Tratamiento de la enfermedad
17 de mayo, de 2018 • 5 Min

Comer bien puede ayudarle en su lucha contra el cáncer de páncreas

Oncology dietitian Maria Petzel

Como fuente de insulina que ayuda a regular el azúcar en la sangre y de enzimas que ayudan a descomponer las grasas, los carbohidratos y las proteínas, el páncreas es una pieza clave del aparato digestivo.

Por eso, no es sorprendente que el cáncer de páncreas pueda traer aparejados importantes desafíos nutricionales. Sin embargo, el abordaje exitoso de estos desafíos trae múltiples recompensas: puede posibilitar y mejorar el tratamiento, estimular el bienestar diario y colaborar para una recuperación saludable.

La importancia de la capacitación y la experiencia de un dietista

Cuando forme su equipo para encarar el cáncer de páncreas, uno de sus primeros reclutas debería ser un dietista, comenta Maria Petzel, RD, CSO, LD, CNSC, dietista clínica experimentada del MD Anderson Cancer Center. Idealmente, el nombre del dietista debería estar seguido de las siglas CSO, lo que significa que recibió una certificación en nutrición oncológica, con más de 2000 horas de experiencia oncológica clínica. Esa experiencia puede ser útil al evaluar las necesidades de cada paciente, que varían de una persona a otra, en función de factores tales como su tipo morfológico, antecedentes de tratamiento, antecedentes quirúrgicos y cantidad de grasa en la alimentación.

En el caso de los pacientes con cáncer de páncreas, es importante que el dietista tenga una buena formación en enzimas. Las enzimas pancreáticas ayudan a descomponer las grasas, las proteínas y los carbohidratos. El déficit de enzimas pancreáticas puede afectar la digestión, causar efectos secundarios molestos y pérdida de peso. Los síntomas de una producción deficiente de enzimas incluyen exceso de gases, hinchazón o indigestión después de las comidas y cambios en las deposiciones, como heces claras o amarillas o deposiciones frecuentes, que flotan, son aceitosas o blandas.

Dato curioso: un páncreas que funciona con normalidad segrega por día en el duodeno unas ocho tazas de jugo pancreático que contiene enzimas.

“La producción deficiente de enzimas puede resolverse con un tratamiento de reemplazo de enzimas pancreáticas (suplemento con enzimas recetadas), pero no es una solución que se pueda aplicar a todos por igual”, dice Petzel. “Los pacientes con cáncer de páncreas deben tener a alguien en su equipo de atención médica que pueda ayudarles a encontrar la marca y la dosis que funciona mejor con el fin de reducir al mínimo los síntomas y lograr la máxima digestión y absorción”.

Combatir los efectos secundarios del tratamiento

La pérdida de peso debida al cáncer de páncreas es común, pero sus causas pueden ser complicadas. Algunas están relacionadas con el tumor, en cuyo caso la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia pueden ayudar. Otras, sin embargo, son el resultado de dichos tratamientos.

Las náuseas, la pérdida de apetito o el cambio en el gusto que a menudo acompañan a la quimio o a la radioterapia pueden combatirse mediante la alimentación y estrategias farmacéuticas. Estas son más exitosas cuando se diseñan para cada paciente, explica Petzel. La diarrea de una persona puede ser causada por una mala absorción de las grasas debido a la insuficiencia de enzimas pancreáticas, mientras que otra puede padecer los efectos de la intolerancia a la lactosa, la proliferación bacteriana, la quimioterapia o el síndrome de evacuación gástrica rápida debido a la extirpación quirúrgica. El reemplazo de enzimas puede resolver el problema en algunos pacientes, mientras que una alimentación baja en grasa, baja en fibra o sin lácteos podría ser la solución para otros.

Para los pacientes con cáncer de páncreas, mantener un peso saludable puede ser fundamental para el éxito de su tratamiento. “Sabemos que los pacientes que pueden mantener su peso tienen mayores probabilidades de recibir sus dosis de tratamiento programadas”, agrega Petzel.

Estos son algunos consejos generales que Petzel ofrece a los pacientes:

  • Consuma comidas pequeñas, frecuentes y equilibradas (no solo refrigerios), de seis a ocho por día, para ayudar a combatir el cansancio y la pérdida de peso. Programe estas comidas para horarios específicos. “Por lo general, no es suficiente esperar a que su cuerpo le diga que tiene hambre”, dice Petzel.
  • Evite comidas con mucha grasa que a su páncreas ya sobrecargado le resulta difícil manejar.
  • Tenga cuidado con la fibra. El consumo de muchas fuentes de alimentos que contienen fibra insoluble (panes integrales/cereales, frutas crudas con cáscaras gruesas, verduras crudas y frutos secos) puede hacer que los alimentos se muevan más rápido por los intestinos y causen una mayor entrada de agua a los mismos, lo que agrava la diarrea. Los alimentos que contienen fibra soluble, como la fibra de avena, y los alimentos con mucha pectina, como el puré de manzana y las bananas, pueden ayudar.
  • Para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, evite los alimentos dulces y fraccione los carbohidratos, mezclándolos con fuentes de proteínas como lácteos bajos en grasa, frijoles, pescado o mariscos, aves o carne roja magra.
  • Si su sentido del gusto se alteró debido al tratamiento, pruebe diferentes alimentos, texturas y sabores para determinar qué le resulta más atractivo.
  • Manténgase hidratado con bebidas transparentes como agua, jugo, bebidas con electrolitos o caldo. Las bebidas que contienen calorías, nutrientes y proteínas, como licuados o bebidas de suplemento nutritivo, también pueden ser útiles para quienes no pueden tolerar una comida.
  • Manténgase activo. “Incluso 5, 10 o 15 minutos de actividad física, dos o tres veces al día, pueden estimular el apetito y promover el vaciamiento gástrico”, explica Petzel.
  • Lleve un diario de su alimentación en el que registre los alimentos ingeridos, el peso, las enzimas pancreáticas usadas (y cuándo, en relación con las comidas), la frecuencia y consistencia de las deposiciones, y las lecturas de los niveles de glucosa en la sangre, si corresponde.

Puede encontrar más asesoramiento nutricional en el sitio web de Nutrición Oncológica de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics Oncology Nutrition). El Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research) también ofrece inspiración culinaria en sus archivos de recetas.

Para obtener otras sugerencias sobre alimentación, lea el artículo de Tratamiento de la enfermedadCómo alimentarse después de un procedimiento de Whipple”.