Arrojar luz sobre el quimiocerebro
La quimioterapia ha sido una de las mayores historias de éxito del tratamiento del cáncer.
Al igual que con cualquier tratamiento médico, existen posibles efectos secundarios, algunos de los cuales son prácticamente universales, como problemas gastrointestinales, pérdida de cabello o cansancio.
Pero muchos pacientes también tienen una variedad de síntomas que afectan la memoria, lo que produce una especie de “neblina mental”. Estos síntomas, que incluyen dificultad para concentrarse, realizar varias tareas a la vez, recordar nombres y recuperar palabras, entre otras, son muy constantes entre los pacientes con cáncer, sin importar qué cáncer tengan. En el pasado, la mayoría de los médicos atribuyeron esta “neblina” o confusión a la depresión y el estrés del diagnóstico de cáncer y el tratamiento continuo, en vez de a un posible efecto secundario del tratamiento.
Debido principalmente a la gran cantidad de sobrevivientes al cáncer que han informado a sus médicos de cambios en la memoria y otras habilidades cognitivas durante el tratamiento del cáncer o después de él, las investigaciones recientes han descubierto nuevos indicios acerca del fenómeno. Y actualmente, se reconoce a la “quimioconfusión” como un posible efecto secundario muy real del tratamiento del cáncer.
¿Qué es la quimioconfusión?
A pesar de que los pacientes usan los términos “quimioconfusión” o “quimiocerebro” para describir la “neblina mental”, es posible que vea que se refieren a dificultades cognitivas relacionadas con el tratamiento del cáncer o dificultades cognitivas posteriores a la quimioterapia. Esto se debe a que la quimioterapia no siempre es la única causa de esta afección. Se ha demostrado que la radioterapia, la cirugía y la terapia hormonal generan el denominado quimiocerebro.
Algunos estudios sugieren que hay una multitud de factores que entran en juego. Es posible que determinados medicamentos usados durante la quimioterapia hagan que la materia blanca y gris del cerebro se reduzca levemente, lo que puede afectar la manera en que procesamos y adquirimos la información. Otros fármacos pueden perturbar la comunicación de las células del cerebro y la manera en que las neuronas usan el oxígeno. Varios medicamentos usados por períodos prolongados también parecen aumentar el riesgo de quimiocerebro. Además, hay indicios de que algunos pacientes pueden tener una susceptibilidad heredada al quimiocerebro. Incluso el tratamiento del cáncer en sí mismo puede ser un factor si hay complicaciones como anemia, cansancio, problemas nutricionales, problemas de sueño o infección, por ejemplo, que pueden afectar la agudeza mental.
Actualmente, los médicos no saben qué pacientes se verán más afectados por el quimiocerebro, pero los investigadores están estudiando varios posibles marcadores genéticos en busca de una mayor vulnerabilidad a la afección, así como genes que pueden ofrecer alguna protección, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
Cada paciente sufre de quimiocerebro de forma algo diferente. La mayoría solo nota cambios por un período corto. Otros informan cambios que duran mucho más.
En qué medida se ve afectada la calidad de vida también es una experiencia individual, pero puede ser especialmente frustrante para las personas que tienen trabajos demandantes que requieren mucha concentración. Es posible también que estos problemas de memoria afecten la capacidad de una persona de sentirse cómoda en situaciones sociales y podrían contribuir al aislamiento social y la depresión, los cuales hacen aún más difícil mantener una mirada positiva durante el tratamiento del cáncer.
Pasos para aliviar la confusión
Así como el quimiocerebro afecta a todos de manera diferente, no hay una solución que se aplique a todos por igual. En un ensayo aleatorizado reciente se encontró que el empleo de un programa de rehabilitación cognitiva en el que los sobrevivientes al cáncer informan síntomas cognitivos después de la quimioterapia redujo los niveles de ansiedad, depresión y cansancio; y algunas investigaciones ya muestran que este tipo de terapias pueden ser eficaces para los problemas cognitivos después del tratamiento del cáncer, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer.
Pero muchos pacientes, cuyos problemas de memoria no son muy restrictivos, informan sobre sus propios métodos de adaptación. Algunas sugerencias útiles incluyen:
- Hacer notas en una agenda o en un teléfono inteligente confiable para registrar fechas, citas y eventos. Las notas autoadhesivas también funcionan.
- El cerebro es como un músculo, si no lo usas, lo pierdes. Resolver crucigramas, juegos de memoria o aprender una nueva habilidad, por ejemplo, puede hacer maravillas a la hora de mantener el cerebro activo.
- Ejercite su cuerpo lo mejor que pueda, porque que mantenerse tan saludable físicamente como sea posible mejorará la alerta mental. No es necesario que corra una maratón. De hecho, la función ejecutiva y la memoria, o las capacidades para tomar decisiones, mejoran incluso después del ejercicio físico leve a moderado, de acuerdo con las investigaciones que muestran que el nivel de citocinas inflamatorias se reduce, lo que se traduce en una mejor memoria.
- Sea consciente. La conciencia plena (mindfulness) es simplemente un término que quiere decir estar presente en el momento. Se puede ser consciente a través de la meditación, yoga suave y ejercicios de respiración, por ejemplo. La conciencia plena puede desarrollar su capacidad de prestar atención y podría conducir a una mejor retención de la memoria. La conciencia plena se ha vuelto muy popular y a menudo hay clases disponibles en hospitales, centros comunitarios o bibliotecas locales. También hay muchos libros y DVD disponibles que pueden ayudar.
- No haga varias cosas a la vez si no es necesario. En vez de eso, concéntrese en una tarea por vez.
- Asegúrese de dormir bien y de alimentarse de la manera más saludable posible.
- Lo más importante: no tema pedir ayuda. Hable con sus seres queridos acerca de sus preocupaciones sobre su memoria y, por supuesto, hable con su equipo médico, quienes también pueden ofrecerle estrategias para ayudar y garantizar que otras cuestiones médicas no se sumen al problema.
La Sociedad Americana contra el Cáncer sugiere llevar un registro de cuándo son más prevalentes los problemas de memoria y de qué otros medicamentos está tomando, ya que esto puede ofrecer información útil a su equipo médico.
La imagen de este artículo fue creada por David Trick, quien está sometiéndose a quimioterapia para el cáncer colorrectal en estadio IV. Él dice: “He intentado explicar a los demás cómo la quimioterapia afecta a mi capacidad cognitiva, pero no creo que alguna vez haya logrado transmitir las realidades del quimiocerebro. Por lo tanto, intenté capturarlo en mi arte usando fractales de llama informáticos. Espero que mi arte tenga éxito donde las palabras fallaron”.