Investigación
27 de julio, de 2017 • 4 Min

La mayoría de las mutaciones del cáncer son errores aleatorios del ADN

Dr. Bert Vogelstein

Los “errores” impredecibles y aleatorios en el ADN representan casi dos tercios de las mutaciones del cáncer, según un nuevo estudio publicado en el número del 24 de marzo de la revista Science a comienzos de este año.

En el estudio, investigadores de Johns Hopkins clasificaron las mutaciones causantes del cáncer en una de tres categorías. El estudio examinó 32 tipos diferentes de cáncer.

Aunque algunas mutaciones pueden ser más potentes que otras, los científicos determinaron que el 66 por ciento de las mutaciones que causan cáncer surgen al azar durante la división celular en los diversos órganos a lo largo de la vida de la persona. Otro 29 por ciento puede deberse a causas medioambientales, y el 5 por ciento son hereditarias.

Al igual que muchos estudios epidemiológicos, los investigadores también concuerdan en que alrededor del 40 por ciento de los cánceres pueden prevenirse. En su opinión, esto indica que es esencial investigar mucho más sobre las estrategias de detección precoz.

¿Qué sucede con el cáncer de páncreas?

El cáncer de páncreas estuvo incluido en el estudio; los investigadores determinaron que el 5 por ciento de las mutaciones eran hereditarias, el 32 por ciento eran medioambientales y el 63 por ciento eran aleatorias.

El descubrimiento de que hay tres causas diferentes de las mutaciones asociadas con el cáncer de páncreas tiene importantes implicaciones para los pacientes, asegura el Dr. Bert Vogelstein, coautor del estudio y codirector del Ludwig Center de Johns Hopkins Kimmel Cancer Center de Baltimore, Maryland.

Por ejemplo, si una persona tiene antecedentes familiares de cáncer de páncreas, es esencial que consulte con un experto en asesoramiento genético, afirma. “Los pacientes con riesgo de sufrir cáncer de páncreas a menudo corren el riesgo de padecer otros tipos de cáncer, dependiendo de la naturaleza de la mutación que heredaron de sus padres”, explica Vogelstein. “Se pueden realizar exámenes de detección de algunos de estos cánceres, como el cáncer de mama, y, si se detecta de manera temprana, pueden curarse simplemente con cirugía. Algunos casos de cáncer de páncreas hereditario también pueden detectarse en fases iniciales si provocan quistes, por ejemplo, y la cirugía en esos casos puede ser curativa”.

Mutaciones aleatorias = Mala suerte

Está generalmente aceptado que el medio ambiente, particularmente ciertos estilos de vida, contribuye al cáncer de páncreas. Por ejemplo, se ha demostrado que el tabaco y la obesidad aumentan sustancialmente el riesgo de padecer cáncer de páncreas, al igual que muchos otros tipos de cáncer. Las personas que no fuman (o dejan de fumar), hacen ejercicio de manera regular y tienen una alimentación saludable, tienen menos probabilidad de padecer cáncer y más probabilidad de vivir una vida más larga y más sana.

“No obstante, muchos tipos de cáncer de páncreas aparecen incluso en personas que llevan un estilo de vida ejemplar y que no tienen factores de riesgo hereditarios”, comenta Vogelstein. “Esas personas son víctimas de la mala suerte, de errores que cometen las células al replicar el ADN”.

En la mayoría de los casos, estos errores no causan daño, pero ese no es el caso de los pacientes que padecen cáncer de páncreas. “Es importante que los pacientes con cáncer de páncreas que cuidadosamente evitaron estilos de vida riesgosos no se sientan culpables y no se pregunten por qué padecen cáncer de páncreas”, dice Vogelstein. “No hay nada que podrían haber hecho para evitarlo, y ahora sabemos el motivo por el cual esos cánceres pueden presentarse incluso en personas que se encuentran en entornos perfectos”.

La necesidad de la detección temprana

A Vogelstein le gustaría que hubiera más estudios sobre detección precoz y, con el tiempo, maneras de detectar el cáncer de páncreas en fases iniciales cuando la cirugía aún puede ser curativa. Además, todos los tratamientos para el cáncer surten mejor efecto si se utilizan más temprano, cuando el paciente está menos enfermo, y agrega que la detección precoz, combinada con mejores tratamientos, es la clave para reducir las muertes por cáncer de páncreas.

A medida que aumenta la longevidad, el envejecimiento por sí mismo da lugar a errores aleatorios de transcripción; por eso el cáncer de páncreas aparece más frecuentemente en personas mayores. No obstante, a medida que la población envejezca y, con suerte, se reduzcan los factores de riesgo medioambientales, aumentará la cantidad de cánceres que se deban únicamente a la mala suerte, lo que hará que la creación de mejores métodos de detección precoz sea aún más importante.

“Una persona sana de cien años con cáncer de páncreas diagnosticado en una fase incipiente puede curarse mediante cirugía, especialmente con las técnicas quirúrgicas avanzadas que habrá cuando estas personas constituyan un grupo demográfico grande”, dice Vogelstein.

El estudio fue financiado por John Templeton Foundation, Lustgarten Foundation for Pancreatic Cancer Research, Virginia and D.K. Ludwig Fund for Cancer Research, Sol Goldman Pancreatic Cancer Research Center, y National Cancer Institute de National Institutes of Health.