Vivir con cáncer de páncreas y participar en ensayos clínicos
- La ictericia conduce a un diagnóstico de cáncer de páncreas
- Ensayo clínico de quimioterapia para reducir el tumor
- Cirugía de Whipple seguida de quimioterapia posquirúrgica
- Recurrencia y otro ensayo clínico
Tengo 66 años y estoy semijubilado de una carrera profesional en el baloncesto. Primero fui entrenador y luego trabajé durante 30 años en la NBA en diferentes cargos, desde cazatalentos hasta director general.
El 24 de agosto de 2017, mientras desayunábamos, mi esposa observó que yo tenía los ojos un poco amarillentos. Ella es enfermera, por lo que normalmente considero válidas sus opiniones médicas. Me llevó al consultorio médico a la mañana siguiente para que me hicieran análisis de sangre. Mi auxiliar médica, Jana Marganian, obtuvo mis resultados en unas pocas horas y me indicó que me realizara una tomografía computarizada esa tarde en Newport Hospital (Rhode Island). Me llamó esa noche para decirme que tenía una masa en el páncreas que debía revisarse más a fondo. La masa empujaba el conducto biliar y era lo que causaba la ictericia.
En un procedimiento, me realizaron dos exámenes. En uno, me colocaron una endoprótesis en el conducto biliar y en el otro, me realizaron una biopsia del tumor. Como se esperaba, era cáncer. Afortunadamente, lo detectamos a tiempo y no se había diseminado.
Selección de un ensayo clínico para el tratamiento
Entrevistamos a varios médicos y todos creían que el tumor era “resecable limítrofe” y debía reducirse antes de la cirugía. Tuve suerte de que el Dr. Howard Safran contara con un ensayo clínico para el cáncer de páncreas en el Lifespan Cancer Institute en Rhode Island.
Investigamos y decidimos que este tratamiento (FOLFOX-A) era nuestra mejor opción. Comencé el tratamiento la semana siguiente (10 infusiones; una cada dos semanas). A pesar de estar al tanto de los posibles efectos secundarios de FOLFOX-A, lo manejé muy bien e hice ejercicio cinco días a la semana durante todo ese tiempo. Mi único problema era la neuropatía en los pies y las manos. También me sometí a pruebas genómicas durante mi primera quimioterapia y los resultados revelaron que no portaba una mutación genética para este cáncer.
Después de 20 semanas de quimioterapia, fui a Mass General en Boston para someterme durante cinco días a radiación de protones con la Dra. Jennifer Wo. Al mismo tiempo, también recibí quimioterapia con capecitabina durante dos semanas con la Dra. Jill Allen. Realizamos una investigación minuciosa sobre cirujanos y elegimos a uno de los mejores del país, el Dr. Carlos Fernandez del Castillo, también de Mass General.
Momento de la cirugía
Me sometí a una cirugía de Whipple en Mass General el 7 de marzo de 2018. La cirugía salió muy bien y mis márgenes estaban libres de cáncer en todas partes. De los 15 ganglios linfáticos que se extirparon, dos dieron positivo al cáncer de páncreas. Seis semanas después de la cirugía, comencé la quimioterapia con Gemzar, nuevamente con el Dr. Safran. Este tratamiento consistía en 12 infusiones (durante dos semanas y luego una semana de descanso) y se llevó a cabo para aumentar las probabilidades de evitar una recurrencia. Los únicos efectos secundarios de esta quimio fueron algo de fatiga e hinchazón en los pies. Nuevamente, fui afortunado.
Me realicé la primera tomografía computarizada posquirúrgica alrededor de 10 semanas después de la cirugía, mientras me sometía a la quimioterapia con Gemzar, y obtuve resultados normales. Dos semanas después de finalizar la quimio, me hicieron otra tomografía que volvió a arrojar resultados normales, pero el valor de mi marcador tumoral era elevado. El Dr. Safran me volvió a hacer análisis de sangre a mediados de octubre de 2018 (siete semanas después de la tomografía) y el marcador tumoral estaba muy elevado. Una tomografía confirmó que el cáncer ha regresado, a pesar de que aún no se ha diseminado más allá del páncreas.
Comenzaré un ensayo de inmunoterapia a mediados de noviembre en el que se usará durvalumab y MEDI5083. Este ensayo lo lleva a cabo el Dr. Safran. El regreso del cáncer es algo verdaderamente decepcionante, pero no es sorprendente y me estoy preparando para los siguientes tratamientos con la misma actitud y el mismo esfuerzo que he dedicado hasta este momento. Un día a la vez, una tomografía a la vez y cada día es un buen día.
Reflexiones sobre la vida con cáncer de páncreas
En las salas de espera de quimioterapia, veo a mucha gente que está siempre allí sola. Veo a gente que toma taxis para llegar a sus tratamientos, porque no tienen quien los lleve. Veo a gente de todas las condiciones sociales. Lo peor que veo son personas jóvenes bajo tratamiento para el cáncer. Si alguien debe padecer cáncer, deberían ser los viejos como yo.
Todas estas observaciones han vuelto a confirmar lo que ya sabía y tengo suerte de tener el increíble sistema de apoyo de mi familia y amigos. Mi esposa, mis hijos, mi nuera y, por supuesto, mi nueva nieta, Graycen, han hecho increíbles aportes, ya sea con su investigación, su actitud positiva o su amor (Graycen no realizó ninguna investigación). Además, tener un gato de terapia como Rebound es muy beneficioso, especialmente durante el momento de la siesta.
Recomiendo enfáticamente casarse con una enfermera. Su conocimiento, firmeza y actitud franca me han motivado a lo largo de todo este proceso. Ella ha sacrificado todo su estilo de vida por mí. Otra gran ventaja es tener dos hermanos que también son mis mejores amigos. Ustedes no pueden hacerse una idea de lo mucho que significa para mí recibir llamadas telefónicas o mensajes de mi familia y amigos. Hasta los “tipos con actitud positiva” como yo tenemos momentos malos y cada vez que esto pasa, mágicamente recibo una llamada de mi familia o de mis amigos y esto me hace recuperar el rumbo. Realmente valoro el apoyo de todos y quiero que sepan lo agradecido que estoy.
Este desafío trajo tantas cosas positivas. He aprendido mucho sobre la vida a través de este cáncer. Siempre sentí que, incluso en los momentos más difíciles, debemos aprender algo positivo. Existen muchos mitos, estafas y codicia que se interponen en el camino del conocimiento verdadero, pero aquí hay algunos datos que, según he aprendido, son legítimos para mejorar su salud. Quizás no eviten que padezca cáncer, pero si en efecto acaba padeciéndolo, tendrá mejores probabilidades de vencerlo.
- Todos tenemos el potencial de tener cáncer en nuestro cuerpo. El truco es asegurarse de que nuestros sistemas funcionen bien. En otras palabras, haga todo lo que pueda para mejorar su salud.
- La alimentación es esencial. Después de estudiar muchas dietas, encontré algunos puntos en común que tienen sentido. El azúcar alimenta el cáncer. Elimine la mayor cantidad de azúcar “mala” que pueda (helado, galletitas, gaseosa, etc.). Lea las etiquetas de sus alimentos: le sorprenderá cuánto azúcar hay en las sopas y las salsas. Tenga cuidado con los alimentos procesados.
- Elija alimentos orgánicos siempre que pueda. Reduzca la ingesta de carne roja y, cuando coma carne, asegúrese de que sea orgánica. Está bien consumir pescado y mariscos algunas veces a la semana, pero busque pescado “bajo en mercurio”. Coma verduras con todas las comidas. Si va a beber alcohol, hágalo con moderación.
- Si desea tomar suplementos, consulte con su médico primero. Existen muchos suplementos buenos, pero la mayoría son malos y muchos de ellos pueden entrar en conflicto con otros medicamentos que usted tome. Haga sus deberes y hable con sus médicos.
- Una ventaja muy importante es mantenerse en buena forma física. Conocí a mucha gente que estaba atravesando las mismas experiencias que yo y no hay duda de que a las personas que están en buena forma les va mucho mejor en todo (quimioterapia, radiación, recuperación de la cirugía).
- Sea firme con los profesionales médicos. Esto exige que usted también haga sus propios deberes. Busque segundas opiniones. Es importante que cuente con personas que lo defiendan.
- Tenga una actitud positiva. Elimine el estrés o aprenda a lidiar con él: haga yoga, meditación, asesoría psicológica o lo que le funcione a usted.
- Rodéese de familia y amigos con actitud positiva. Las plegarias de todos, la energía positiva o simplemente los pensamientos positivos en verdad me han ayudado.
- Intente ser amable con las personas, incluso con sus hermanos.
Valore cada día y cada relación y diviértase. Nadie puede vivir solo. Acepte el amor y la ayuda de su familia y sus amigos. A pesar de que estoy progresando enormemente en este desafío, aún me queda mucho por recorrer, por lo que pido seguir recibiendo esas plegarias, la energía positiva y los pensamientos positivos.
Rob falleció cinco meses después de compartir su historia con Let’s Win. Su búsqueda de ensayos clínicos ha ayudado a ampliar el conocimiento disponible para todos los futuros pacientes. Ofrecemos nuestro más sincero pésame a su familia.