Tratamiento de la enfermedad
12 de marzo, de 2024 • 7 Min

Cómo alimentarse si padece cáncer de páncreas

Maria Petzel, oncology dietitian

Si tiene cáncer de páncreas, obtener los nutrientes que necesita puede ser un desafío.

Es posible que tenga poco apetito y le cueste consumir suficientes calorías para mantener un peso saludable. Quizás incluso sienta náuseas al pensar en comer, y con razón.


Según Maria Petzel, dietista registrada del MD Anderson Cancer Center (Houston, Texas), el páncreas tiene un rol clave en la digestión. Este órgano con forma de pez no solo produce y libera enzimas que descomponen proteínas, grasas y carbohidratos, sino que también regula los niveles de azúcar en la sangre, lo que controla la liberación de insulina y glucagón en el torrente sanguíneo.

Tiene sentido que el cáncer de páncreas afecte lo que come (y cómo come). Si tiene cáncer de páncreas, es posible que tenga menos apetito, inflamación en el intestino y dificultad para digerir y absorber nutrientes. Es más, el cáncer de páncreas puede afectar su capacidad para desarrollar y mantener masa muscular.

Mejores estrategias alimentarias

Ya sea que se someta a una cirugía para extirpar un tumor de páncreas o que esté recibiendo quimioterapia y radiación (o alguna combinación de las tres), el cáncer de páncreas pasa factura al cuerpo. La buena noticia: estas ocho estrategias pueden ayudarle a reforzar sus reservas de nutrientes para que pueda tolerar mejor el tratamiento:

  1. Controle los efectos secundarios. Puede proponerse tomar las mejores decisiones nutricionales durante su tratamiento, pero si no puede controlar los efectos secundarios como náuseas, vómitos y pérdida del apetito, los planes que haga no tendrán sentido. “Si no puede controlar bien las náuseas con un tratamiento estándar contra las náuseas, hable con su oncólogo para que pueda diseñar un plan para el próximo ciclo a fin de controlar mejor las náuseas”, dice Petzel.
  2. Concéntrese en los ciclos. Los tratamientos como FOLFIRINOX tienen efectos importantes sobre el apetito y pueden provocar náuseas, diarrea o estreñimiento. Si piensa en la nutrición teniendo en cuenta los ciclos de tratamiento, podrá recuperar sus reservas de nutrientes durante el intervalo entre ciclos, momento en que comienza a recuperar el apetito. “El objetivo es aprovechar los días buenos y hacer todo lo posible para minimizar los déficits en los días malos”, explica Petzel.
  3. Manténgase hidratado. Beber líquidos es esencial para todas las personas, pero es especialmente importante cuando recibe tratamiento contra el cáncer. Ingerir suficiente agua y electrolitos es fundamental para todas las funciones del cuerpo, desde la circulación hasta la desintoxicación. Y si tiene poca energía, los líquidos llenos de nutrientes pueden reemplazar las comidas. Trate de beber la mitad de su peso corporal en onzas (por ejemplo, si pesa 150 libras o 68 kilos, beba 75 onzas o 2.2 litros, de líquido al día). Puede beber agua, jugos de vegetales y caldo rico en nutrientes. Puede tomar té y café con moderación, pero es mejor evitar las bebidas que contengan cafeína (como los refrescos y las bebidas energéticas). Manténgase alejado del alcohol. Es deshidratante.
  4. Priorice las proteínas. Cuando se trata de crear una jerarquía de nutrientes, Petzel recomienda primero los líquidos y luego las proteínas. La proteína ayuda a reparar y reconstruir las células dañadas. Los tratamientos contra el cáncer, la cirugía y la recuperación aumentan la cantidad de proteínas que el cuerpo necesita cada día. Pero el cuerpo solo puede sintetizar entre 25 y 30 gramos a la vez, por lo que es importante dividir su ingesta de proteínas: la mayoría de las personas que padecen cáncer de páncreas necesitarán comer tres o cuatro veces al día para satisfacer sus necesidades de proteínas. En general, necesita al menos 1/2 gramo de proteína por cada libra de peso corporal (por ejemplo, si pesa 150 libras o 68 kilos, debe intentar consumir unos 75 gramos de proteína por día).  Pregúntele a su dietista o proveedor de atención médica cuál es su objetivo diario específico. Buenas fuentes incluyen pescado, aves, carnes magras, huevos, productos lácteos con bajo contenido de grasa, frijoles, lentejas, frutos secos y semillas.
  5. Coma comidas pequeñas y equilibradas. Las personas con cáncer de páncreas suelen tener mejores resultados cuando comen varias comidas pequeñas durante el día (las comidas pequeñas en general se toleran mejor cuando se trata de manejar la pérdida de apetito y las náuseas). Ya sea que esté comiendo una comida o un refrigerio, incluya proteínas, fibra y grasas en cada comida. Entonces, en lugar de comer un trozo de fruta entera sola, Petzel recomienda combinar la fruta con un poco de grasa y proteína. Unte rodajas de manzana con mantequilla de maní o cacahuate, por ejemplo, o combine una pera con cubitos de queso. “Eso le ayudará a evitar los grandes picos y caídas de azúcar en la sangre que pueden ocurrir cuando se comen solo carbohidratos”, dice Petzel. “También garantiza que obtendrá calorías y proteínas adicionales”.
  6. Considere tomar enzimas pancreáticas. Si el páncreas ha sufrido una pérdida de función debido a un tumor o tratamiento, es posible que no pueda producir las enzimas digestivas que el cuerpo necesita para procesar los alimentos del tubo digestivo. Esto puede provocar síntomas gastrointestinales desagradables o pérdida de peso. La buena noticia: puede mejorar los síntomas tomando un reemplazo de enzima pancreática recetado para asegurarse de descomponer y absorber los nutrientes de los alimentos. Lamentablemente, no existe un enfoque único para la cantidad de cápsulas que cada persona necesita. En cambio, la dosis depende de lo que come y de cuánta función ha perdido el páncreas. Es importante trabajar con su equipo de atención médica para identificar la cantidad exacta necesaria para una digestión óptima. “Debido a que tomar demasiados reemplazos de enzimas puede causar estreñimiento, recomiendo iniciar a los pacientes con una dosis mínima y aumentar la dosis a partir de ahí”, sugiere Petzel. “Es posible que no note un beneficio inmediato con la dosis inicial, pero cuando aumentamos cada pocos días, los beneficios se vuelven evidentes y queda claro cuál es la mejor dosis”. Si bien hay productos de enzimas digestivas de venta libre disponibles, es mejor usar enzimas pancreáticas recetadas porque están aprobadas por la FDA, lo que garantiza pureza y concentración.
  7. Consulte con un dietista. El cáncer de páncreas es complejo. Las necesidades de nutrientes dependen no solo del estadio de la enfermedad, sino también del tratamiento. Para sobrellevar mejor la enfermedad, trabaje en equipo con un dietista experimentado que conozca bien la nutrición oncológica, el control de la diabetes y las enzimas pancreáticas. Un dietista experto lo monitoreará para detectar signos de insuficiencia pancreática, control adecuado del azúcar en la sangre y desnutrición.
  8. Preste atención a la caca. Tanto el cáncer de páncreas como sus tratamientos pueden causar estragos en el tubo digestivo. Un signo temprano de que el páncreas tiene dificultades para satisfacer la demanda es un cambio en la frecuencia o consistencia de las heces. ¿Tiene diarrea?  ¿Tiene heces blandas y frecuentes?  ¿Tiene estreñimiento, hinchazón y gases? Asegúrese de compartir estos cambios con su equipo de atención médica. Es posible que deba realizar algunos cambios en la dieta o en los medicamentos o agregar enzimas pancreáticas a sus comidas diarias.

Consejos nutricionales para llevar a casa

Lamentablemente, no existe una dieta estándar para las personas que padecen cáncer de páncreas. Si bien algunos alimentos pueden nutrir a un paciente, esos mismos alimentos pueden empeorar los síntomas en otro paciente.

Aun así, Petzel recomienda hacer hincapié en los alimentos integrales y ricos en nutrientes y limitar las calorías vacías.

Alimentos que debe comer

  • Proteínas magras, como pescado, aves, huevos y yogur con bajo contenido de grasa
  • Proteínas de origen vegetal, como frijoles, frutos secos y mantequillas de frutos secos (almendras, anacardos, maní o cacahuate)
  • Verduras, frutas y cereales integrales
  • Si tiene problemas para comer, agregue batidos caseros o bebidas complementarias nutricionales con bajo contenido de azúcar.

Alimentos que debe limitar o evitar

  • Carnes y productos lácteos ricos en grasas
  • Alimentos y refrigerios procesados
  • Alimentos y bebidas con azúcar añadido
  • Alcohol       

Lo más importante es seguir moviéndonos. El ejercicio es una de las mejores cosas que puede hacer para apoyar tanto el cuerpo como la mente durante el tratamiento y después. Los estudios demuestran que la actividad física puede ayudar a aumentar la liberación de hormonas que nos hacen sentir bien.