Tratar de mejorar la inmunoterapia para el cáncer de páncreas
A pesar del aumento de la supervivencia a largo plazo, está claro para los médicos y los pacientes que luchan contra el cáncer de páncreas que hay una necesidad urgente de tratamientos más eficaces.
Un área de particular interés es mejorar la inmunoterapia, un tratamiento que ha demostrado ser eficaz para muchos tipos de cáncer pero, hasta ahora, no para el cáncer de páncreas. “Es obvio que no podemos estar satisfechos con la situación actual y creo que los profesionales de este ámbito necesitan volver a definir lo que esto significa en cuanto a avances importantes”, dice la Dra. Deirdre Cohen, oncóloga médica y directora de la Oficina de Ensayos Clínicos del Perlmutter Cancer Center de NYU Langone. “La inmunoterapia es un área que nos entusiasma, pero tenemos que descubrir cómo podría funcionar para el cáncer de páncreas”.
Cohen y sus compañeros están especialmente entusiasmados por un nuevo ensayo multicéntrico que combina nivolumab, cabiralizumab y radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) en pacientes con cáncer de páncreas localmente avanzado que no se puede extirpar con cirugía (no resecable). Alrededor de la mitad de los pacientes con cáncer de páncreas presentan enfermedad regional en estadio avanzado. Esto incluye tumores resecables limítrofes y tumores no resecables localmente avanzados. En estos casos, se usa la quimiorradiación (quimioterapia más radiación) para tratar de controlar la enfermedad local y quizás poder reducir los tumores para lograr extirparlos.
En este estudio de fase II, los investigadores determinarán la seguridad y la tolerabilidad de este método de tres frentes (la combinación de dos medicamentos de inmunoterapia con radioterapia dirigida). También calcularán el índice de resección quirúrgica después del tratamiento. “En este momento, la cirugía es la única opción con posibilidad de sanación para los pacientes, por lo que si después de aplicar este enfoque algunos tumores se prestan mejor a ser operados, eso es un triunfo”, dice Cohen, quien también es profesora asociada de medicina en NYU School of Medicine.
Aumentar la fortaleza del sistema inmunitario
Algunas investigaciones iniciales están produciendo ciertos resultados prometedores al combinar nivolumab con cabiralizumab, los cuales son medicamentos de inmunoterapia. Nivolumab es un anticuerpo monoclonal o inhibidor de puntos de control que ayuda a hacer que el sistema inmunitario del organismo ataque las células tumorales. Se dirige a PD-1, una proteína de punto de control de las células inmunitarias llamadas linfocitos T, la defensa natural del cuerpo. Cabiralizumab también es un anticuerpo monoclonal. Bloquea el receptor 1 del factor estimulador de colonias (colony stimulating factor 1 receptor, CSF1R), que se encuentra en la superficie de macrófagos inmunodepresores oncógenos (tumor-associated macrophages, TMA). Los TMA ayudan a que los tumores evolucionen porque inhiben la capacidad que tienen los linfocitos T del sistema inmunitario para destruir las células tumorales. Los niveles altos de TAM a menudo se relacionan con un mal pronóstico.
Un estudio pequeño de fase I demostró que combinar estos dos medicamentos de inmunoterapia podría proporcionar algo de ayuda a los pacientes con cáncer de páncreas metastásico. Se presentaron los resultados del estudio en el congreso de la Society for Immunotherapy of Cancer (Sociedad para la Inmunoterapia contra el Cáncer) en 2017. En el momento de la presentación, cuatro de los 31 pacientes con cáncer de páncreas que habían recibido varios tratamientos con anterioridad habían reaccionado a la terapia de combinación. La terapia parecía reducir el tumor en estos pacientes y parecía reducir los niveles de determinadas proteínas que se encuentran en la sangre y que se relacionan con la cantidad de cáncer en el cuerpo.
La radiación, que no ha demostrado ser muy eficaz para el cáncer de páncreas, suele utilizarse en pacientes con enfermedad localmente avanzada. Al sumar radioterapia a la mezcla, los investigadores de NYU Langone esperan aumentar las probabilidades de que la inmunoterapia sea más eficaz. “La idea (del ensayo) vino del laboratorio de(l) (Dr.) George Miller y sus compañeros, quienes descubrieron que si se bloquean los macrófagos con un anticuerpo, se mejoran las probabilidades de que la radiación sea más eficaz para frenar el crecimiento del tumor”, dice Cohen, la investigadora principal del ensayo. (Miller es cirujano hepatobiliar e investigador principal y director del S. Arthur Localio Laboratory en el Departamento de Cirugía de NYU Langone).
Para saber más sobre el ensayo, visite la página ClinicalTrials.gov.
Otro ensayo de inmunoterapia para pacientes con cáncer de páncreas
Junto con científicos de GlaxoSmithKline, los investigadores de NYU Langone (e investigadores de otros centros) estudiarán la eficacia de un nuevo medicamento, llamado GSK3145095, en otro ensayo clínico. El medicamento funciona al bloquear la acción de una enzima llamada proteína cinasa 1 que interactúa con el receptor de serina/treonina (receptor-interacting serine/threonine-protein kinase 1, RIPK1), que regula los macrófagos. Las primeras investigaciones demostraron que el tratamiento resultó en la duplicación de la activación de linfocitos T citotóxicos y en una reducción cinco veces mayor del tipo de linfocitos T influenciados por los macrófagos que inhiben el sistema inmunitario, según las investigaciones publicadas en la revista Cancer Cell.
“Este trabajo también se hizo en el laboratorio (de Miller) y nos entusiasma porque podría demostrar que si logramos inhibir la RIPK1, es posible que hagamos que el tumor pancreático, al igual que algunos otros tumores sólidos, sean mejores blancos para los moduladores de puntos de control”, explica Cohen, quien también estará a cargo de este ensayo.
Si el objetivo es mejorar el tratamiento contra el cáncer de páncreas, Cohen cree que estos tipos de ensayos brindan la mejor oportunidad de “avanzar en la dirección correcta”. “Quiero a mis pacientes, pero creo que eso lo dicen todos los médicos. Sin embargo, los pacientes con cánceres de tipo gastrointestinal tienen cualidades especiales. Estos pacientes se enfrentan a su enfermedad del modo más valiente, y el cáncer de páncreas es especialmente desafiante y doloroso. Tenemos que hacer mejor las cosas y la manera de mejorar es pasar rápidamente del laboratorio a los ensayos para ver qué es lo que funciona. Así es como podemos mejorar las vidas de nuestros pacientes”.