El riesgo hereditario en perspectiva
En la década de 1990 se sabía muy poco de la base genética del cáncer de páncreas.
Casi 30 años después, los científicos saben que la genética hereditaria es responsable por entre el 20 y 30 % de los cánceres de páncreas. Pero solo entre el 7 y el 10 % de los pacientes con cáncer de páncreas sabrán mediante pruebas genéticas que tienen una mutación germinal hereditaria como BRCA. Entre el 5 y 10 % tienen antecedentes familiares de cáncer de páncreas, pero no una mutación conocida.
Gracias a este mayor conocimiento, ahora los médicos también saben que algunos pacientes con mutaciones germinales tienden a tener mejores resultados. Por ejemplo, algunas mutaciones afectan a los genes necesarios para la reparación del ADN, lo que aumenta su sensibilidad a ciertos medicamentos (por ejemplo los inhibidores de PARP y las terapias con platino como el oxaliplatino) utilizados en pacientes con mutaciones de BRCA. Por eso los regímenes que contienen estos medicamentos podrían convertirse en tratamientos de primera línea para esos pacientes.
El Registro Nacional de Tumores Familiares de Páncreas ha hecho una gran contribución a la investigación
Investigadores de todo el mundo trabajan con esmero para conocer mejor la biología básica del cáncer de páncreas, pero gran parte del conocimiento obtenido en las últimas décadas puede atribuirse al trabajo del Registro Nacional de Tumores Familiares de Páncreas (NFPTR), un registro de investigación iniciado en Johns Hopkins Medicine (Baltimore, Maryland) en 1994. El grupo de expertos multidisciplinarios ha publicado más de 100 estudios revisados por pares, cuyos datos no solo ayudan a definir el trabajo de otros investigadores, sino que también mostraron que los individuos con antecedentes familiares de cáncer de páncreas tienen un mayor riesgo de padecerlo.
El trabajo del NFPTR también ha descubierto importantes genes de susceptibilidad al cáncer de páncreas y ha colaborado en la creación de herramientas para identificar a los individuos con mayor riesgo de tener la enfermedad. “Nuestros datos demuestran que el riesgo de cáncer de páncreas realmente depende mucho de los antecedentes familiares; esto abarca el grado de cercanía —por ejemplo parientes de primer grado (padres o hermanos) en comparación con parientes de segundo grado (tíos)— y también la edad a la que esos parientes adquirieron la enfermedad”, explica la Dra. Alison Klein, M.H.S., directora del NFPTR. “El tener parientes con esta enfermedad, sin importar el grado, no significa que va a tener cáncer de páncreas. Pero sí significa que su riesgo es mucho mayor que el de otras personas. Por eso es muy importante conocer el riesgo. Es una enfermedad terrible, por lo que queremos detectarla temprano en quienes son considerados de alto riesgo”.
Debido a que el cáncer de páncreas es relativamente poco común, en general es difícil inscribir al número necesario de pacientes para diseñar un estudio sólido de detección temprana. “Un aspecto muy importante de nuestro trabajo es ayudar a los investigadores a diseñar esos estudios de [early detection] porque[the researchers] necesitarían saber cuántas personas incluir para obtener mejores datos”, indica Klein, que también se desempeña como profesora de oncología en el Programa de prevención y control del cáncer de Johns Hopkins. “Por lo tanto, nuestras estimaciones de riesgo fundamentan el diseño de los estudios de detección precoz y el análisis de riesgo/beneficio de los ensayos de detección”.
Consideración de investigaciones previas
En su estudio más reciente publicado en Journal of the National Cancer Institute, Klein y sus colegas analizaron el riesgo de cáncer de páncreas en una gran cohorte prospectiva. El estudio, denominado “Risk of Pancreatic Cancer in the Long-Term Prospective Follow-Up of Familial Pancreatic Cancer Kindreds” (Seguimiento prospectivo a largo plazo del riesgo de cáncer de páncreas en familias con cáncer de páncreas hereditario) fue diseñado para determinar el riesgo de cáncer de páncreas específico por edad en función de los antecedentes familiares, utilizando datos prospectivos.
Los investigadores analizaron los datos de 21,141 individuos de 4433 familias inscritos en el Registro Nacional de Tumores Familiares de Páncreas y los compararon con los datos del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER). Este programa está diseñado para brindar estadísticas de cáncer con el objeto de reducir la incidencia de cáncer en la población de los EE. UU. SEER reporta todos los casos de cáncer notificados a los registros de cáncer participantes, y da seguimiento a la incidencia de diagnóstico de cáncer cada año. También recaba información de seguimiento en todos los pacientes diagnosticados hasta la muerte.
En el estudio actual, los investigadores compararon sus datos de cáncer de páncreas hereditario con los de SEER. Por ejemplo, las personas con antecedentes familiares de páncreas (dos parientes de primer grado o una variante patógena, por ejemplo) tenían una incidencia estandarizada de 4.86. “Esa es solo una manera de decir que se detectaron 4.8 veces más cánceres de páncreas en nuestro grupo que entre los datos de SEER” explica Klein. “El punto es que el riesgo aumenta con la cantidad de parientes de primer grado con cáncer de páncreas”.
Un estudio similar fue publicado en 2010 en Journal of the National Cancer Institute. En ese estudio, Klein y colegas concluyeron que entre las familias con antecedentes de cáncer de páncreas, la edad de los parientes afectados al momento del diagnóstico era un factor clave en el riesgo de otro familiar de padecer cáncer.
En comparación con la población general, las personas con parientes con cáncer de páncreas hereditario tienen un riesgo seis veces mayor de padecer la enfermedad. Pero los investigadores informaron que el riesgo aumenta nueve veces cuando un miembro de la familia recibió el diagnóstico antes de los 50 años de edad.
Ese estudio incluyó a más de 9000 individuos pertenecientes a 1718 familias inscritas en el registro de cáncer de páncreas. Y tanto Klein como sus colegas “sintieron que era hora de ampliar la investigación” y reconsiderar el problema, ya que podían hacer comparaciones entre una cohorte más grande.
El estudio actual muestra que en las familias en las que todos los cánceres de páncreas se presentan después de los 50 años, para la edad de 85 años los individuos con tres o más parientes de primer grado con cáncer de páncreas tienen un riesgo de por vida del 18 %. Entre los individuos con dos parientes de primer grado con cáncer de páncreas, el riesgo de por vida fue del 9 %. Y para los individuos con un pariente de primer grado con cáncer de páncreas, el riesgo de por vida fue del 5 %. El riesgo de por vida fue incluso mayor (24 %, 12 % y 7 % respectivamente) si en la familia había un cáncer de páncreas de aparición temprana (antes de los 50 años).
“Nuestros estudios muestran el alto riesgo de cáncer de páncreas en miembros de familias con cáncer de páncreas hereditario y un riesgo moderado en familiares con casos esporádicos”, informaron los investigadores. “En familias con casos hereditarios y esporádicos, la aparición temprana de cáncer de páncreas en un pariente se asociaba con un mayor riesgo de padecer la enfermedad”.
“Ninguno de estos datos me sorprendieron”, indica Klein. “Trabajo con personas que piensan en el cáncer de páncreas todo el día, todos los días, y he analizado datos durante 20 años.
“Esta información puede ayudar en el manejo del riesgo de personas con antecedentes familiares de cáncer de páncreas. Ha habido enormes avances en imagenología; además se están diagnosticando temprano más casos de cáncer, especialmente en personas de alto riesgo en programas de vigilancia, lo que permite que la cirugía sea una opción. Incluso se pueden detectar lesiones precancerosas. Pero todavía nos queda mucho por aprender. Estamos buscando las causas del cáncer de páncreas, y hay muchas personas muy inteligentes trabajando en esto. Tengo esperanzas para el futuro”.
Si usted o un miembro de su familia tuvo cáncer de páncreas, podría cumplir con los requisitos para inscribirse en el NFPTR. Para obtener más información, visite este sitio web.