Investigación
3 de septiembre, de 2020 • 6 Min

El futuro del tratamiento del cáncer de páncreas

Anil Rustgi

Anil K. Rustgi, M.D., es médico científico.

Es el director del Herbert Irving Comprehensive Cancer Center (HICCC) de Columbia University Irving Medical Center y NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center, en la ciudad de Nueva York. Antes de su nombramiento en Columbia, Rustgi se desempeñó como profesor T. Grier Miller de medicina y genética y jefe de gastroenterología en la University of Pennsylvania’s Perelman School of Medicine, donde codirigió el Programa de Biología de Tumores.

La investigación de Rustgi se centra en lo que hace que el cáncer funcione y tiene como objetivo descubrir los secretos de los procesos celulares y los microambientes tumorales que causan el desarrollo, la progresión y la metástasis de los tipos de cáncer gastrointestinal, como el cáncer de páncreas. Ha realizado un trabajo esencial sobre cómo la interacción de los genes impulsores del cáncer y el microambiente pueden llevar al desarrollo y la metástasis del cáncer de páncreas.

Rustgi habló con Let's Win sobre el estado actual de la investigación y el tratamiento del cáncer de páncreas y sobre lo que implica liderar un importante centro oncológico durante una pandemia.

El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los tipos de cáncer más letales, y en 2019 fallaron varios ensayos importantes. ¿Es optimista con respecto a lo que se puede esperar en los próximos años?

Lo importante es que aprendamos de cada ensayo clínico. No hay duda en absoluto de que nos estamos moviendo en la dirección correcta con respecto al cáncer de páncreas. Durante mucho tiempo estuvimos estancados en un 5 por ciento de supervivencia general a los cinco años; ahora estamos en alrededor del 10 por ciento. Puede que no parezca mucho, pero en el contexto del cáncer de páncreas, es impresionante. Actualmente se están haciendo y se seguirán haciendo varias cosas para aprovechar los avances que hemos logrado.

Una de las más importantes es cómo usamos la información que obtenemos de las pruebas genéticas. Alrededor del 5 al 10 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas tienen antecedentes familiares, el llamado cáncer de páncreas hereditario. Y eso significa que hay una causa conocida, como una mutación genética, que la persona heredó de uno de los padres. No existe un programa de detección convencional para el cáncer de páncreas, pero hay algunos programas de detección sólidos en los principales centros, como el nuestro, que se concentran en reconocer a las personas con mayor riesgo y en cómo supervisarlas mejor para que la enfermedad pueda detectarse en el estadio más temprano. Este es el foco de mi práctica clínica y, con la investigación en curso, como comunidad nacional podremos ayudar a más personas y así esperamos poder aumentar la supervivencia aún más.

También estamos haciendo un trabajo interesante financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) sobre la función de la pancreatitis en el cáncer de páncreas. La segunda área es el organotropismo metastásico. En otras palabras, ¿por qué ciertos tipos de cáncer de páncreas primarios tienden a metastatizarse en localizaciones secundarias específicas, como el hígado o los pulmones? Ahora, con los importantes avances realizados en modelos murinos, organoides 3-D y otros sistemas, tenemos herramientas increíbles a nuestra disposición que pueden ayudarnos a comprender mejor el proceso.

Todo el mundo habla siempre de una detección más temprana. ¿Hay algo en esta investigación que le resulte particularmente interesante?

Se están realizando muchas investigaciones interesantes sobre la llamada diabetes de tipo 3c. Este tipo de diabetes tiene una aparición repentina, más tarde en la vida, y puede estar asociada con el cáncer de páncreas. A menudo el cáncer de páncreas tiene una tasa de mortalidad tan alta porque se diagnostica en un estadio avanzado debido a la ausencia de síntomas en sus fases iniciales. Hay investigaciones que muestran que la diabetes de tipo 3c también podría ser una manifestación temprana del cáncer de páncreas. Se necesitan marcadores más precisos para identificarla correctamente, no solo para brindar un tratamiento adecuado a los pacientes, sino también porque una clasificación correcta puede ayudar al diagnóstico temprano del cáncer de páncreas. Se están realizando muchas investigaciones epidemiológicas y esperamos poder hacer un diagnóstico más temprano del cáncer de páncreas clasificando a los pacientes con diabetes de tipo 3c como una población con una mayor probabilidad de tener cáncer de páncreas en fase inicial.

¿Qué sucede con el tratamiento?

Debemos mejorar nuestros fármacos quimioterapéuticos. Esta es la razón por la que tantos ensayos clínicos se concentran en esta necesidad. Se está haciendo un gran esfuerzo en todo el mundo mediante ensayos clínicos para mejorar las opciones de tratamientos dirigidos. Con ese fin, en los ensayos clínicos se intenta cada vez más comprender por qué algunos pacientes no reaccionan a determinados tipos de tratamiento. Debemos saber qué impulsa esa resistencia. La selección de pacientes para un ensayo determinado es muy importante. Cuanto más se sepa sobre cómo un fármaco en particular ataca el cáncer, más alineación debe haber en términos de selección de pacientes.

¿Cómo ve usted la IA en el tratamiento del cáncer de páncreas?

La “inteligencia artificial”, o IA, existe desde hace mucho tiempo.Los investigadores están enseñando a las computadoras a reconocer la forma y la estructura del páncreas, y luego les enseñan a reconocer las diferencias entre un páncreas sano y un páncreas con un tumor maligno. Tiene sentido que veamos aplicaciones de IA en una variedad de tareas de diagnóstico y predicción. Las capacidades de aprendizaje automático realmente ofrecerán a los médicos la oportunidad de adaptar más cuidadosamente las intervenciones tempranas contra el cáncer, ya sean de naturaleza preventiva o centradas en el tratamiento, para cada paciente individual. Creo que veremos muchos cambios en los próximos años con las posibilidades que ofrece el aprendizaje automático.

¿Qué le diría a alguien a quien se le diagnostica cáncer de páncreas hoy?

En primer lugar, averigüe sus antecedentes familiares. En segundo lugar, se ha llegado a la conclusión de que todas las personas con cáncer de páncreas deberían realizarse pruebas genéticas incluso sin tener antecedentes familiares. Los resultados de estas pruebas pueden ayudar a determinar los tratamientos más eficaces y la posibilidad de que los familiares se beneficien de hacerse las pruebas de detección.

En tercer lugar, la estadificación es absolutamente fundamental. Cuanto más sepamos sobre el paciente, más información tendremos a la hora de seleccionar el tipo adecuado de tratamiento. Los pacientes que pueden ser candidatos a cirugía ahora pueden recibir tratamiento neoadyuvante antes de la cirugía. Si un paciente tiene cáncer metastatizante, es verdaderamente necesario explorar y buscar ensayos clínicos.

En cuarto lugar, es realmente importante considerar esta enfermedad y su tratamiento como un esfuerzo colaborativo de muchas especialidades, incluidas la oncología, la cirugía, la gastroenterología, la radiología y la patología, entre otras. Los dietistas son muy importantes para ayudar a mantener una buena ingesta nutricional. Los trabajadores sociales asisten con el apoyo familiar y emocional. Aproveche la experiencia de cada especialista.

¿Cómo ha sido dirigir un importante centro oncológico durante una pandemia?

Ha sido una lección de humildad. Lo que queda claro en esta enorme tragedia es que hemos perdido a muchas personas aquí en Nueva York, en los Estados Unidos y en todo el mundo. Doy un enorme reconocimiento a nuestro profesorado, a nuestros residentes, al personal, a nuestros directivos y a cada una de las personas que trabajan en nuestros centros médicos. En Columbia y en NewYork-Presbyterian ha habido una enorme colaboración para trabajar por alcanzar un entorno seguro y saludable. Pasamos de ser un epicentro en los EE. UU. a convertirnos en un entorno seguro para nuestros pacientes y nuestro personal. Hay mucha motivación por parte de todos para continuar y eso es inspirador. Todos los días siento la necesidad de retribuir.

¿Es optimista con respecto al futuro?

Sí, soy muy optimista sobre los avances en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de páncreas. Además, me apasiona capacitar a la próxima generación de líderes. Ya sea que se trate de la investigación y el tratamiento del cáncer de páncreas o si se trata de encontrar una manera de prevenir y tratar la COVID-19, es muy gratificante ver cómo las mentes jóvenes, como los estudiantes graduados y de postdoctorado, encuentran su propio camino y obtienen sus propias becas. Logran la independencia y eso significa que el futuro está en buenas manos.