Historias de sobrevivientes
14 de febrero, de 2017 • 4 Min

Optar por un enfoque diferente para el tratamiento del cáncer de páncreas

Stephen Bigelsen

pancreatic cancer patient Stephen Bigelsen
  • Diagnóstico de estadio IV me hace querer probar tratamientos más audaces
  •  Pruebas de quimiosensibilidad para encontrar los mejores medicamentos para luchar contra mi tumor
  • Medicamentos para otras enfermedades ayudan con la quimioterapia

Soy un médico de 55 años. Tuve dolor de estómago que duró una semana y el sexto día me di cuenta de que tenía la orina oscura, un signo precoz de ictericia.

Para averiguar lo que estaba causando la ictericia, el gastroenterólogo me indicó que me hiciera una tomografía computarizada. La tomografía mostró dos tumores en el páncreas y varias metástasis en el peritoneo. Me realizaron una biopsia por punción de las metástasis que dio como resultado un diagnóstico de adenocarcinoma de páncreas. También me sometí a una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, o ERCP, para colocar un stent en el conducto biliar, que estaba obstruido por uno de los tumores y era la causa de la ictericia. Me diagnosticaron cáncer de páncreas en estadio IV. Esto era lo último que me esperaba, porque no tenía antecedentes familiares de este tipo de cáncer y, aparte de esto, tenía un excelente estado de salud.

Mi mente está abierta a cualquier tratamiento científico

Mi conocimiento médico en oncología estaba bastante desactualizado y era limitado, pero sí sabía que los tratamientos convencionales para mi enfermedad habían producido resultados lamentables. Sabía que ya no tenía mucho que perder, por lo que busqué un oncólogo que, como yo, quisiera adoptar un enfoque diferente y más audaz.

Como médico, creo en la ciencia y en el método científico de las investigaciones médicas. Conocí a la Dra. Allyson Ocean, experta en oncología pancreática en Weill-Cornell y líder en este campo, quien estaba dispuesta a probar ideas nuevas e innovadoras en un caso como el mío.

Conversamos sobre diferentes opciones, incluidos tratamientos que son parte de ensayos clínicos en el país. Todas sus ideas sobre tratamientos estaban fundamentadas en la ciencia, pero los procesos no estaban lo suficientemente avanzados para haber alcanzado el nivel de prueba científica. Estos tratamientos han demostrado buenos resultados en los estudios publicados, pero aún no están aprobados por la FDA y por lo tanto se consideran experimentales.

Pruebas de quimiosensibilidad para determinar la quimioterapia

Comencé con un análisis de sangre de quimiosensibilidad. Las células cancerosas en mi sangre fueron expuestas a varios medicamentos para determinar cuáles funcionaban mejor para mi tumor específico. La prueba mostró que el tratamiento convencional de primera línea no habría funcionado y que habría perdido varios meses valiosos.

La Dra. Ocean usó los resultados para elaborar un “cóctel” de quimioterapia personalizado para mi tratamiento. Se concluyó que los medicamentos mitomicina, gemcitabina y capecitabina serían los tres medicamentos que funcionarían mejor para tratar mi tumor. Esta combinación no es una terapia convencional para el tratamiento de primera línea dado que la mitomicina se suele utilizar como tratamiento de segunda línea.

A continuación, la Dra. Ocean me recetó un tratamiento con paricalcitol, vitamina D sintética, que ahora recibo por vía intravenosa tres veces por semana. La investigación realizada en el instituto Salk en California ha demostrado que ayuda a atravesar el estroma del tumor (una pared protectora) para que el medicamento de quimioterapia pueda penetrar mejor el tumor. Los estudios en ratones han sido muy alentadores, aunque recién se están comenzando a hacer estudios en seres humanos.

Mi segundo medicamento experimental es hidroxicloroquina, un medicamento por vía oral relativamente económico, que en la actualidad se utiliza para tratar el paludismo y las afecciones reumáticas. En la investigación del cáncer, se ha demostrado que inhibe la autofagia, un proceso en el que una célula cancerosa moribunda consume partes desechables de sí misma para conservar energía y sobrevivir. De nuevo, los estudios en ratones han tenido éxito y hay un estudio clínico en curso en seres humanos en University of Pennsylvania. Puedo tomar tanto este medicamento como el paricalcitol sin participar en un ensayo clínico solo porque ambos están en el mercado y fueron aprobados por la FDA para tratar otras afecciones no cancerosas.

Mi propio ensayo clínico personal

Tengo una duda al recomendar mi enfoque a otras personas. Me preocupa que al no participar en un estudio clínico, no estoy contribuyendo al objetivo de avanzar los conocimientos médicos, lo cual es muy importante para finalmente poder encontrar una cura para esta enfermedad devastadora. Para solucionar esta inquietud, los pacientes como yo, que crean su propio ensayo clínico personal, debemos tener algún tipo de método para informar los resultados. Estoy considerando algunas ideas sobre la mejor forma de proceder.

Mis seis meses de tratamiento han sido muy exitosos. Mis marcadores tumorales han disminuido más del 98 por ciento y mis metástasis ya no son visibles en las tomografías computarizadas. Hasta el momento, estoy venciendo las probabilidades y espero que este enfoque sea tan exitoso para otras personas que opten por probar ideas innovadoras.

Para obtener más información sobre los ensayos clínicos que usan vitamina D, lea los artículos “Ensayo clínico de inmunoterapia más vitamina del sol puede ayudar en la lucha contra el cáncer de páncreas” y “Tratamiento prequirúrgico para el cáncer de páncreas que es extirpable”.