Mi páncreas bajo ataque
- Una presunta infección urinaria llevó al descubrimiento de una obstrucción del conducto biliar
- La colocación de un stent y estudios adicionales revelaron un tumor
- La cirugía de Whipple se complicó por la ruptura de un vaso sanguíneo abdominal
- La quimioterapia se suspendió debido a infecciones por C. diff
Mi historia quizá no sea única, pero espero que sea útil para otras personas que están enfrentando un diagnóstico similar.
En noviembre de 2017 creí que tenía una infección urinaria. Programé una cita con mi urólogo; me hicieron una tomografía computarizada que reveló una obstrucción en el conducto biliar. Al día siguiente me internaron en el hospital.
Decisiones rápidas
De inmediato me operaron para colocar un stent. Una vez que me recuperé de eso, mi médico ordenó estudios completos del tubo digestivo, ya que la tomografía computarizada indicaba la posibilidad de cáncer. Después de realizar endoscopias para biopsias y cepillado, llegamos a la conclusión, con un 97 % de certeza, de que el páncreas estaba bajo ataque. Resultó ser un adenocarcinoma de páncreas. En medio de todo esto, fui a la biblioteca local y saqué un libro de anatomía. ¡No tenía idea de lo complejo que es el sistema digestivo!
Después de tres semanas de preparación, cambios en la alimentación y pruebas preoperatorias, el 17 de diciembre de 2017 el Dr. Amer Zureikat me hizo la operación de Whipple en UPMC Hillman Cancer Center en Pittsburgh, Pensilvania.
Complicaciones de la cirugía de Whipple y quimioterapia
La cirugía de Whipple fue un éxito, pero después se complicó por la ruptura de un vaso sanguíneo del abdomen. Fui a la sala de emergencias y pasé otra semana en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Una vez en casa, comencé la quimioterapia (capecitabina oral) con el Dr. David Seastone en el centro de UPMC en Erie, donde vivía. El ciclo consistía en 14 días de tratamiento seguidos de 7 días de descanso. Tuve que suspender el tratamiento dos veces debido a múltiples infecciones por Clostridioides difficile (C. diff), que causaron diarrea y otros problemas digestivos. Cuando esas infecciones se curaron, puede reanudar la quimioterapia. Los efectos secundarios fueron terribles. Varias veces durante el tratamiento se me despellejaron las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Estoy vivo
Hoy estoy bien. Más que eso, estoy vivo.
Mi consejo es mantener una actitud positiva. Salga al aire libre cuando pueda. Disfrute de su familia y sus amigos. Para mí, mantenerme curioso y activo durante el postoperatorio y los ciclos de quimioterapia fue muy importante. Busque un grupo de apoyo sólido. Participe activamente en sus programas de tratamiento. Hágale a su médico todas las preguntas que se le ocurran. Hágase amigo de sus médicos durante esas citas. Y, por supuesto, ¡también de los técnicos!
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