Dos batallas contra el cáncer de páncreas
- El dolor de espalda y estómago después de un procedimiento cardíaco lleva a la detección del cáncer de páncreas
- Quimioterapia, un procedimiento de Whipple y más quimioterapia
- La recurrencia conduce a una pancreatectomía completa y radiación
A principios de 2013, comencé a tener problemas de estómago y dolor de espalda después de haberme sometido a un tratamiento para desobstruir las arterias.
Se lo conté a mi médico de cabecera, quien de inmediato se puso manos a la obra. Me envió a hacerme una ecografía ese mismo día. Al día siguiente me reuní con el Dr. Fiore DeVito, un gastroenterólogo, quien dijo que la ecografía mostraba algo que parecía canceroso. Me sugirió que me hiciera una endoscopia, la cual confirmó que era cáncer de páncreas en estadio II.
Seguir un plan de tratamiento recomendado
Me comuniqué con el Dr. Marson Davidson, cirujano del Hackensack University Medical Center, en Hackensack, Nueva Jersey, no muy lejos de mi casa en Newark. El Dr. Davidson me envió al Dr. Martin Gutierrez, un oncólogo que trabajaba allí. Los dos médicos se reunieron y decidieron el mejor tratamiento para mí: 12 semanas de quimioterapia, luego un procedimiento de Whipple, seguido de aproximadamente 12 semanas más de quimioterapia. En mayo de 2013, comencé la quimioterapia con un cóctel de medicamentos y en octubre me sometí a cirugía. Aproximadamente un mes después de la cirugía, comencé mi segunda ronda de quimioterapia, nuevamente con un cóctel de medicamentos.
Toleré bastante bien la quimioterapia. Los efectos secundarios no fueron demasiado graves: tuve un poco de incomodidad, sudores, algunas heces sueltas y perdí algo de cabello. Después de la cirugía, tuve que tomar pastillas de enzimas para aliviar el malestar digestivo. Un tiempo después de la cirugía me tuvieron que reparar una hernia.
Recurrencia del cáncer
Mis médicos me realizaban seguimientos regulares, y en 2018 el cáncer de páncreas volvió a aparecer. Esta vez me hicieron una pancreatectomía total, seguida de 18 tratamientos de radiación. Como me habían extirpado el páncreas, me volví diabético y tuve que empezar a tomar insulina.
La vida ahora
Debido a la recurrencia, tuve que seguir con la vía de acceso puesta. Cada seis semanas voy al centro oncológico para que me realicen una limpieza de la vía de acceso. También tengo visitas de seguimiento periódicas con mis médicos. Cada tres meses, también veo al Dr. Gutierrez; aproximadamente dos veces al año, veo al Dr. Davidson; cada tres a seis meses, veo al Dr. DeVito y cada tres meses, a la Dra. Adriana Katz, mi endocrinóloga, a quien llamo mi “médica del azúcar”.
Estoy aquí gracias a EXCELENTES médicos, al AMOR, a las oraciones de la familia y los amigos y, por último, pero no por ello menos importante, a la guía y el amor de mi Señor.