Mejor que nunca
Abby Pezzulo sabía que quería sobrevivir por su joven familia.
Después de que se le diagnosticara un tumor neuroendocrino de páncreas a los 43 años, se concentró en atesorar cada momento con sus hijos y su marido. Con el apoyo de su familia y sus amigos, Abby fue capaz de mantener una actitud positiva.
Lea más sobre Abby en “Mañana será otro día”.