Cómo aprovechar el poder de la terapia con radionúclidos
Imagine una dosis de un medicamento radioactivo tan preciso que actúe solo sobre el cáncer de páncreas metastásico y, a su vez, no afecte las células sanas.
Esa es la premisa detrás de la investigación llamada “Molecularly Targeted Radionuclide Therapy via the Integrin AlphaVBeta6” (Terapia de radionúclidos dirigida molecularmente por medio de la integrina AlfaVBeta6), que está llevando a cabo un equipo de científicos de University of California, Davis. Pancreatic Cancer Collective otorgó al equipo $1 millón para el “New Therapies Challenge” (Desafío de nuevas terapias). Son uno de siete equipos que recibieron la subvención, la cual podría complementarse con $4 millones adicionales en la segunda ronda de financiación.
“En palabras sencillas, la terapia con radionúclidos es un misil que busca el cáncer, y en nuestro trabajo ese misil está formado por una pieza guía que se dirige al cáncer y una pieza radioactiva que lo elimina”, dice la responsable del equipo, la científica Julie Sutcliffe, Ph.D. La Dra. Sutcliffe es miembro del profesorado de UC Davis School of Medicine y del Departamento de Ingeniería Biomédica, donde se desempeña como codirectora del Center for Molecular and Genomic Imaging. “El cáncer de páncreas es una enfermedad muy dura y la mayoría de las personas reciben el diagnóstico cuando la enfermedad se ha diseminado”, agrega ella. Su investigación se concentra en desarrollar agentes dirigidos para la obtención de imágenes moleculares para aplicaciones preclínicas y clínicas. “Con este enfoque, podemos atacar la diseminación de la enfermedad, las metástasis, sin afectar las células sanas”.
Fundamentado en 15 años de investigación de radionúclidos
Fue en agosto de 1976 cuando el Dr. Abass Alavi y su equipo de University of Pennsylvania realizaron los primeros estudios en seres humanos de tomografía por emisión de positrones (PET), del cerebro y el cuerpo entero, utilizando un radiomarcador llamado FDG. La tomografía PET detecta la radiación emitida por los radiomarcadores, que están marcados por una sustancia química natural en el organismo como la glucosa. El radiomarcador más utilizado sigue siendo FDG, que tiene el potencial de detectar células malignas por su mayor glucólisis o, dicho más simplemente, por su absorción de glucosa. Las células cancerosas, por su propia naturaleza, tienen una mayor absorción de glucosa. El problema es que FDG no es un marcador tumoral específico, lo que significa que aunque puede proporcionar detalles excelentes de tumores malignos, también puede concentrarse en zonas de inflamación e infección que también tienen una alta absorción de glucosa.
Durante aproximadamente 15 años, Sutcliffe y su equipo han estado trabajando en el desarrollo de un radiomarcador que se une solo a las células tumorales, en este caso alfa v beta 6, que se encuentra en la superficie de las células del cáncer de páncreas así como en otros tipos de cáncer. Alfa v beta 6 pertenece a una familia de proteínas llamadas integrinas. El equipo ya ha demostrado la capacidad de usar este objetivo de integrina particular para obtener imágenes de lesiones metastásicas del cáncer de páncreas en el hígado y el pulmón.
Ahora, con la subvención, su investigación avanzará un paso más. El grupo ha desarrollado y ahora está probando una terapia con radionúclidos receptores de péptidos (PRRT) para atacar alfa v beta 6 específicamente para el cáncer de páncreas metastásico. Para hacer esto, Sutcliffe y su equipo combinaron el marcador con lutecio-177 (Lu-177). Su función es emitir radiación que elimine las células cancerosas a la vez que deje intactas las células sanas.
“El hecho de que fuera tan específico en cuanto a las imágenes fue absolutamente extraordinario”, dice Sutcliffe. “Pero las técnicas de diagnóstico por la imagen son solo un paso en el proceso de la atención del paciente. Los pacientes necesitan tratamientos eficaces. Y creemos que esta combinación de dos agentes muy poderosos es un enfoque de tratamiento que puede ser muy eficaz”.
¿Qué es la PRRT exactamente?
La terapia con radionúclidos receptores de péptidos, o PRRT (por sus siglas en inglés), es un tipo de terapia molecular dirigida. Utiliza péptidos radioactivos, que son combinaciones de péptidos dirigidos a las células y un compuesto radioactivo. En 2018, la FDA aprobó la PRRT con Lu-177 para tumores neuroendocrinos con receptores de somatostatina en el tubo digestivo o el páncreas en personas adultas.
“Tengo formación en química y puedo crear todo tipo de compuestos”, explica Sutcliffe. Agrega que el marcador que ella y su equipo diseñaron usó parte de una proteína del virus de la fiebre aftosa, dado que se une a la integrina alfa v beta 6. “Un radiopéptido es, en realidad, solo un radiomedicamento, un tipo de fármaco radioactivo que se desplazará por el organismo, se unirá a células tumorales específicas y administrará una dosis alta y dirigida de radiación”.
Lo que emociona a Sutcliffe es que las terapias moleculares como estas son un tratamiento oncológico muy personalizado. “Con la PRRT es posible adaptar un péptido a la biología del paciente y la composición molecular específica del tumor”, señala ella. “Y dado que es tan específico para el cáncer, parece que se tolera muy bien”.
Una perspectiva personal sobre el tratamiento del cáncer
Sutcliffe es una antigua paciente de cáncer de mama que comprende muy bien la necesidad de nuevos tratamientos. Su colaborador en la investigación, el Dr. Richard Bold, además fue el cirujano que le extirpó el tumor.
“Él y yo somos excelentes colegas, excelentes colaboradores de investigación y grandes amigos, y tengo que ser sincera porque, cuando lo conocí, exigí que me hiciera una tomografía PET, pero él dijo que no y yo dije algo como ‘¿Sabe usted a qué me dedico?’”, explica Sutcliffe riéndose. “Él dijo que sí, pero que de todos modos no me haría una tomografía PET. Terminamos hablando bastante y le conté sobre mi trabajo y él se interesó mucho, porque como cirujano por supuesto que sabe lo importantes que son las ténicas de detección por la imagen y cómo se pueden mejorar incluso las mejores técnicas.
“A nivel personal, sé lo importante que es contar con un gran equipo oncológico y tener disponibles nuevos tratamientos que quizás puedan salvarle a uno la vida. En la actualidad, hay muchas más opciones que nunca para los pacientes con cáncer de mama. Y sé que, en el futuro, habrá incluso mejores tratamientos. Los pacientes con cáncer de páncreas, en realidad todos los pacientes con cáncer, merecen lo mismo, la misma lucha para encontrar tratamientos más eficaces.
“Es tan gratificante ver cómo la investigación que hacemos puede convertirse en atención clínica que tiene el potencial de ayudar a muchos más pacientes con cáncer de páncreas”.
Sutcliffe y su equipo presentarán sus hallazgos al Pancreatic Cancer Collective a finales de 2019, con la esperanza de comenzar un ensayo clínico a comienzos de 2020.