Investigación
22 de febrero, de 2021 • 5 Min

Análisis de sangre predice qué medicamentos pueden ser más eficaces

Kenneth Yu, MD

Si hay un Santo Grial en oncología, es parear el tumor de un paciente con los mejores medicamentos que podrían destruir las células cancerosas según el perfil molecular específico que impulsa el desarrollo del tumor.

Los estudios moleculares del cáncer de páncreas y los avances en las tecnologías de secuenciación han identificado muchos genes alterados en pacientes con la enfermedad y han revelado la gran heterogeneidad genética de estos tumores.

La ciencia sabe que la quimioterapia no es eficaz para todos los pacientes por igual, ya que el cáncer es realmente una enfermedad influenciada por factores individuales. Aunque los tumores de páncreas pueden tener un origen similar, la susceptibilidad de las células cancerosas a un régimen de quimioterapia difiere entre pacientes. La llamada quimiosensibilidad es esencialmente el nivel de respuesta de un tumor a un medicamento anticanceroso específico, o sea, si el tratamiento inhibe el crecimiento o destruye las células.

El Dr. Kenneth Yu, médico científico y oncólogo médico de Memorial Sloan Kettering Cancer Center (Nueva York), en colaboración con Brian McCarthy, director ejecutivo de Adera Biolabs, una empresa de biotecnología innovadora, junto a otros colegas han desarrollado un ensayo que analiza el “perfil de expresión genética” de las células tumorales en el torrente sanguíneo del paciente. Con este simple análisis de sangre, la esperanza es que grupos específicos de cambios genéticos en esas células tumorales puedan ayudar a los médicos a predecir qué régimen de quimioterapia es más eficaz para un paciente en particular.

“El tema principal es que continuamos desarrollando terapias inmunitarias y dirigidas para el cáncer de páncreas; sin embargo, no hemos tenido mucho éxito, y la quimioterapia sigue siendo el pilar del tratamiento. Seguimos eligiendo los medicamentos de quimioterapia a ciegas porque no tenemos forma de predecir cuáles son eficaces para cada enfermo”, dice Yu. Su investigación se concentra en descubrir e implementar biomarcadores para el diagnóstico de cáncer de páncreas y el desarrollo de tratamientos más eficaces para la enfermedad.

“Hay una fuerte tendencia a hacer el perfil molecular de los tumores de páncreas; eso es muy importante, pero solo ayuda a un pequeño porcentaje de personas. Necesitamos llegar a un punto en el que más pacientes con cáncer de páncreas reciban tratamientos más eficaces en función de sus perfiles moleculares.”

Una prueba en sangre

El llamado ensayo farmacogenómico en sangre que Yu y sus colegas están perfeccionando tuvo su origen hace unos 10 años. “Debemos agradecer a Mark (Ricigliano, fallecido en 2017), el fundador de Adera BioLabs (Germantown, Maryland), que tuvo la idea y la pericia para desarrollar una prueba en sangre con el fin de personalizar el tratamiento”, explica.

“Farmacogenómica” es un término general que básicamente se refiere al estudio científico de genes específicos y cómo esos genes afectan la respuesta específica de una persona a los medicamentos, en este caso, el tumor de un paciente a diferentes medicamentos de quimioterapia. “Lo que hemos estado haciendo en los últimos 10 años es tratar de aplicar ese enfoque con pacientes en varios ensayos”, explica Yu. “Para los pacientes, una prueba de sangre es más fácil de tolerar que una biopsia del tumor. Además, se pueden observar los cambios en la sangre con el tiempo”.

Más allá de las combinaciones de la quimioterapia convencional, este método se puede aplicar a enfoques más innovadores. Señala: “Para desarrollar la prueba se mezclan y combinan medicamentos de diferentes regímenes. Es decir, es un enfoque mucho más innovador y personalizado para los pacientes”.

Resultados prometedores

En el encuentro de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO) de 2020, Yu y sus colegas presentaron el póster Prueba farmacogenómica en sangre para predecir la respuesta a quimioterapia y la supervivencia en cáncer de páncreas. El trabajo también se publicó en las actas del Journal of Clinical Oncology, y en breve se publicará un artículo que describe los resultados finales de este estudio.

El análisis de sangre, denominado “Ensayo de quimiosensibilidad”, se estudió en dos grupos de pacientes que se presentaron para recibir quimioterapia de primera línea para tratar cáncer de páncreas avanzado. Al primer grupo de 80 pacientes se le administró uno de los dos regímenes de quimioterapia convencional, ya sea FOLFIRINOX o gemcitabina y nab-paclitaxel. Un segundo grupo de 50 pacientes recibió una combinación personalizada de agentes quimioterapéuticos definida por el ensayo. La cantidad de sangre periférica recolectada de los pacientes fue de 6 ml (un poco más de una cucharadita), que se recogió al inicio del estudio y durante la quimioterapia.

Las células del tumor circulantes e invasoras se aislaron en las muestras de sangre y se sometieron a un análisis de expresión génica. Se predijo la respuesta de pacientes individuales al medicamento usando modelos de sensibilidad creados anteriormente como comparación. Los pacientes se clasificaron como sensibles si se predijo que la quimioterapia recibida sería eficaz y, en caso contrario, resistentes.

Los investigadores descubrieron que en el primer grupo, los pacientes que recibieron combinaciones sensibles de quimioterapia de primera línea presentaron tiempos sin progresión significativamente más largos y una supervivencia general más prolongada que el grupo resistente. En el segundo grupo de pacientes, aquellos cuyo tratamiento coincidió más estrechamente con el ensayo de quimiosensibilidad presentaron un mayor tiempo hasta la progresión en múltiples líneas de terapia y una supervivencia general más prolongada —una supervivencia a dos años del 38 %—.

“Brian McCarthy y yo estamos entusiasmados con los resultados, pero necesitamos ensayos con más participantes”, dice Yu. “Lo que está claro es que la primera quimioterapia que se usa en un paciente es la más importante y esto nos da una posible forma de asegurarnos de que [se use la mejor opción] [the best one is used] en lugar de simplemente elegir medicamentos a ciegas porque funcionan en otros pacientes”.

Otro estudio de este tipo es el ensayo clínico PASS-01, que se inició en el otoño de 2020, dice Yu. (Let's Win dará información sobre este ensayo con mayor detalle en las próximas semanas).

“Soy optimista y creo que lo lograremos. Las vidas de los pacientes con cáncer de páncreas son muy valiosas y merecen nuestros mejores esfuerzos.”