Historias de sobrevivientes
7 de febrero, de 2025 • 5 Min

Más información significa menos miedo

Dwayne Montgomery

Pancreatic cancer patient Dwayne Montgomery
  • Los signos de advertencia incluyeron diabetes y pérdida de peso
  • La biopsia guiada proporcionó un diagnóstico definitivo
  • Quimio antes y después de la cirugía de Whipple

Diabetes agresiva y sin control. Así empezó todo.

En noviembre de 2022, mi cuerpo entró en un estado intolerable de diabetes y comencé a perder peso de forma inesperada. Sabía que necesitaba averiguar qué estaba sucediendo de inmediato.

Llamé a mi médico de cabecera para que me hicieran pruebas de diagnóstico por la imagen de la zona abdominal. Fui a Ascension St. Vincent en Indianápolis, Indiana, donde vivo. A partir de enero de 2023, me sometí a una serie de pruebas de diagnóstico por la imagen. Me hicieron una ecografía, que mostró un conducto dilatado en la cabeza del páncreas. Sin embargo, no hubo un diagnóstico definitivo. Luego me hice una tomografía computarizada (con y sin contraste), que respaldó los hallazgos de la ecografía, pero todavía no hubo un diagnóstico definitivo. Luego vino una resonancia magnética (también con y sin contraste), que respaldó los hallazgos de la tomografía computarizada, pero aún no dio un diagnóstico definitivo. Finalmente, el 10 de febrero, me hicieron una biopsia guiada por ecografía endoscópica (EUS) que me dio un diagnóstico definitivo: adenocarcinoma de páncreas en estadio I.

Una segunda opinión

Me reuní con un cirujano y un oncólogo en Ascension St. Vincent y lo primero que hicimos fue realizar pruebas genéticas, incluso antes de que se finalizara mi programa de tratamiento.  Aunque el resultado fue negativo para mutaciones (como BRCA), y las pruebas no influyeron en mi tratamiento, me alegra habérmelas hecho.

Mis médicos en Ascension sugirieron que podía aprovechar el plan de tratamiento convencional de quimioterapia, cirugía de Whipple y quimioterapia postoperatoria porque me habían diagnosticado en un estadio inicial. Me programaron 12 ciclos de quimioterapia con fluorouracilo (5FU): seis ciclos de neoadyuvante (antes de la cirugía), luego un procedimiento de Whipple, seguido de otros seis ciclos de quimioterapia adyuvante (después de la cirugía).  

Decidí ir a MD Anderson en Houston, Texas, para obtener una segunda opinión. El médico de MD Anderson estuvo de acuerdo con el plan de tratamiento. Inicialmente, iba a mudarme a Houston para recibir mi tratamiento, pero los médicos de MD Anderson me informaron que el Dr. Michael House de Indiana University Health Simon Cancer Center es uno de los mejores cirujanos de Whipple. IU Health está a aproximadamente 10 millas (16 km) de mi casa. Los médicos de MD Anderson me hicieron ver que si elegía al Dr. House, podría tener cerca mi red de familiares y amigos. Así que elegí al Dr. House y me puse en contacto con él para la cirugía de Whipple.

Quimio + Whipple + Quimio

Regresé a casa y comencé el tratamiento con el oncólogo de St. Vincent. Empecé la quimioterapia con una infusión intravenosa cada dos semanas, que incluía cuatro horas en el centro de infusión y 46 horas adicionales con una bomba de infusión en casa.

Luego, el 14 de junio de 2023, me sometí a un procedimiento de Whipple. La cirugía salió bien, prácticamente sin complicaciones. Sin embargo, después de la cirugía me enfrenté a un desafío difícil. El estómago tardó casi tres semanas en despertarse y comenzar a funcionar: no se vaciaba. Como resultado, no podía comer, así que perdí otras 40 libras (18 kilos) y me hospitalizaron de nuevo para recibir alimentación por vía intravenosa y para que me drenaran la bilis del estómago.

Finalmente, el estómago comenzó a funcionar y comencé la quimioterapia postquirúrgica. Hice dos sesiones de quimioterapia en Ascension St. Vincent, luego cambié a un oncólogo de IU Health para las sesiones de quimioterapia del ciclo nueve al doce. Hice esto para que todos mis servicios relacionados con el cáncer estuvieran en IU Health. De esta forma, eliminaba los problemas de comunicación entre instituciones médicas. El Dr. House me recomendó a la Dra. Laura Vater, así que ella es mi oncóloga actual y me estará monitoreando durante los próximos cinco años.

Tuve la suerte de tener solo efectos secundarios leves con la quimioterapia. Tuve neuropatía, sensibilidad al frío y enzimas hepáticas elevadas. No tuve náuseas, agotamiento ni ninguna de las otras enfermedades o molestias frecuentes que suelen acompañar a la quimioterapia.

Un nuevo enfoque

Han pasado 14 meses desde que terminé el tratamiento y por fin estoy volviendo a tener una vida física normal. Me ha llevado un año aprender lo que mi aparato digestivo puede manejar y adaptarme a las enzimas digestivas. Ahora puedo entrenar con pesas y ganar músculo. He recuperado el peso que perdí. Subí casi 40 libras (18 kilos) y estoy satisfecho con mi fuerza y resistencia.

Me siento bendecido de haber tenido cuatro tomografías trimestrales y análisis de sangre que no mostraron indicios de enfermedad. Ahora me dedico a brindar apoyo a pacientes con cáncer de páncreas recién diagnosticados y sus familias, ya que el diagnóstico puede cambiar la vida.

Recomiendo encarecidamente que todos los pacientes con cáncer sean sus propios defensores. Es imperativo que comuniquemos a nuestros médicos lo que nuestros cuerpos sienten para que podamos recibir la atención médica adecuada de manera oportuna. Para los pacientes y sus familias es importante que la toma de conciencia de la enfermedad aumente continuamente, ya que esto ayuda a todos a comprender qué esperar y qué tratamientos explorar. Esta comprensión ayuda en última instancia a reducir el miedo y la ansiedad.