Protocolos alternos para atacar el cáncer de páncreas
- Protocolo excepcional de tratamiento de dos partes
- Primera parte: gemcitabina y Abraxane
- Segunda parte: leucovorina, irinotecán, 5-FU
Me llamo Mark Fishman. Tengo 71 años y soy médico de familia.
Tuve ictericia y se descubrió que tenía una obstrucción en el conducto colédoco. Después de hacer otras pruebas, me diagnosticaron cáncer de páncreas en estadio IV el 21 de marzo de 2016. Tenía múltiples metástasis por todo el hígado, en un margen de 6 a 10 mm. Un médico amigo mío me recomendó al Dr. Vincent Picozzi, un oncólogo que trata solo este tipo de cáncer en Virginia Mason Medical Center de Seattle.
Un plan de tratamiento fuera de lo común
Después de analizar las opciones, elegimos lo que él llamó el Protocolo Seena. Este plan alterna dos tipos diferentes de tratamientos cada ocho semanas. La primera parte consiste en gemcitabina y Abraxane intravenosos una vez a la semana durante tres semanas, seguido de una semana de descanso. Luego se vuelve a repetir el ciclo durante otras cuatro semanas. Durante los días de tratamiento, también recibo dosis de los medicamentos para combatir la ansiedad lorazepam y proclorperazina.
Después de ocho semanas de tratamiento con gemcitabina y Abraxane, cambio a la segunda parte del tratamiento. Este consiste en dexametasona para prevenir la inflamación, seguido de una infusión de leucovorina e irinotecán. Luego de eso, uso una bomba en casa con 5-FU durante dos días. Tomo el medicamento contra las náuseas ondansetrón y más dexametasona dos veces al día durante los dos días que uso la bomba. Recibo esta combinación cada dos semanas durante cuatro períodos.
Efectos secundarios y eficacia
He estado siguiendo este protocolo de tratamiento durante casi un año. Me realizan una tomografía computarizada del tórax y el abdomen cada cierto tiempo para ver si están cambiando las lesiones del hígado.
Ambas partes del tratamiento causan efectos secundarios a corto plazo. Con la parte 1, siento una fatiga notoria el primer día de tratamiento, la cual sospecho que se debe al lorazepam y la proclorperazina. En general, suelo estar cansado al final del día. Con la parte 2, sufro acidez gástrica y estreñimiento que duran una semana. Sin embargo, puedo trabajar cuatro días a la semana durante todos los tratamientos.
He tenido efectos secundarios mínimos a largo plazo, el más significativo de todos fue neuropatía periférica leve en los pies. Antes de que me diagnosticaran la enfermedad, hacía ejercicio cinco días a la semana. Eso ya no ocurre ahora, pero todavía me ejercito de tres a cuatro veces a la semana.
Al principio, mi marcador de cáncer CA19-9 era de más de 139,000. El marcador más reciente es de 172. En mi tomografía más reciente, había solo cuatro metástasis de hígado, y todas eran demasiado pequeñas para que las pudiera medir el radiólogo.
He estado siguiendo un complejo régimen de vitaminas y suplementos durante los últimos dos años, y creo que esto me ha ayudado a sobrellevar la quimioterapia con menos efectos secundarios. Sigo trabajando. Dejé de atender el consultorio en octubre de 2016 y fui a trabajar como médico en un programa de adelgazamiento con supervisión médica en Bellevue, Washington.
Mark falleció más de cuatro años después de su diagnóstico de cáncer de páncreas en estadio IV. Estuvo dispuesto a probar protocolos de tratamiento menos comunes para vivir más tiempo y posiblemente allanar el camino para otros. Nuestro más sincero pésame a su familia.
El Dr. Stephen Bigelsen es otro paciente con cáncer de páncreas que sigue un plan de tratamiento personalizado. Lea su historia para saber más sobre sus tratamientos.