Investigación
5 de diciembre, de 2022 • 4 Min

Conozca al investigador: Dr. Jeffrey Patterson-Fortin, Ph.D.

Dr. Jeffrey Patterson-Fortin

Los investigadores noveles allanan el camino para futuros avances en el tratamiento del cáncer de páncreas.

En la Conferencia especial de la AACR sobre cáncer de páncreas de 2022, Let’s Win dio apoyo para la asistencia de cuatro científicos noveles. Nuestro investigador destacado este mes es el Dr. Jeffrey Patterson-Fortin.

La importancia de la reparación del daño del ADN

Para garantizar la supervivencia y el crecimiento, las células deben replicarse. Una parte importante de este proceso continuo es la respuesta al daño del ADN. Entre otras funciones, este sistema biológico reconoce y repara las inserciones y deleciones erróneas de las bases que componen el ADN. Esas bases son adenina, timina, citosina y guanina, o ATCG. Pero a veces esta compleja maquinaria se descontrola y puede provocar cáncer.

Algunas células cancerosas crean muchas mutaciones en el ADN cuando su respuesta al daño del ADN es incapaz de corregir los errores que ocurrieron al copiarlo. Esos genes defectuosos pueden causar formas de cáncer hereditarias y no hereditarias. Y hoy se utilizan como biomarcadores en pruebas de detección y en la planificación de tratamientos.

Al médico científico Dr. Jeffrey Patterson-Fortin, Ph.D., siempre le ha fascinado el ADN y cómo esas cuatro bases (A, T, C y G) generan un organismo vivo. “Mi formación se centra en la reparación de daños en el ADN”, explica el oncólogo gastrointestinal Patterson-Fortin, de Dana-Farber Cancer Institute (Boston). “Es una causa subyacente del cáncer y lo hace vulnerable a las terapias. Y eso es algo que tenemos que explorar y explotar”.

“Siempre me interesó el ADN y la biología del cáncer. Es realmente muy interesante que cuando las cosas van bien, nuestro ADN tiene la fascinante capacidad de hacer copias de sí mismo que aseguran que cuando una célula se divide, las nuevas células contienen réplicas exactas del ADN de la célula original”.

De la investigación a la atención clínica

Patterson-Fortin obtuvo su título de médico en Schulich School of Medicine & Dentistry de University of Western Ontario, Canadá, y su Ph.D. en University of Pennsylvania (Filadelfia). Hizo su residencia en medicina interna en el Johns Hopkins Hospital (Baltimore, Maryland) y posteriormente se especializó en oncología médica en Dana-Farber Cancer Institute. Patterson-Fortin realiza investigaciones en el laboratorio del Dr. Alan D’Andrea en Dana-Farber Cancer Institute. Estudia la explotación de las vías de reparación del daño en el ADN, con especial énfasis en tratamientos para cáncer de páncreas.

Como muchos otros especialistas en el tratamiento y la investigación del cáncer, Patterson-Fortin tiene experiencia personal con la enfermedad. En 1993, cuando era solo un niño, a su padre le diagnosticaron cáncer de tiroides. Lo operaron y todos pensaron que estaba curado. Pero el cáncer es una fiera difícil de domar. “Justo cuando empezaba mi doctorado, el cáncer reapareció y se había metastatizado”, explica Patterson-Fortin. “Fue devastador, y quise ver si lo que estaba aprendiendo en el laboratorio en términos de biología molecular podía ayudarnos a comprender mejor y tratar el cáncer”.

En esta época, cuando Patterson-Fortin hacía investigación en Canadian Institutes of Health Research, estudió la edición y acción sobre ubiquitina en las respuestas celulares. Fue el autor principal de varios trabajos sobre el complejo BRCA1-A y logró importantes avances en el conocimiento de cómo se regula la actividad DUB del dominio JAMM a nivel bioquímico y celular. Finalizó su tesis en 2011.

El cáncer de páncreas, especialmente cuando es metastásico, necesita con urgencia nuevos tratamientos, afirma Patterson-Fortin. “Es una enfermedad muy dura y necesitamos nuevas terapias”, indica. “No ha habido avances significativos en el tratamiento de la enfermedad metastásica desde el año 2011, y eso no es aceptable”.

Pero está seguro de que se avecinan cambios positivos. “Una de las cosas más importantes que necesitamos es una detección más precoz porque, por desgracia, la mayoría de los pacientes reciben el diagnóstico cuando la cirugía ya no es una opción”, explica. “Pero estoy seguro de que vamos en la dirección correcta. La investigación actual muestra que la inmunoterapia puede ayudar a nuestros pacientes, lo que será excelente, ya que ha tenido un impacto positivo en otros tipos de cáncer difíciles de tratar y les ha permitido a los pacientes gozar de largos períodos sin la enfermedad. También se están destinando más recursos a la investigación del cáncer de páncreas. Y eso puede marcar una gran diferencia para nuestros pacientes. Por eso tengo esperanza”.

Cuando no está trabajando en el laboratorio o atendiendo a pacientes, Patterson-Fortin disfruta de actividades al aire libre. Es un ávido corredor y ha participado en medias maratones y en maratones. Y cuando no está corriendo, está con su esposa Jessica haciendo ciclismo por toda Nueva Inglaterra. “Me gusta mucho andar en bicicleta, pero mi esposa no tiene mucha experiencia”, dice. “Ella comenzó a hacerlo durante la pandemia y descubrió que también le gusta mucho”.