Diagnóstico temprano
- La pancreatitis necrotizante me lleva al Columbia’s Pancreas Center
- Cáncer de páncreas detectado temprano
- Tratamiento con FOLFIRINOX
Mi experiencia con el cáncer de páncreas comenzó hace aproximadamente seis años, cuando tuve cinco episodios de pancreatitis.
En mayo de 2016 tuve un ataque de pancreatitis que me llevó a estar 30 días en el hospital. Diez de esos días los pasé con una mascarilla respiratoria y en medio de una batalla por mi vida. Tuve una larga recuperación, incluso pasé un tiempo en un centro de rehabilitación. Pero seguí teniendo náuseas y malestar constantes, y perdí 40 libras (alrededor de 18 kilos). Mi médico en Nueva Jersey me recomendó que fuera al Columbia Presbyterian Pancreas Center (Nueva York). Tuve una consulta con el Dr. John Poneros, quien me diagnosticó pancreatitis necrotizante. El páncreas estaba rodeado de líquido. Después de una serie de endoscopias y la colocación de stents para drenar el líquido, poco a poco comencé a sentirme mejor. Seguí haciéndome controles anuales en Columbia Presbyterian con el Dr. Poneros, quien me aconsejó que le informara sobre cualquier cambio en mi salud.
Los problemas regresan
En febrero de 2020 tuve síntomas similares a los de la gripe que duraron unas pocas semanas y perdí 12 libras (casi 6 kilos). Me comuniqué con el Dr. Poneros e inmediatamente me pidió que me hiciera una tomografía computarizada y un análisis de sangre. Los resultados llegaron un par de días después de la prueba e indicaron un pequeño tumor en el páncreas. Una semana más tarde, me hicieron una endoscopia y una biopsia.
Poco después del procedimiento, me avisaron que tenía que ver a la cirujana, la Dra. Beth Schrope. Tuve una consulta con la Dra. Schrope el 17 de marzo de 2020 y me dijeron que mi cirugía se llevaría a cabo el 23 de marzo. El plan era extirpar el tumor mediante cirugía laparoscópica. Me presenté en el hospital en medio de la pandemia. Mi esposa, mi hija y mi nieto me dejaron en el hospital y no recibí visitas hasta mi alta el 2 de abril.
Cirugía mayor y plan de tratamiento
La cirugía fue exitosa, pero lamentablemente tuve que someterme a una cirugía mayor debido a la ubicación del tumor. Me extirparon el bazo y parte del estómago, el colon, el páncreas y 36 ganglios linfáticos. Se extirpó el pequeño tumor canceroso y los ganglios linfáticos que se extirparon no eran cancerosos.
Después de reunirme con mi equipo de médicos, que incluía al Dr. Poneros, a la Dra. Schrope y al oncólogo, el Dr. Gulam Manji, me informaron cuáles eran mis opciones. Le confío mi vida al equipo y escuché lo que tenían que decir. Elegí la quimioterapia.
Hace poco terminé mi noveno tratamiento y las cosas han ido relativamente bien. Tuve la suerte de que los efectos secundarios hayan sido manejables, con algunas náuseas y neuropatía en las manos y los pies. Recibo un régimen quincenal de quimioterapia con FOLFIRINOX y se suponía que debía tener 12 tratamientos. Sin embargo, el Dr. Manji ha decidido suspender la quimioterapia en este momento, porque los riesgos no valen la pena.
Realmente es una bendición que mi diagnóstico se haya realizado en una fase inicial. Me dijeron que eso ocurre solo entre el 10 y el 15 por ciento de las veces. Con un gran equipo de médicos del Columbia Presbyterian y una fe firme en Dios, venceré este cáncer y me convertiré en un sobreviviente.