Cáncer de páncreas detectado a tiempo por casualidad
- Tumor detectado en una tomografía del corazón
- Cirugía extirpa cola del páncreas, bazo y ganglios linfáticos cercanos
- Tres meses de quimioterapia
- Unirse al registro de tumores para aprender más
Fue por casualidad que me diagnosticaron cáncer en la cola del páncreas en noviembre de 2012.
Durante años luché con mi salud por padecer fibrilación auricular (frecuencia cardíaca irregular y a menudo rápida). Me realizaron una tomografía como preparación para una ablación cardíaca, y los médicos encontraron tumores cancerosos en la cola del páncreas. El diagnóstico me tomó por sorpresa, porque mi familia tiene problemas cardíacos y diabetes, no cáncer.
Cirugía para extirpar el tumor
Elegí como mi cirujana a la Dra. Emily Winslow (que ahora trabaja en Medstar Health, Washington, D.C.) de la University of Wisconsin-Madison. Me operaron el 5 de diciembre de 2012. El informe de patología reveló que tenía adenocarcinoma de páncreas en estadio II. El adenocarcinoma representa el 85 por ciento de todos los tumores de páncreas. Durante la cirugía, la Dra. Winslow me extirpó la cola del páncreas, el bazo, la glándula suprarrenal izquierda y varios ganglios linfáticos circundantes. Hubiera extirpado la vesícula, pero me la habían extirpado cuatros años antes.
La importancia de la calidad de vida
Mi oncólogo es el Dr. Daniel Mulkerin (que ahora trabaja en el University of Rochester Medical Center) del UW Madison Carbone Cancer Center. El Dr. Mulkerin y yo trabajamos como un equipo. Él hablaba y yo escuchaba, y yo hablaba y él escuchaba. Quería que él entendiera que la “calidad de vida” era para mí mucho más importante que el “tiempo de vida”, es decir que prefiero vivir bien que vivir durante mucho tiempo y no ser capaz de hacer las cosas que deseo. Dudé en recibir tratamiento de quimioterapia porque la quimioterapia implica envenenar las células cancerosas que crecen rápido, pero también destruye las células sanas que crecen rápido. Pero dos de mis cinco hijos no estaban de acuerdo conmigo, aunque finalmente aceptaron mi decisión. Llegamos a un acuerdo… Comenzaría la quimio, pero si yo decidía dejarla, no quería escuchar otra palabra sobre el tema.
Me administraron inyecciones de gemcitabina durante solo tres meses. Durante la quimio, desarrollé un sentido del olfato muy agudo que me provocaba un terrible dolor de cabeza y un poco de náuseas. Soy una persona muy sociable y me deprimía no sentirme bien como para andar de un lado para otro. También decidí no realizarme tomografías a menos que los resultados de los análisis de sangre del CA 19-9 dieran elevados.
Esperanza de aprender más del registro de tumores
Como hasta lo que se sabía yo era el único miembro de la familia con un diagnóstico de cáncer, estaba interesada en averiguar más. Me encontré con un estudio de investigación cuyo objetivo era identificar las causas del cáncer de páncreas en el Registro Nacional de Tumores Familiares de Páncreas (NFPTR) de Johns Hopkins Hospital. Les di muestras de sangre para estudiar los genes y los factores de riesgo que causan el cáncer de páncreas, así como para encontrar nuevas formas de detectarlo. Todos los años recibo una encuesta para completar que actualiza la investigación en curso de mi caso. Espero que mis esfuerzos ayuden a los investigadores a saber más sobre esta enfermedad.
En diciembre de 2017 se cumplirán cinco años desde mi cirugía de cáncer. He cambiado mis hábitos alimentarios en un esfuerzo por mantenerme saludable. En la primavera de 2017, me preocupé porque pensé que el cáncer podía haber regresado, ya que perdí 33 libras (casi 15 kg) en tres meses y medio. Aunque muchas veces intenté bajar de peso sin éxito, me preocupaba esta pérdida de peso repentina. Una tomografía reveló que no había signos de cáncer. Sin embargo, nunca me consideraré libre de cáncer. Siempre estará entre bastidores, como un cantante que espera poder cantar el bis.