Historias de sobrevivientes
17 abril, 2025 • 4 Min

Una historia nada interesante

Andi Benjamin

PNET patient Andi Benjamin
  • Estudio de investigación llevó al diagnóstico
  • Equipo interdisciplinario de médicos debido a enfermedades preexistentes
  • PNET diagnosticado temprano
  • Observación y espera

Mi historia no tiene nada de interesante… y prefiero que siga siendo así.

Participé en un estudio de investigación en la University of California San Diego (UCSD) relacionado con nuevas tecnologías. El estudio comenzó en septiembre de 2022. Ese mes, me hicieron una tomografía de cuerpo entero y luego una colonoscopia de rutina que mostró lo que creían que podría ser un quiste. (Soy propensa a los quistes.) Me hicieron una biopsia, que confirmó que tenía un neoplasma maligno en la cola del páncreas.

De inmediato, me pusieron en contacto con los directores del UCSD Health Pancreatic Cancer Program y me presentaron al oncólogo Dr. Paul Fanta y al cirujano Dr. Andrew Lowy. Tengo otras enfermedades graves, así que mi médica de cabecera, la Dra. Marlene Millen, formó un equipo médico interdisciplinario para coordinar mi atención y ayudarme a distinguir entre la realidad y la percepción. ¡Tengo un equipo médico increíble!

Un detalle adicional que hizo que mi diagnóstico fuera particularmente aterrador fue que mi hija había sufrido un accidente cerebrovascular apenas unos meses antes. Para mi familia y para mí fue la acumulación de una gran carga emocional. No tuve más opción que reconciliar mis prioridades personales y profesionales con mi determinación de aprovechar cada minuto. Por suerte, ha tenido una recuperación increíble y es mi heroína.

Atención a los ensayos clínicos

Como tumor neuroendocrino, el mío está contenido y no se ha diseminado, por lo que aún no me han dado tratamiento. Me someto a resonancias magnéticas periódicas (con y sin contraste) y también a análisis de sangre de rutina. Este es el mismo tipo de tumor que tuvo Steve Jobs, con una gran diferencia: el mío se diagnosticó muy temprano y es rastreable. Su tumor se diagnosticó después de que “explotara”. No existen grandes opciones de tratamiento… todavía. Pero los doctores Fanta y Lowy esperan que habrá un tratamiento terapéutico disponible para cuando lo necesite. Me incluyeron en la lista para posibles ensayos clínicos si alguno llega a estar disponible.  Otra opción es la cirugía, pero es poco probable en mi caso debido a que tengo otros problemas físicos, como enfermedad cardíaca y trastornos sanguíneos.

He aprendido a vivir con esta bomba de tiempo y a hacer lo posible para fortalecer mis reservas físicas y emocionales. Por suerte, lo detectamos temprano y soy de las personas que ven las amenazas como oportunidades para mejorar y reinventarse. La terapia me ha ayudado muchísimo, y gracias a mi experiencia, planifico mi tiempo de la forma más significativa posible. Lo más importante para mí son las relaciones personales, por encima de cualquier logro y éxito laboral. Me rodeo de personas y experiencias que me brindan alegría.

Me he realizado pruebas genéticas para cáncer de páncreas, de mama (el mío fue tratado con éxito en 2013) y otros problemas médicos. Ninguno es hereditario (gracias a Dios). Soy una persona que absorbe información; mientras más, mejor.

Sin crecimiento tumoral… POR EL MOMENTO

¿Tengo miedo? ¡Claro que sí! Pero estoy segura de que la calidad de la atención es excelente y que los especialistas en cáncer de páncreas están totalmente comprometidos a encontrar los mejores tratamientos en las pruebas y para el futuro. En este momento, sigo en el estadio I sin crecimiento tumoral. Sin embargo, falta poco para mi próxima tomografía, ¡y toco madera para que contar esta historia no me traiga mala suerte!

Es difícil hacer malabares con todas las cosas que parecen estar en al aire al mismo tiempo, pero siempre encuentro tiempo para mí de distintas formas. El descubrimiento del tumor fue una llamada de atención positiva: la enfermedad y la mortalidad son reales. La alegría viene de lo que hacemos mientras podemos.

Agradezco cada segundo con mi familia y amigos. Aunque estoy casi jubilada, he redefinido mi negocio de consultoría y adopté la regla de “No aceptar clientes desagradables”. Me he convertido en activista política. Me concentro en motivar a las personas jubiladas a usar sus voces para luchar por la democracia, proporcionando educación, herramientas y apoyo. Acojo la espontaneidad con los brazos abiertos. Me siento muy afortunada de que esta enfermedad haya aumentado mi capacidad de estar presente. También me he concentrado en mejorar mi salud: hago al menos una hora y media de ejercicio diario. Así que, en pocas palabras, todo está bien por aquí.