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Cuando a Donna Robinson le diagnosticaron cáncer de páncreas en estadio IV en 2014, le dijeron que su cáncer era incurable e inoperable.
Se dio cuenta de que, para ella, el miedo al cáncer era tan peligroso como el tumor o el tratamiento. Donna comenzó la quimioterapia, la cual redujo el tumor considerablemente. Luego, conoció a un médico que intentaría extirpar el tumor. La operación fue un éxito y ella todavía sigue con vida.