean más conscientes de la asociación entre la diabetes de reciente aparición y la pérdida de peso”, agrega. “Algunos síntomas de la enfermedad, como la ictericia, darán lugar a una evaluación adicional. Pero la mayoría de los pacientes no tienen estos síntomas tempranos. Esperamos que los médicos empiecen a reconocer que la diabetes de reciente aparición con pérdida de peso es algo que podría justificar hacer más evaluaciones, según las circunstancias de cada paciente”.

Pero en última instancia, “tenemos que demostrar que una intervención basada en estos síntomas mejora los resultados sin causar daño por hacer excesivas pruebas a quienes no padecen cáncer de páncreas”, afirma Wolpin. Por eso cree que son vitales los estudios que se realizan a través de la Iniciativa de Detección temprana de Pancreatic Cancer Action Network (PanCAN) y de Pancreatic Cancer Detection Consortium (PCDC), un consorcio de detección temprana que incluye a los Institutos Nacionales de Salud, el Instituto Nacional del Cáncer y el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.

“Muchos adultos son diabéticos, pero pocos tienen cáncer de páncreas. Entonces, lo que debemos averiguar es quiénes en ese grupo van a tener cáncer de páncreas”, explica Wolpin. “Estos estudios nos pueden ayudar a encontrar las respuestas que necesitamos para diagnosticar cáncer de páncreas de forma temprana en estos pacientes”.

En nuestro próximo artículo de Investigación, Let's Win se referirá a los estudios de la Iniciativa de Detección Temprana de PanCAN y el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.